Reseña La terrible música de los cristales rotos.- Javier Lacomba Tamarit
Editorial: Ediciones BabylonAño de edición: 2021ISBN: 978-84-18612-00-8Formato: Papel
Sinopsis:
En un tablero que se extiende desde el casco antiguo de Valencia hasta el Festival de Cine de San Sebastián, Laura Olmos, psicóloga con profundas cicatrices emocionales marcada por la atracción que siente hacia un delincuente vasco acusado de colaborar con ETA, y el «Adversario», un asesino en serie cuyo método es persuadir a sus víctimas de que no vale la pena seguir viviendo, se enfrentarán sin piedad en una partida en la que están en juego vidas inocentes y donde el resultado no puede quedar en tablas. Porque para el «Adversario» Laura no es una víctima más en su macabro y caprichoso recuento… Esta vez es personal.
Tras mantener a cientos de lectores en vilo con El cuarto disparo, Javier Lacomba Tamarit regresa con su segunda novela, una historia que te atrapará hasta las últimas y sorprendentes páginas. (Sinopsis extraída de: Ediciones Babylon).
El autor:
Javier Lacomba Tamarit ejerce como abogado especializado en derecho literario y propiedad intelectual, como mediador y como gerente de la PYME Glaspol Composites S.L., empresa distribuidora de productos químicos. También es crítico de cine en la web ElMulticine.com, conferenciante y profesor de talleres de derecho literario en Fuentetaja y el Museo L´Iber, y, por increíble que pueda parecer, instructor certificado de Zumba®.
Como escritor ha publicado relatos en la revista Calabazas en el trastero, editada por la editorial Saco de Huesos, y en numerosos libros de la Generación Bibliocafé, iniciativa literaria capitaneada por Mauro Guillén y nacida al calor de la librería Bibliocafé, de José Luis Rodríguez Nuñez. También ha visto la luz su relato El Altar de Nieve, publicado por la Editorial Evohé en la antología Niebla y Sangre; La aventura de la aldea lluviosa, publicado por Pulpture ediciones como nº 25 de sus Historias Cortas de Intensa Ficción en su especial de Sherlock Holmes; La verdad prevalece, publicado por Editorial Vinatea en la antología Treinta hombres fascinantes en la historia de Valencia, y La última diosa, incluido en la antología De amor y guerra, publicada por Ediciones Babylon.
El Cuarto Disparo es su primera novela extensa. (Biografía extraída de: Ediciones Babylon).
Mi reseña:
Hoy os traigo al blog una reseña especial, ya que el autor de
esta novela es un amigo y me hace especial ilusión poder hablaros de ella,
aunque también os advierto que esto no influye en la opinión que os doy, pues
no le haría ningún favor a él como autor y no podría perdonarme no ser honesta
con vosotros. Hoy os cuento mis impresiones sobre La terrible música de los cristales rotos de Javier Lacomba
Tamarit, un thriller que nos lleva de Valencia a San Sebastián a través de una
persecución entre una psicóloga y un asesino obsesionado con ella, y la carrera
contrarreloj que se establecerá entre ambos. Esta es la segunda novela que leo
de Javier, tras El cuarto disparo (cuya
reseña podéis leer aquí)
y de nuevo ha vuelto a meterme de lleno en una historia absorbente y llena de
giros inesperados que no te dejan soltar el libro hasta el final.
La terrible música de
los cristales rotos
nos presenta a Laura Olmos, una psicóloga que arrastra profundas cicatrices
emocionales y que trabaja como mediadora en San Sebastián. De repente tendrá
que volver a su Valencia natal por la acusación que pesa sobre su madre tras el
incendio que ha sufrido el bloque de viviendas en el que reside. Poco a poco
irá haciendo su aparición en la vida de Laura el Adversario, un asesino en serie cuyo método consiste en convencer a
sus víctimas que ya no vale la pena seguir viviendo. Y las personas marcadas
para terminar con su vida tienen que ver con Laura, por lo que no es algo
casual, es personal, y la psicóloga deberá poner todo su empeño en parar el
macabro plan que ya está en marcha, contando con la ayuda de Iñaki, un ex
presidario vasco acusado de colaborar con ETA.
La verdad es que la lectura de La terrible música de los cristales rotos ha estado llena de
sorpresas, de giros que iban consiguiendo que el interés no decayera en ningún
momento. Javier Lacomba Tamarit va construyendo una trama inteligente que se va
armando poco a poco, sobre unos personajes atormentados por su pasado, que no
les deja ser felices del todo. Laura, la protagonista, no termina de encontrar
su lugar, trabaja como mediadora judicial, intentando que los problemas se
soluciones por la vía de la mediación antes de llegar a la judicial, pero no es
algo que se le dé especialmente bien; la relación con su madre tampoco es
precisamente la mejor, pues la inestabilidad mental de esta última, que la ha
marcado desde niña, la ha llevado a una huida hacia delante que la ha llevado
hasta San Sebastián, donde reside en el momento del inicio de la trama, donde
trabaja y donde todo se inicia. Nos adentramos en los oscuros motivos que
llevan a alguien a urdir una venganza sin el menor atisbo de sentimiento de
culpabilidad al arrasar con vidas inocentes para llevarla a cabo, la ambición
sin límites y la falta de escrúpulos.
Escrita bajo un estilo directo, en La terrible música de los cristales rotos Javier Lacomba Tamarit utiliza
la figura de un narrador externo omnisciente que, expresándose en tercera
persona, es el encargado de proporcionar a los lectores toda la información,
tanto subjetiva como objetiva que afecta a los personajes de la novela.
