Reseña Patricia Brent, solterona.- Herbert George Jenkins
Editorial: dÉpoca Editorial
Año de edición: 2016
ISBN: 978-84-666-6039-6
Formato: Papel
Sinopsis:
Nos encontramos en Londres durante la Primera Guerra Mundial. La joven Patricia Brent trabaja como secretaria de un político y se aloja en Galvin House, una casa de huéspedes en la que reside junto a una diversidad de singulares inquilinos con los que comparte cena cada noche. Un buen día la joven escucha una conversación entre dos chismosas de la pensión, en la que «lamentan» que no tenga pretendientes. Sintiéndose humillada, en un momento de ira la joven anuncia que ha recibido una invitación de su prometido para cenar al día siguiente en un restaurante. Nada extraño, si no fuera porque no existe tal prometido, ni espera tenerlo en un futuro cercano. Pensando en la puesta en escena de su mentira, Patricia acude sola a la falsa cita en el restaurante. Sin embargo, se da cuenta de que se ha metido en un buen lío al comprobar que varios de los huéspedes la han seguido con el claro objetivo de espiarla. Así da comienzo Patricia Brent, solterona (1918), una hilarante comedia de enredo que narra las complicaciones derivadas del irreflexivo acto de Patricia. (Sinopsis extraída de: dÉpoca Editorial).
El autor:
Herbert G. Jenkins (1876-1923)
Escritor y editor inglés reconocido principalmente por sus novelas humorísticas, entre las que destacan «Patricia Brent, solterona» (1918) y «Bindle: Some Chapters in the Life of Joseph Bindle» (1916).
Otro personaje marcó también su trayectoria como autor: Malcolm Sage, un agente de la inteligencia británica durante la Primera Guerra Mundial que,
reconvertido en detective, desempeñará labores de investigación.
Jenkins demostró buena mano para escribir historias con sentido del humor, pero también para reconocerlas; no en vano fue el editor de P. G. Wodehouse, uno de los maestros de este género que nos ha dejado personajes inolvidables como Bertie Wooster y su particular mayordomo, Jeeves. (Biografía extraída de: dÉpoca Editorial).
Mi reseña:
Esta semana os traigo al
blog la reseña de una novela que terminé hace unas semanas y que, aún siendo
algo diferente a lo que he leído anteriormente de dÉpoca Editorial, me ha
proporcionado grandes momentos de lectura. Se trata de Patricia Brent, solterona de Herbert George Jenkins, una comedia de
enredo que nos traslada a Londres durante la Primera Guerra Mundial y cuya
protagonista se verá metida en un lío del que no sabrá cómo salir cuando lo que
comienza siendo una pequeña mentira comienza a crecer irremediablemente.
Londres
En Patricia Brent, solterona nos encontramos en Londres durante la
Primera Guerra Mundial. En estos años convulsos la joven Patricia Brent
mantiene una vida estable y apacible dentro de lo posible trabajando como
secretaria de un político y viviendo en una casa de huéspedes junto a otros
inquilinos. Cuando, un día, Patricia escucha de forma involuntaria que dos
mujeres que comparten pensión con ella se “lamentan” de la soltería de la joven
y de su falta de pretendientes, decide mentir a todos aquellos que la quieran
escuchar fingiendo estar prometida y anuncia una próxima cena con él en un
restaurante. Para hacer la mentira más creíble, Patricia decide acudir al día
siguiente sola a la cena; sin embargo, con lo que no cuenta es con darse de
bruces con algunos de los huéspedes, que la han seguido para espiarla, en el
restaurante. A partir de este momento, Patricia debe poner en marcha un plan
para mantener su mentira que ni ella misma sabe hasta dónde la llevará.
