Reseña Maldad.- Tammy Cohen
Editorial: Ediciones B
Año de edición: 2017
ISBN: 9788466661423
Formato: Papel
Sinopsis:
En la oficina todos saben que a Charlie le gusta tomar el café con mucho azúcar, que a Sarah sus hijos no la dejan dormir por las noches, que a Amira el sueldo no le alcanza, o que a la chica nueva, Chloe, se le ilumina la cara cada vez que ve a Ewan.
Llevan años trabajando juntos, toman gin-tonics al salir de la oficina y están acostumbrados a cubrirse las espaldas los unos a los otros. Pero su confortable rutina se rompe cuando aparece una nueva jefa, agresiva y manipuladora... Entonces, las reglas del juego cambian.
¿Quién odia a todos en secreto?
¿Quién carga con un pasado que le tortura?
¿Quién es capaz de cometer un asesinato? (Sinopsis extraída de: Megustaleer).
La autora:
Tammy Cohen es periodista freelance. Sus inicios en la ficción fueron tardíos, pero ahora tiene en su haber una larga lista de aclamados títulos que no hace más que crecer. Vive en el norte de Londres con su pareja y tres hijos casi adultos, además de un perro muy poco obediente. (Biografía extraída de: Megustaleer).
Mi reseña:
Hoy os traigo al blog la
reseña de una novela que proporciona una lectura inquietante ya solo por lo
cotidiano del escenario donde se desarrolla, el puesto de trabajo. Hoy os hablo
de mis impresiones sobre Maldad de
Tammy Cohen, que nos introduce en el ambiente de una oficina de Recursos
Humanos donde al principio sus trabajadores se consideran también amigos,
comparten ratos más allá de su jornada laboral, aunque esto no tardará en
cambiar cuando una nueva jefa de departamento haga su aparición. Quiero
agradecer a Ediciones
B el envío de un ejemplar para su lectura y reseña.
Maldad nos
traslada a Londres, al departamento de Recursos Humanos de una empresa que no
acaba de ser lo productivo que debería, y que ya se ha cobrado su primera “víctima”.
Gill, jefa del departamento desde hace ocho años, acaba de ser despedida. En su
lugar, es contratada Rachel, cuya fama de despiadada y manipuladora la
preceden. Poco a poco, el buen ambiente que se respira entre todos los
trabajadores de la oficina comienza a enrarecerse cuando los expedientes
sancionadores, las llamadas al despacho de la nueva jefa o aparentes traiciones
comienzan a sucederse. Sin embargo, lo que ninguno de ellos sospecha es que el
cambio en las reglas del juego despertará fantasmas del pasado que, una vez
desatados, serán imposibles de controlar.
La lectura de Maldad me ha provocado, en muchos
momentos, verdadero desasosiego porque se va viendo, conforme avanzas en sus
páginas, cómo la angustia se va apoderando de sus protagonistas. En muchas
ocasiones, sobre todo cuando tenemos un buen ambiente de trabajo, no somos
conscientes de hasta qué punto nos puede destrozar la vida que una persona
manipuladora se siente en la mesa de al lado, que ocupe el cubículo contiguo al
tuyo o el despacho donde se toman las decisiones que afectan a tu futuro
laboral. En esta novela de Tammy Cohen, que además consigue mantener en vilo al
lector y llevarte de una sospecha a otra, observamos cómo el buen rollo que
reina en un departamento salta por los aires cuando una nueva jefa entra por la
puerta, cuando una persona que siente que “todo vale” por llevar una empresa a
lo más alto, pasando por encima de los trabajadores, decide quién vale y quién
no, sin pararse a pensar que aquellos que ocupan las mesas más allá de su
puerta no son autómatas que se desconectan cuando acaba su jornada laboral,
sino que se trata de personas con familias y vidas más allá, que dependen de
esos salarios, de ese trabajo.
Escrita bajo un estilo
directo, en Maldad Tammy Cohen
utiliza dos figuras narrativas diferentes, pues encontramos un narrador externo
omnisciente que se expresa en tercera persona en aquellos capítulos que se
centran en la figura de cada uno de los personajes de la novela excepto en
aquellos que se centran en Anne, una psicóloga infantil, en cuyo caso
encontramos a un narrador interno protagonista que toma la voz de la propia
Anne para expresarse. Con esto, vamos a obtener una visión más global y
objetiva en aquellos capítulos narrados en tercera persona mientras que en
aquellos que están narrados en primera persona obtendremos una visión más
subjetiva. Además, mientras que la trama que afecta a los trabajadores de la
oficina se desarrolla en un hilo temporal lineal, la trama que nos va narrando
Anne comienza in extrema res, por el
final, para ir desde ahí hacia atrás en el tiempo y volver a narrar los
acontecimientos en orden cronológico. Ambas tramas están relacionadas entre sí,
aunque no será hasta el final cuando descubramos de qué manera, y por supuesto,
no seré yo quien os desvele cómo. Con unas descripciones correctas, que nos
permiten situarnos en los escenarios en los que se desarrolla la acción y unos
diálogos bien desarrollos, Tammy Cohen consigue brindarnos unas buenas escenas
con las que va desviando nuestras sospechas, que cada vez recaen sobre un
personaje distinto, manteniendo el interés hasta el final.
