Reseña La directora de orquesta.- Maria Peters
Editorial: Duomo EdicionesAño de edición: 2021ISBN: 9788418128158Formato: Papel
Sinopsis:
EL CORAZÓN DE UNA MUJER...
Willy Wolters sueña con dirigir una orquesta de renombre internacional, aunque hay un pequeño inconveniente: Willy es una mujer.
En 1926, pocos han visto a una mujer dirigiendo una orquesta y los conservatorios rara vez las admiten, a no ser que sea para estudiar alguno de los instrumentos considerados «femeninos». Sin embargo, Willy está decidida. Ella será la primera. Pero el destino es caprichoso, y cuando aparece el amor de su vida, la joven tendrá que escoger entre hacer caso a su corazón y perseguir un sueño tal vez imposible.
La directora de orquesta nos sumerge en la historia real de la holandesa Antonia Brico, una mujer que luchó incansablemente para hacerse un lugar entre los grandes de la música.
...EL ALMA DE UNA ARTISTA (Sinopsis extraída de: Duomo Ediciones).
La autora:
Es una productora, directora y guionista de cine holandesa. Después de estudiar Derecho en Ámsterdam, se matriculó en la Academia de Cine Holandesa. Quedó fascinada con la vida de Antonia Brico, que sirvió de inspiración para dos de sus obras: una película biográfica lanzada en 2018 y su primera novela, publicada originalmente en holandés un año más tarde.
Mi reseña:
Hoy os traigo al blog la reseña de una novela que terminé
hace unas semanas y que, a pesar de que me gustó en líneas generales, tuve la
sensación de que me faltó algo, quizá noté que los personajes estaban algo
faltos de emoción, que se habían quedado en la superficie y no terminaban de
llegarme. Hoy os cuento mis impresiones sobre La directora de orquesta de Maria Peters; después de haber leído la
novela supe que la autora había dirigido en primer lugar la película y un año
más tarde había escrito la novela, así que creo que el hecho de que el libro
haya derivado de la película es lo que ha ocasionado que la historia que hoy os
traigo esté algo falta de emoción. Quiero agradeceré a Duomo Ediciones el envío de un ejemplar para su lectura y reseña.
La directora de
orquesta nos
traslada hasta Nueva York en 1926, allí conocemos a Willy Wolters, una joven,
hija de emigrantes holandeses, que sueña con convertirse en directora de
orquesta; sin embargo existe un inconveniente para ello: es mujer. En esos años,
pocas mujeres han conseguido dirigir una orquesta y son pocos los
conservatorios que las admiten, a no ser que sea para estudias los pocos
instrumentos que se consideran “femeninos”. Sin embargo, al mismo tiempo que
aparece el amor de su vida, Willy, ahora convertida en Antonia Brico, deberá
elegir entre mantenerse al lado del hombre que ocupa su corazón o perseguir el
sueño que ha tenido desde niña.
Como os he comentado al principio de la reseña, he tenido la
sensación de que le faltaba emoción a esta historia, de que los personajes no
terminaban de llegar al lector; solo cuando la historia de Robin se conoce del
todo llegué a conectar más con este personaje, pero con Antonia, por ejemplo,
siempre hay como una pared de cristal que impide llegar a ella, le falta
emoción, le falta traspasar las páginas del libro para emocionar a los
lectores. Cuando la conocemos lo hacemos como Willy Wolters, una joven de
ascendencia holandesa que llegó a Estados Unidos siendo casi un bebé, y que
desde niña ha sentido pasión por la música, teniendo como compañero inseparable
un viejo piano que toca a escondidas por la noche. La directora de orquesta nos muestra el difícil viaje de una mujer
que no duda en enfrentarse a todo y a todos para conseguir el sueño que
persigue desde niña, y ante el que incluso su propia madre ha puesto trabas. Incluso
tendrá que elegir entre el amor de su vida y el su gran sueño. Parece que desde
siempre, las mujeres estamos destinadas a elegir entre dos caminos diferentes,
a no poder vivir con todo, o elegimos una vida familiar o nos decantamos por la
profesional, siempre debemos superponer una a la otra, porque incluso hoy es
casi imposible conciliar las dos, una debe salir perdiendo frente a la otra, lo
que nos hace preguntarnos si en realidad hemos ganado algo con el paso de los
años.