Esta novela de Herbert
George Jenkins es una novela donde la comedia está presente desde la primera
página, pero siempre desde una perspectiva elegante, un humor inglés de enredo
que siempre consigue sacar una sonrisa al lector, como poco. Pero además, Patricia Brent, solterona también
contiene mucha crítica hacia una sociedad machista, en la que una mujer no
podía mantenerse por sí misma; en la que una mujer, si llegada cierta edad no
estaba casada y por lo tanto respaldada por un buen matrimonio con el que
presentarse ante la sociedad, iba perdiendo valía, siendo tratada más como una
mercancía que como un persona. De hecho, es muy significativo cómo las dos
huéspedes chismosas que provocan la reacción de Patricia lo que hacen es “lamentarse”
de que, siendo una chica que está bien físicamente y que también es inteligente
no tenga ningún pretendiente ni planes de matrimonio. En esta novela donde a la
protagonista, una pequeña mentira con la que intenta acallar esos rumores la va
a llevar a meterse en unos líos que ni ella misma se imagina, nos trasladamos a
un Londres que, pese a estar en guerra, todavía no sufre los azotes del combate
y mantiene un ritmo normal, y en el que las clases sociales siguen marcando el
ritmo de la sociedad.
Escrita bajo un estilo
directo y acompañado de la prosa elegante de Herbert George Jenkins, en Patricia Brent, solterona encontramos la
figura de un narrador omnisciente que se expresa en tercera persona y que
proporciona al lector toda la información que afecta a los personajes, tanto
subjetiva como objetiva; de hecho, estamos ante un narrador que se introduce en
la historia, que todavía conserva parte de esa subjetividad propia del
omnisciente del siglo XIX y que en la actual ha ido perdiendo este tipo de
narrador para ganar en objetividad. Con unas escenas realmente divertidas y con
una muy buena visibilidad que meten de lleno al lector en la historia, en estas
encontramos unas descripciones vívidas que nos trasladan a ese Londres de principio
de siglo XX, elegante y dónde las apariencias lo son todo para una sociedad que
no se puede permitir perder los últimos vestigios de lo que fue; y a esto se le
suman unos diálogos realmente buenos, brillantes en ocasiones, plagados de
ironía. La novela se desarrolla en un hilo temporal lineal y contiene pocos
saltos temporales que alteren este desarrollo. Como he comentado al principio, Patricia Brent, solterona es una comedia
de enredo realmente divertida cuya trama comienza con esa mentira con la que la
protagonista pretende acallar los chismes sobre su soltería en la casa de huéspedes
en la que vive y con la que, sin embargo, se verá envuelta en situaciones cada
vez más rocambolescas que harán las delicias del lector.
En cuanto a los personajes,
he de reconocer que no he conseguido tenerle manía a ninguno de los creados por
Herbert George Jenkins por muy chismosos y criticones que hayan llegado a ser, y
es que el autor dibuja y perfila a la perfección a todos los personajes que van
apareciendo a lo largo de la novela. Su protagonista, Patricia, se muestra como
una mujer fuerte e independiente, que en ocasiones llega a rozar la terquedad
con tal de no dar su brazo a torcer, pues es capaz de defender su soltería
hasta límites insospechados, incluso por encima de lo que puede llegar a ser lógico.
Lord Bowen, el protagonista masculino, es un joven que sabe muy bien lo que
quiere y no duda en luchar por ello, incluso aunque la propia Patricia le lleve
la contraria. Pero hay dos personajes que han conseguido caerme especialmente
bien, y son Lady Tanagra, hermana de Bowen, y el señor Triggs, un anciano con
el que Patricia mantiene una relación especial y que se convierte, junto a
Tanagra, en su mayor consejero. En líneas generales, creo que gran parte del
disfrute de Patricia Brent, solterona
es gracias a sus personajes, que a lo largo de las páginas nos van brindando
momentos memorables a los lectores.
Hyde Park
Patricia
Brent, solterona es una de esas novelas gracias a la cual los
lectores pasamos ratos de lectura realmente agradables cuando abrimos la tapa
de un libro. Una comedia de enredo con la que se disfruta de principio a fin.