En cuanto a los personajes, Maldad es una novela coral donde los
capítulos se van centrando en cada uno de los personajes, haciendo que los
vayamos conociendo un poco más y los lectores nos vayamos adentrando, no solo
en su rutina de trabajo, sino también en sus vidas y en la de sus familias. Así
es como he podido conocer a Charlie, un hombre todavía joven que se niega a
enamorarse hasta que conoce a un joven que le descubre que todavía puede darse
una oportunidad en el amor, aunque este no es siempre sencillo; o Sarah, que
con dos niños pequeños, se siente agotada y es incapaz de dar más de sí, aunque
no cambaría a su familia por nada; también conocemos a Amira y a Chloe, jóvenes
y ambiciosas pero también inseguras, o a Ewan, guapo y con ganas de ascender en
la empresa. Y como un hilo paralelo, iremos conociendo la historia de Anne, una
psicóloga infantil que, debido a un suceso que ve por televisión, comienza a
recordar el primer caso que trató al salir de la universidad, cuando tuvo que
enfrentarse al horror en estado puro. Tammy Cohen logra que cada personaje se
muestre ante el lector pero que siempre logre mantener algo oculto, una parte
oscura que hace que desconfíes de él o de ella, que pienses que hay una parte
que, cuando salga a la luz, no va a ser nada agradable.
Con Maldad, Tammy Cohen nos sumerge en una lectura que personalmente me
ha inquietado y he disfrutado. Que consigue que un ambiente aparentemente
seguro se torne hostil cuando llega alguien que no duda en manipular a su
antojo a quienes le rodean.
Formato: Papel
Sinopsis:
Llevan años trabajando juntos, toman gin-tonics al salir de la oficina y están acostumbrados a cubrirse las espaldas los unos a los otros. Pero su confortable rutina se rompe cuando aparece una nueva jefa, agresiva y manipuladora... Entonces, las reglas del juego cambian.
¿Quién odia a todos en secreto?
¿Quién carga con un pasado que le tortura?
¿Quién es capaz de cometer un asesinato? (Sinopsis extraída de: Megustaleer).
La autora:
Tammy Cohen es periodista freelance. Sus inicios en la ficción fueron tardíos, pero ahora tiene en su haber una larga lista de aclamados títulos que no hace más que crecer. Vive en el norte de Londres con su pareja y tres hijos casi adultos, además de un perro muy poco obediente. (Biografía extraída de: Megustaleer).
Mi reseña:
Hoy os traigo al blog la
reseña de una novela que proporciona una lectura inquietante ya solo por lo
cotidiano del escenario donde se desarrolla, el puesto de trabajo. Hoy os hablo
de mis impresiones sobre Maldad de
Tammy Cohen, que nos introduce en el ambiente de una oficina de Recursos
Humanos donde al principio sus trabajadores se consideran también amigos,
comparten ratos más allá de su jornada laboral, aunque esto no tardará en
cambiar cuando una nueva jefa de departamento haga su aparición. Quiero
agradecer a Ediciones
B el envío de un ejemplar para su lectura y reseña.
Maldad nos
traslada a Londres, al departamento de Recursos Humanos de una empresa que no
acaba de ser lo productivo que debería, y que ya se ha cobrado su primera “víctima”.
Gill, jefa del departamento desde hace ocho años, acaba de ser despedida. En su
lugar, es contratada Rachel, cuya fama de despiadada y manipuladora la
preceden. Poco a poco, el buen ambiente que se respira entre todos los
trabajadores de la oficina comienza a enrarecerse cuando los expedientes
sancionadores, las llamadas al despacho de la nueva jefa o aparentes traiciones
comienzan a sucederse. Sin embargo, lo que ninguno de ellos sospecha es que el
cambio en las reglas del juego despertará fantasmas del pasado que, una vez
desatados, serán imposibles de controlar.
La lectura de Maldad me ha provocado, en muchos
momentos, verdadero desasosiego porque se va viendo, conforme avanzas en sus
páginas, cómo la angustia se va apoderando de sus protagonistas. En muchas
ocasiones, sobre todo cuando tenemos un buen ambiente de trabajo, no somos
conscientes de hasta qué punto nos puede destrozar la vida que una persona
manipuladora se siente en la mesa de al lado, que ocupe el cubículo contiguo al
tuyo o el despacho donde se toman las decisiones que afectan a tu futuro
laboral. En esta novela de Tammy Cohen, que además consigue mantener en vilo al
lector y llevarte de una sospecha a otra, observamos cómo el buen rollo que
reina en un departamento salta por los aires cuando una nueva jefa entra por la
puerta, cuando una persona que siente que “todo vale” por llevar una empresa a
lo más alto, pasando por encima de los trabajadores, decide quién vale y quién
no, sin pararse a pensar que aquellos que ocupan las mesas más allá de su
puerta no son autómatas que se desconectan cuando acaba su jornada laboral,
sino que se trata de personas con familias y vidas más allá, que dependen de
esos salarios, de ese trabajo.
