Reseña El guardián de los objetos perdidos.- Ruth Hogan
Editorial: Duomo Ediciones
Año de edición: 2018
ISBN: 9788417128142
Formato: Papel
Sinopsis:
Una bella historia sobre objetos perdidos y segundas oportunidades
Anthony Peardew, célebre autor de relatos que se acerca al final de sus días, ha pasado la mitad de su vida coleccionando objetos extraviados, tratando de expiar una promesa rota años atrás. Con el tiempo en su contra, decide legar su casa y todos los tesoros perdidos a su asistente, Laura, la única persona en quien confía que cumplirá su promesa y reunirá los cientos de cachivaches con sus legítimos dueños. El último deseo de este guardián de objetos perdidos desencadena una serie de encuentros afortunados que dan una segunda oportunidad a todos aquellos que creían haberse extraviado. (Sinopsis extraída de: Duomo Ediciones).
La autora:
RUTH HOGAN nació en la casa familiar de Bedford, donde sus padres viven todavía. De niña le fascinaban los ponis y leía todo lo que caía en sus manos. Por suerte para ella, su madre era librera. Estudió Filología Inglesa. Y luego empezó a trabajar en un empleo en la administración local durante diez años. Le servía para pagar las facturas y la hipoteca. Con treinta años sufrió un accidente de tráfico que le impidió trabajar a jornada completa. Encontró entonces un trabajo por horas como recepcionista de un osteópata y dedicó su tiempo libre a escribir. Poco después, le diagnosticaron un cáncer. Como la quimioterapia le producía insomnio, pasaba las noches escribiendo y el resultado final fue El guardián de los objetos perdidos . Vive en una caótica casa de estilo victoriano con su «sufrido» compañero y los perros que ha adoptado.
www.ruthhogan.co.uk (Biografía extraída de: Duomo Ediciones).
Mi reseña:
Hoy os traigo al blog,
después de una semana de ausencia, la reseña de una novela que me ha parecido
muy bonita, con una historia principal que pone de relieve la importancia que
las pequeñas cosas de la vida pueden esconder grandes historias detrás, pueden
haber sido testigos silenciosos de los grandes acontecimientos de nuestra
existencia. Hoy os hablo de El guardián
de los objetos perdidos de Ruth Hogan, donde un famoso escritor guarda
aquellos objetos que va encontrando con la esperanza de devolverlos, algún día,
a sus dueños. Quiero agradecer a Duomo
Ediciones el envío de un ejemplar para su lectura y reseña.
El
guardián de los objetos perdidos nos presenta a Anthony
Peardew, un escritor de éxito que lleva media vida coleccionando objetos
perdidos, tratando de expiar una promesa que no pudo cumplir años atrás. Ahora,
cuando se acerca al final de sus días, decide legar todo lo que posee a su
ayudante, Laura, pues sabe que es la única persona capaz de cumplir su
cometido, reunir todos los objetos con sus legítimos dueños. Así, tratando de
cumplir la última voluntad de Anthony, se desencadenarán una serie de
encuentros afortunados que brindarán una segunda oportunidad a aquellos que
extraviaron una vez pequeños objetos que formaron parte de sus vidas.
En El guardián de los objetos perdidos los lectores somos testigos de
dos historias que, si a priori no tienen una relación establecida, se van
desarrollando de manera simultánea para, hacia al final, descubrirnos cuál es
la relación que las une. Por una parte conocemos a Anthony Peardew, escritor de
éxito que, enfermo de gravedad cede todas sus posesiones, entre ellas su amada
mansión, a Laura, su joven asistente desde hace varios años; tiene la esperanza
de que ella, cuando él ya no esté, logre reunir los objetos perdidos que ha ido
reuniendo a lo largo de los años con sus legítimos dueños. Por otra parte, y
retrocediendo en el tiempo conocemos a Eunice, una joven que, en la década de
los setenta, consigue trabajo como asistente de un editor de libros, Bomber, a
quién le unirá una amistad que perdurará durante décadas. Ruth Hogan nos
introduce, en ambas historias, en tramas cargadas de sentimientos, y en la
protagonizada por Anthony y Laura encontramos pequeñas historias relacionadas
con los objetos extraviados, que nos dan a conocer qué se esconde tras ellos,
cómo cosas cotidianas a las que no les damos importancia pueden, muchas veces,
haber sido testigo de sucesos importantes de nuestras vidas, muchas veces
incluso cruciales.