Editorial: dÉpoca Editorial
Año de edición: 2016
ISBN: 978-84-666-6039-6
Formato: Papel
Sinopsis:
Nos encontramos en Londres durante la Primera Guerra Mundial. La joven Patricia Brent trabaja como secretaria de un político y se aloja en Galvin House, una casa de huéspedes en la que reside junto a una diversidad de singulares inquilinos con los que comparte cena cada noche. Un buen día la joven escucha una conversación entre dos chismosas de la pensión, en la que «lamentan» que no tenga pretendientes. Sintiéndose humillada, en un momento de ira la joven anuncia que ha recibido una invitación de su prometido para cenar al día siguiente en un restaurante. Nada extraño, si no fuera porque no existe tal prometido, ni espera tenerlo en un futuro cercano. Pensando en la puesta en escena de su mentira, Patricia acude sola a la falsa cita en el restaurante. Sin embargo, se da cuenta de que se ha metido en un buen lío al comprobar que varios de los huéspedes la han seguido con el claro objetivo de espiarla. Así da comienzo Patricia Brent, solterona (1918), una hilarante comedia de enredo que narra las complicaciones derivadas del irreflexivo acto de Patricia. (Sinopsis extraída de: dÉpoca Editorial).
El autor:
Herbert G. Jenkins (1876-1923)
Escritor y editor inglés reconocido principalmente por sus novelas humorísticas, entre las que destacan «Patricia Brent, solterona» (1918) y «Bindle: Some Chapters in the Life of Joseph Bindle» (1916).
Otro personaje marcó también su trayectoria como autor: Malcolm Sage, un agente de la inteligencia británica durante la Primera Guerra Mundial que,
reconvertido en detective, desempeñará labores de investigación.
Jenkins demostró buena mano para escribir historias con sentido del humor, pero también para reconocerlas; no en vano fue el editor de P. G. Wodehouse, uno de los maestros de este género que nos ha dejado personajes inolvidables como Bertie Wooster y su particular mayordomo, Jeeves. (Biografía extraída de: dÉpoca Editorial).
Mi reseña:
Esta semana os traigo al
blog la reseña de una novela que terminé hace unas semanas y que, aún siendo
algo diferente a lo que he leído anteriormente de dÉpoca Editorial, me ha
proporcionado grandes momentos de lectura. Se trata de Patricia Brent, solterona de Herbert George Jenkins, una comedia de
enredo que nos traslada a Londres durante la Primera Guerra Mundial y cuya
protagonista se verá metida en un lío del que no sabrá cómo salir cuando lo que
comienza siendo una pequeña mentira comienza a crecer irremediablemente.
Londres |
En Patricia Brent, solterona nos encontramos en Londres durante la
Primera Guerra Mundial. En estos años convulsos la joven Patricia Brent
mantiene una vida estable y apacible dentro de lo posible trabajando como
secretaria de un político y viviendo en una casa de huéspedes junto a otros
inquilinos. Cuando, un día, Patricia escucha de forma involuntaria que dos
mujeres que comparten pensión con ella se “lamentan” de la soltería de la joven
y de su falta de pretendientes, decide mentir a todos aquellos que la quieran
escuchar fingiendo estar prometida y anuncia una próxima cena con él en un
restaurante. Para hacer la mentira más creíble, Patricia decide acudir al día
siguiente sola a la cena; sin embargo, con lo que no cuenta es con darse de
bruces con algunos de los huéspedes, que la han seguido para espiarla, en el
restaurante. A partir de este momento, Patricia debe poner en marcha un plan
para mantener su mentira que ni ella misma sabe hasta dónde la llevará.