Escrita bajo un estilo
directo, en Maldad Tammy Cohen
utiliza dos figuras narrativas diferentes, pues encontramos un narrador externo
omnisciente que se expresa en tercera persona en aquellos capítulos que se
centran en la figura de cada uno de los personajes de la novela excepto en
aquellos que se centran en Anne, una psicóloga infantil, en cuyo caso
encontramos a un narrador interno protagonista que toma la voz de la propia
Anne para expresarse. Con esto, vamos a obtener una visión más global y
objetiva en aquellos capítulos narrados en tercera persona mientras que en
aquellos que están narrados en primera persona obtendremos una visión más
subjetiva. Además, mientras que la trama que afecta a los trabajadores de la
oficina se desarrolla en un hilo temporal lineal, la trama que nos va narrando
Anne comienza in extrema res, por el
final, para ir desde ahí hacia atrás en el tiempo y volver a narrar los
acontecimientos en orden cronológico. Ambas tramas están relacionadas entre sí,
aunque no será hasta el final cuando descubramos de qué manera, y por supuesto,
no seré yo quien os desvele cómo. Con unas descripciones correctas, que nos
permiten situarnos en los escenarios en los que se desarrolla la acción y unos
diálogos bien desarrollos, Tammy Cohen consigue brindarnos unas buenas escenas
con las que va desviando nuestras sospechas, que cada vez recaen sobre un
personaje distinto, manteniendo el interés hasta el final.
En cuanto a los personajes, Maldad es una novela coral donde los
capítulos se van centrando en cada uno de los personajes, haciendo que los
vayamos conociendo un poco más y los lectores nos vayamos adentrando, no solo
en su rutina de trabajo, sino también en sus vidas y en la de sus familias. Así
es como he podido conocer a Charlie, un hombre todavía joven que se niega a
enamorarse hasta que conoce a un joven que le descubre que todavía puede darse
una oportunidad en el amor, aunque este no es siempre sencillo; o Sarah, que
con dos niños pequeños, se siente agotada y es incapaz de dar más de sí, aunque
no cambaría a su familia por nada; también conocemos a Amira y a Chloe, jóvenes
y ambiciosas pero también inseguras, o a Ewan, guapo y con ganas de ascender en
la empresa. Y como un hilo paralelo, iremos conociendo la historia de Anne, una
psicóloga infantil que, debido a un suceso que ve por televisión, comienza a
recordar el primer caso que trató al salir de la universidad, cuando tuvo que
enfrentarse al horror en estado puro. Tammy Cohen logra que cada personaje se
muestre ante el lector pero que siempre logre mantener algo oculto, una parte
oscura que hace que desconfíes de él o de ella, que pienses que hay una parte
que, cuando salga a la luz, no va a ser nada agradable.
Con Maldad, Tammy Cohen nos sumerge en una lectura que personalmente me
ha inquietado y he disfrutado. Que consigue que un ambiente aparentemente
seguro se torne hostil cuando llega alguien que no duda en manipular a su
antojo a quienes le rodean.
¡Hola Dánae!
ResponderEliminarLa leí este verano y me gustó mucho, me enganchó desde el principio y los personajes me atraparon por completo, repetiría sin dudar con la autora.
Besitos.
A mí me ha parecido una lectura original y me tuvo bastante despistada todo el rato.
EliminarBesitos!
No me importaría leerlo si se cruza, pero no saldré a buscarlo.
ResponderEliminarun beso ;)
Seguro que no te defraudaría ;)
EliminarUn beso!
Tiene una pinta increíble. Vengo de leer a Ángela y cada vez estoy más convencida.
ResponderEliminarBesos
Seguro que lo disfrutas, es una novela original y que consigue mantener la tensión
EliminarBesos!
¡Hola!
ResponderEliminarA mi también me ha parecida una lectura inquietante que me ha tenido enganchada desde el principio. Me hubiera gustado indagar más en la historia de los niños. Y, aunque dicen que segundas partes nunca fueron buenas, me gustaría ver cómo continuan sus vidas después.
Un saludo!
Amaia.
¡Hola!, creo que la autora mantiene un poco la intriga sobre esa parte precisamente para no desvelar más sobre la trama, pero es verdad que dan ganas de saber más sobre ellos.
EliminarUn saludo!