Escrita bajo un estilo
directo, en El guardián de los objetos
perdidos Ruth Hogan utiliza la figura de un narrador externo omnisciente
que, expresándose en tercera persona, es quien nos transmite a los lectores
toda la información relativa a los personajes, tanto subjetiva como objetiva, y
esa misma omnisciencia, que le dota de la capacidad de observarlo todo, hace
que nos proporcione una visión más objetiva de todo lo que acontece en la
novela. Como os he comentado, hay dos historias que van de forma paralela y que
aparentemente no están relacionadas entre sí, aunque según avanzamos en la
lectura, descubrimos de qué manera lo están; mientras que la protagonizada por
Anthony y Laura sucede en el presente, la protagonizada por Eunice y Bomber nos
traslada hasta la década de los setenta, y aunque ambas suceden bajo un hilo
temporal lineal, en la primera encontramos mayor número de analepsis o flashbacks
mientras que en la segunda se recurre más al resumen ya que abarca un mayor
número de años. Es importante recalcar que también en la primera se intercalan las
historias de algunos de los objetos perdidos que Anthony va recopilando a lo
largo de su vida. Ambas historias presentan unas bonitas descripciones, que nos
permiten situarnos en cada uno de los escenarios en los que suceden las
escenas, que están llenas de elementos visibles y donde vivimos todo lo que
sucede junto a sus protagonistas, que a través de los diálogos, se nos van descubriendo
poco a poco.
En cuanto a los personajes,
bien desarrollados en líneas generales por parte de la autora, en cada una de
las historias encontramos a unos protagonistas que poco a poco van conquistando
a los lectores. Tanto Anthony como Laura se muestran como dos personas a las
que la vida no ha tratado bien, han sufrido mucho por amor y finalmente, cuando
se han encontrado, en etapas muy diferentes de sus vidas, han logrado ser una
gran compañía para ambos. Poco a poco se irán sumando a la vida de Laura otras
personas como Freddy o Sunshine, que le demostrarán que abrirte a los demás
vale la pena y que siempre es necesario dejarse ayudar y querer. En la historia
de Eunice y Bomber descubrimos que una relación que comienza como algo laboral
se transforma, con el tiempo, en una relación de amistad, incluso fraternal,
donde ambos son un apoyo fundamental para afrontar todos aquellos problemas que
la vida les pone delante. Personalmente, me han conquistado los personajes de
Sunshine y Bomber, que transmiten una gran dulzura e inocencia, cada uno de una
forma diferente.
El
guardián de los objetos perdidos es una de esas novelas que
te reconcilian con el mundo, que te hacen creer que, aunque muchas veces
pienses que el mundo cada vez es un lugar peor, aún se encuentran personas que
se encargan de mejorarlo y Ruth Hogan nos lo recuerda en este libro.
Formato: Papel
Sinopsis:
Anthony Peardew, célebre autor de relatos que se acerca al final de sus días, ha pasado la mitad de su vida coleccionando objetos extraviados, tratando de expiar una promesa rota años atrás. Con el tiempo en su contra, decide legar su casa y todos los tesoros perdidos a su asistente, Laura, la única persona en quien confía que cumplirá su promesa y reunirá los cientos de cachivaches con sus legítimos dueños. El último deseo de este guardián de objetos perdidos desencadena una serie de encuentros afortunados que dan una segunda oportunidad a todos aquellos que creían haberse extraviado. (Sinopsis extraída de: Duomo Ediciones).
La autora:
RUTH HOGAN nació en la casa familiar de Bedford, donde sus padres viven todavía. De niña le fascinaban los ponis y leía todo lo que caía en sus manos. Por suerte para ella, su madre era librera. Estudió Filología Inglesa. Y luego empezó a trabajar en un empleo en la administración local durante diez años. Le servía para pagar las facturas y la hipoteca. Con treinta años sufrió un accidente de tráfico que le impidió trabajar a jornada completa. Encontró entonces un trabajo por horas como recepcionista de un osteópata y dedicó su tiempo libre a escribir. Poco después, le diagnosticaron un cáncer. Como la quimioterapia le producía insomnio, pasaba las noches escribiendo y el resultado final fue El guardián de los objetos perdidos . Vive en una caótica casa de estilo victoriano con su «sufrido» compañero y los perros que ha adoptado.
www.ruthhogan.co.uk (Biografía extraída de: Duomo Ediciones).
Mi reseña:
Hoy os traigo al blog,
después de una semana de ausencia, la reseña de una novela que me ha parecido
muy bonita, con una historia principal que pone de relieve la importancia que
las pequeñas cosas de la vida pueden esconder grandes historias detrás, pueden
haber sido testigos silenciosos de los grandes acontecimientos de nuestra
existencia. Hoy os hablo de El guardián
de los objetos perdidos de Ruth Hogan, donde un famoso escritor guarda
aquellos objetos que va encontrando con la esperanza de devolverlos, algún día,
a sus dueños. Quiero agradecer a Duomo
Ediciones el envío de un ejemplar para su lectura y reseña.