Escrita bajo un estilo directo, en La directora de orquesta Maria Peters utiliza la figura de un
narrador interno protagonista que, expresándose en primera persona a través de
la voz de Antonia, Frank y Robin, nos irá desgranando la historia a través de
los ojos de estos personajes, proporcionándonos su propia versión de todo lo
que acontece, pero al mismo tiempo, al ir cambiando de perspectiva, al final
obtenemos una visión objetiva de la historia. A lo largo de la novela se
mantiene un hilo temporal lineal, aunque se observan algunas analepsis o flashbacks que nos ayudan a
entender la situación actual de los personajes y porqué su presente es el que
es, qué le ha llevado a ser quienes son en el presente. Con unas buenas
descripciones y unos diálogos correctos, las escenas que nos encontramos en
esta novela también son correctas, quizás en algunos momentos, hasta demasiado,
se nota que la novela bebe de la película y por eso le falta emoción, la
conexión que en la mayoría de las ocasiones el libro logra con el lector y que
posteriormente la película suele perder, pues son esos pequeños detalles que la
novela contiene los que los lectores necesitamos para entrar de lleno en la
lectura y quizás aquí se han perdido.
En cuanto a los personajes, Antonia me ha resultado un
personaje algo frío tratándose de la protagonista de la historia, y teniendo
una historia que, en líneas generales es realmente apasionante; en mi opinión,
poniendo más pasión en este personaje se podría haber sacado mucho más a esta
novela. Es la primera mujer que consigue, realmente, dirigir una orquesta, que
se enfrentó a todos los que querían evitar que se convirtiera en aquello para
lo que había nacido. Pero al mismo tiempo, hay algo que evita que termine por
abrirse del todo. Lo mismo ocurre con el personaje de Frank, el gran amor de
Antonia, que aunque cuando la conoce sabe cuál es la gran ambición de la joven,
no puede tolerar que siga intentando conseguirlo cuando ambos avanzan en su
relación. Personalmente, ha sido el personaje de Robin el que más me ha gustado,
el que me ha parecido más cercano y real, sobre todo cuando comienza a
desgranar su historia y nos deja entrar en su parcela más íntima.
La directora de
orquesta es una de
esas novelas que nos desvela una historia realmente interesante, la vida de una
mujer que luchó por aquello que realmente deseaba y que en ese momento le
estaba vetado.
Hoy os traigo al blog la reseña de una novela que terminé
hace unas semanas y que, a pesar de que me gustó en líneas generales, tuve la
sensación de que me faltó algo, quizá noté que los personajes estaban algo
faltos de emoción, que se habían quedado en la superficie y no terminaban de
llegarme. Hoy os cuento mis impresiones sobre La directora de orquesta de Maria Peters; después de haber leído la
novela supe que la autora había dirigido en primer lugar la película y un año
más tarde había escrito la novela, así que creo que el hecho de que el libro
haya derivado de la película es lo que ha ocasionado que la historia que hoy os
traigo esté algo falta de emoción. Quiero agradeceré a Duomo Ediciones el envío de un ejemplar para su lectura y reseña.
La directora de
orquesta nos
traslada hasta Nueva York en 1926, allí conocemos a Willy Wolters, una joven,
hija de emigrantes holandeses, que sueña con convertirse en directora de
orquesta; sin embargo existe un inconveniente para ello: es mujer. En esos años,
pocas mujeres han conseguido dirigir una orquesta y son pocos los
conservatorios que las admiten, a no ser que sea para estudias los pocos
instrumentos que se consideran “femeninos”. Sin embargo, al mismo tiempo que
aparece el amor de su vida, Willy, ahora convertida en Antonia Brico, deberá
elegir entre mantenerse al lado del hombre que ocupa su corazón o perseguir el
sueño que ha tenido desde niña.