Esta novela de Herbert
George Jenkins es una novela donde la comedia está presente desde la primera
página, pero siempre desde una perspectiva elegante, un humor inglés de enredo
que siempre consigue sacar una sonrisa al lector, como poco. Pero además, Patricia Brent, solterona también
contiene mucha crítica hacia una sociedad machista, en la que una mujer no
podía mantenerse por sí misma; en la que una mujer, si llegada cierta edad no
estaba casada y por lo tanto respaldada por un buen matrimonio con el que
presentarse ante la sociedad, iba perdiendo valía, siendo tratada más como una
mercancía que como un persona. De hecho, es muy significativo cómo las dos
huéspedes chismosas que provocan la reacción de Patricia lo que hacen es “lamentarse”
de que, siendo una chica que está bien físicamente y que también es inteligente
no tenga ningún pretendiente ni planes de matrimonio. En esta novela donde a la
protagonista, una pequeña mentira con la que intenta acallar esos rumores la va
a llevar a meterse en unos líos que ni ella misma se imagina, nos trasladamos a
un Londres que, pese a estar en guerra, todavía no sufre los azotes del combate
y mantiene un ritmo normal, y en el que las clases sociales siguen marcando el
ritmo de la sociedad.
Escrita bajo un estilo
directo y acompañado de la prosa elegante de Herbert George Jenkins, en Patricia Brent, solterona encontramos la
figura de un narrador omnisciente que se expresa en tercera persona y que
proporciona al lector toda la información que afecta a los personajes, tanto
subjetiva como objetiva; de hecho, estamos ante un narrador que se introduce en
la historia, que todavía conserva parte de esa subjetividad propia del
omnisciente del siglo XIX y que en la actual ha ido perdiendo este tipo de
narrador para ganar en objetividad. Con unas escenas realmente divertidas y con
una muy buena visibilidad que meten de lleno al lector en la historia, en estas
encontramos unas descripciones vívidas que nos trasladan a ese Londres de principio
de siglo XX, elegante y dónde las apariencias lo son todo para una sociedad que
no se puede permitir perder los últimos vestigios de lo que fue; y a esto se le
suman unos diálogos realmente buenos, brillantes en ocasiones, plagados de
ironía. La novela se desarrolla en un hilo temporal lineal y contiene pocos
saltos temporales que alteren este desarrollo. Como he comentado al principio, Patricia Brent, solterona es una comedia
de enredo realmente divertida cuya trama comienza con esa mentira con la que la
protagonista pretende acallar los chismes sobre su soltería en la casa de huéspedes
en la que vive y con la que, sin embargo, se verá envuelta en situaciones cada
vez más rocambolescas que harán las delicias del lector.
En cuanto a los personajes,
he de reconocer que no he conseguido tenerle manía a ninguno de los creados por
Herbert George Jenkins por muy chismosos y criticones que hayan llegado a ser, y
es que el autor dibuja y perfila a la perfección a todos los personajes que van
apareciendo a lo largo de la novela. Su protagonista, Patricia, se muestra como
una mujer fuerte e independiente, que en ocasiones llega a rozar la terquedad
con tal de no dar su brazo a torcer, pues es capaz de defender su soltería
hasta límites insospechados, incluso por encima de lo que puede llegar a ser lógico.
Lord Bowen, el protagonista masculino, es un joven que sabe muy bien lo que
quiere y no duda en luchar por ello, incluso aunque la propia Patricia le lleve
la contraria. Pero hay dos personajes que han conseguido caerme especialmente
bien, y son Lady Tanagra, hermana de Bowen, y el señor Triggs, un anciano con
el que Patricia mantiene una relación especial y que se convierte, junto a
Tanagra, en su mayor consejero. En líneas generales, creo que gran parte del
disfrute de Patricia Brent, solterona
es gracias a sus personajes, que a lo largo de las páginas nos van brindando
momentos memorables a los lectores.
Hyde Park |
Patricia
Brent, solterona es una de esas novelas gracias a la cual los
lectores pasamos ratos de lectura realmente agradables cuando abrimos la tapa
de un libro. Una comedia de enredo con la que se disfruta de principio a fin.