El
guardián de los objetos perdidos nos presenta a Anthony
Peardew, un escritor de éxito que lleva media vida coleccionando objetos
perdidos, tratando de expiar una promesa que no pudo cumplir años atrás. Ahora,
cuando se acerca al final de sus días, decide legar todo lo que posee a su
ayudante, Laura, pues sabe que es la única persona capaz de cumplir su
cometido, reunir todos los objetos con sus legítimos dueños. Así, tratando de
cumplir la última voluntad de Anthony, se desencadenarán una serie de
encuentros afortunados que brindarán una segunda oportunidad a aquellos que
extraviaron una vez pequeños objetos que formaron parte de sus vidas.
En El guardián de los objetos perdidos los lectores somos testigos de
dos historias que, si a priori no tienen una relación establecida, se van
desarrollando de manera simultánea para, hacia al final, descubrirnos cuál es
la relación que las une. Por una parte conocemos a Anthony Peardew, escritor de
éxito que, enfermo de gravedad cede todas sus posesiones, entre ellas su amada
mansión, a Laura, su joven asistente desde hace varios años; tiene la esperanza
de que ella, cuando él ya no esté, logre reunir los objetos perdidos que ha ido
reuniendo a lo largo de los años con sus legítimos dueños. Por otra parte, y
retrocediendo en el tiempo conocemos a Eunice, una joven que, en la década de
los setenta, consigue trabajo como asistente de un editor de libros, Bomber, a
quién le unirá una amistad que perdurará durante décadas. Ruth Hogan nos
introduce, en ambas historias, en tramas cargadas de sentimientos, y en la
protagonizada por Anthony y Laura encontramos pequeñas historias relacionadas
con los objetos extraviados, que nos dan a conocer qué se esconde tras ellos,
cómo cosas cotidianas a las que no les damos importancia pueden, muchas veces,
haber sido testigo de sucesos importantes de nuestras vidas, muchas veces
incluso cruciales.
Escrita bajo un estilo
directo, en El guardián de los objetos
perdidos Ruth Hogan utiliza la figura de un narrador externo omnisciente
que, expresándose en tercera persona, es quien nos transmite a los lectores
toda la información relativa a los personajes, tanto subjetiva como objetiva, y
esa misma omnisciencia, que le dota de la capacidad de observarlo todo, hace
que nos proporcione una visión más objetiva de todo lo que acontece en la
novela. Como os he comentado, hay dos historias que van de forma paralela y que
aparentemente no están relacionadas entre sí, aunque según avanzamos en la
lectura, descubrimos de qué manera lo están; mientras que la protagonizada por
Anthony y Laura sucede en el presente, la protagonizada por Eunice y Bomber nos
traslada hasta la década de los setenta, y aunque ambas suceden bajo un hilo
temporal lineal, en la primera encontramos mayor número de analepsis o flashbacks
mientras que en la segunda se recurre más al resumen ya que abarca un mayor
número de años. Es importante recalcar que también en la primera se intercalan las
historias de algunos de los objetos perdidos que Anthony va recopilando a lo
largo de su vida. Ambas historias presentan unas bonitas descripciones, que nos
permiten situarnos en cada uno de los escenarios en los que suceden las
escenas, que están llenas de elementos visibles y donde vivimos todo lo que
sucede junto a sus protagonistas, que a través de los diálogos, se nos van descubriendo
poco a poco.
En cuanto a los personajes,
bien desarrollados en líneas generales por parte de la autora, en cada una de
las historias encontramos a unos protagonistas que poco a poco van conquistando
a los lectores. Tanto Anthony como Laura se muestran como dos personas a las
que la vida no ha tratado bien, han sufrido mucho por amor y finalmente, cuando
se han encontrado, en etapas muy diferentes de sus vidas, han logrado ser una
gran compañía para ambos. Poco a poco se irán sumando a la vida de Laura otras
personas como Freddy o Sunshine, que le demostrarán que abrirte a los demás
vale la pena y que siempre es necesario dejarse ayudar y querer. En la historia
de Eunice y Bomber descubrimos que una relación que comienza como algo laboral
se transforma, con el tiempo, en una relación de amistad, incluso fraternal,
donde ambos son un apoyo fundamental para afrontar todos aquellos problemas que
la vida les pone delante. Personalmente, me han conquistado los personajes de
Sunshine y Bomber, que transmiten una gran dulzura e inocencia, cada uno de una
forma diferente.
El
guardián de los objetos perdidos es una de esas novelas que
te reconcilian con el mundo, que te hacen creer que, aunque muchas veces
pienses que el mundo cada vez es un lugar peor, aún se encuentran personas que
se encargan de mejorarlo y Ruth Hogan nos lo recuerda en este libro.
Ante todo me ha parecido una historia bonita, de esas que te conmueven sin usar trucos lastimosos 😊
ResponderEliminarPreciosa reseña cielo
Besitos 💋💋💋