Como os he comentado al principio de la reseña, he tenido la sensación de que le faltaba emoción a esta historia, de que los personajes no terminaban de llegar al lector; solo cuando la historia de Robin se conoce del todo llegué a conectar más con este personaje, pero con Antonia, por ejemplo, siempre hay como una pared de cristal que impide llegar a ella, le falta emoción, le falta traspasar las páginas del libro para emocionar a los lectores. Cuando la conocemos lo hacemos como Willy Wolters, una joven de ascendencia holandesa que llegó a Estados Unidos siendo casi un bebé, y que desde niña ha sentido pasión por la música, teniendo como compañero inseparable un viejo piano que toca a escondidas por la noche. La directora de orquesta nos muestra el difícil viaje de una mujer que no duda en enfrentarse a todo y a todos para conseguir el sueño que persigue desde niña, y ante el que incluso su propia madre ha puesto trabas. Incluso tendrá que elegir entre el amor de su vida y el su gran sueño. Parece que desde siempre, las mujeres estamos destinadas a elegir entre dos caminos diferentes, a no poder vivir con todo, o elegimos una vida familiar o nos decantamos por la profesional, siempre debemos superponer una a la otra, porque incluso hoy es casi imposible conciliar las dos, una debe salir perdiendo frente a la otra, lo que nos hace preguntarnos si en realidad hemos ganado algo con el paso de los años.
Escrita bajo un estilo directo, en La directora de orquesta Maria Peters utiliza la figura de un narrador interno protagonista que, expresándose en primera persona a través de la voz de Antonia, Frank y Robin, nos irá desgranando la historia a través de los ojos de estos personajes, proporcionándonos su propia versión de todo lo que acontece, pero al mismo tiempo, al ir cambiando de perspectiva, al final obtenemos una visión objetiva de la historia. A lo largo de la novela se mantiene un hilo temporal lineal, aunque se observan algunas analepsis o flashbacks que nos ayudan a entender la situación actual de los personajes y porqué su presente es el que es, qué le ha llevado a ser quienes son en el presente. Con unas buenas descripciones y unos diálogos correctos, las escenas que nos encontramos en esta novela también son correctas, quizás en algunos momentos, hasta demasiado, se nota que la novela bebe de la película y por eso le falta emoción, la conexión que en la mayoría de las ocasiones el libro logra con el lector y que posteriormente la película suele perder, pues son esos pequeños detalles que la novela contiene los que los lectores necesitamos para entrar de lleno en la lectura y quizás aquí se han perdido.
En cuanto a los personajes, Antonia me ha resultado un personaje algo frío tratándose de la protagonista de la historia, y teniendo una historia que, en líneas generales es realmente apasionante; en mi opinión, poniendo más pasión en este personaje se podría haber sacado mucho más a esta novela. Es la primera mujer que consigue, realmente, dirigir una orquesta, que se enfrentó a todos los que querían evitar que se convirtiera en aquello para lo que había nacido. Pero al mismo tiempo, hay algo que evita que termine por abrirse del todo. Lo mismo ocurre con el personaje de Frank, el gran amor de Antonia, que aunque cuando la conoce sabe cuál es la gran ambición de la joven, no puede tolerar que siga intentando conseguirlo cuando ambos avanzan en su relación. Personalmente, ha sido el personaje de Robin el que más me ha gustado, el que me ha parecido más cercano y real, sobre todo cuando comienza a desgranar su historia y nos deja entrar en su parcela más íntima.
La directora de orquesta es una de esas novelas que nos desvela una historia realmente interesante, la vida de una mujer que luchó por aquello que realmente deseaba y que en ese momento le estaba vetado.