Manteniendo un hilo temporal lineal a lo largo de toda la novela, que
transcurre en un futuro cercano, encontramos pocas analepsis o flashbacks que nos revelan información sobre el pasado
de la vida de algunos de los personajes. Con unas escenas que mantienen una muy
buena visibilidad, nos adentramos en unos escenarios que nos permiten vivir
junto a los personajes cada una de las situaciones por las que van pasando a lo
largo de la novela, pasear por las calles de Valencia y de San Sebastián
sintiendo el acecho del asesino y el desasosiego de Laura o la desesperación de
Iñaki. Además, vemos unos diálogos bien desarrollados, que nos permiten conocer
mejor a cada uno de los personajes, saber cómo son. Me ha gustado mucho
encontrar giros inesperados a lo largo de toda la novela, sorpresas que hacían
que mi interés no decayera en ningún momento, que me han llevado hasta un final
sorprendente pero no por ello inesperado.
En cuanto a los personajes, he de reconocer que, en ocasiones
tanto Laura como Iñaki me han puesto un poco de los nervios, por culpa de ese
orgullo mal entendido que les lleva a no hablar entre ellos de todo lo que les
separa. Como he comentado antes, Laura, que arrastra muchas cicatrices
emocionales, no termina de encontrar su lugar, parece que muchas veces se mueve
por inercia, sin preguntarse si realmente su vida le llena o solo se deja
llevar. Por otra parte encontramos a Iñaki, que acaba de recuperar su libertar
tras ser condenado por un delito relacionado con la colaboración con ETA, y
necesita recuperar su vida, aunque no puede perder de vista que desea vengarse
de aquellos que le arrebataron todo lo que era suyo y le llevaron a cumplir
condena. Personalmente, he de reconocer que el personaje de Sara, la mejor amiga
de Laura, me ha conquistado; esta abogada donostiarra alocada y llena de
energía me ha parecido una maravilla, el contrapunto perfecto al personaje de
Laura, que es más serio y no se deja tanto llevar. Creo que sería una
protagonista maravillosa para otra novela, daría muchísimo juego (ahí lo dejo,
por si acaso). Y también quiero comentaros, sin desvelaros mucho, que el personaje
de Mª Carmen, la madre de Laura, también os sorprenderá mucho a lo largo de la
novela.
La terrible música de
los cristales rotos
es una de esas novelas que te hacen disfrutar de la lectura, de las que no
puedes salir una vez dentro. Javier Lacomba Tamarit es un escritor que crea
tramas inteligentes de las que llevan al lector a querer averiguar más.
Hoy os traigo al blog una reseña especial, ya que el autor de
esta novela es un amigo y me hace especial ilusión poder hablaros de ella,
aunque también os advierto que esto no influye en la opinión que os doy, pues
no le haría ningún favor a él como autor y no podría perdonarme no ser honesta
con vosotros. Hoy os cuento mis impresiones sobre La terrible música de los cristales rotos de Javier Lacomba
Tamarit, un thriller que nos lleva de Valencia a San Sebastián a través de una
persecución entre una psicóloga y un asesino obsesionado con ella, y la carrera
contrarreloj que se establecerá entre ambos. Esta es la segunda novela que leo
de Javier, tras El cuarto disparo (cuya
reseña podéis leer aquí)
y de nuevo ha vuelto a meterme de lleno en una historia absorbente y llena de
giros inesperados que no te dejan soltar el libro hasta el final.
La terrible música de los cristales rotos nos presenta a Laura Olmos, una psicóloga que arrastra profundas cicatrices emocionales y que trabaja como mediadora en San Sebastián. De repente tendrá que volver a su Valencia natal por la acusación que pesa sobre su madre tras el incendio que ha sufrido el bloque de viviendas en el que reside. Poco a poco irá haciendo su aparición en la vida de Laura el Adversario, un asesino en serie cuyo método consiste en convencer a sus víctimas que ya no vale la pena seguir viviendo. Y las personas marcadas para terminar con su vida tienen que ver con Laura, por lo que no es algo casual, es personal, y la psicóloga deberá poner todo su empeño en parar el macabro plan que ya está en marcha, contando con la ayuda de Iñaki, un ex presidario vasco acusado de colaborar con ETA.
La verdad es que la lectura de La terrible música de los cristales rotos ha estado llena de sorpresas, de giros que iban consiguiendo que el interés no decayera en ningún momento. Javier Lacomba Tamarit va construyendo una trama inteligente que se va armando poco a poco, sobre unos personajes atormentados por su pasado, que no les deja ser felices del todo. Laura, la protagonista, no termina de encontrar su lugar, trabaja como mediadora judicial, intentando que los problemas se soluciones por la vía de la mediación antes de llegar a la judicial, pero no es algo que se le dé especialmente bien; la relación con su madre tampoco es precisamente la mejor, pues la inestabilidad mental de esta última, que la ha marcado desde niña, la ha llevado a una huida hacia delante que la ha llevado hasta San Sebastián, donde reside en el momento del inicio de la trama, donde trabaja y donde todo se inicia. Nos adentramos en los oscuros motivos que llevan a alguien a urdir una venganza sin el menor atisbo de sentimiento de culpabilidad al arrasar con vidas inocentes para llevarla a cabo, la ambición sin límites y la falta de escrúpulos.
Escrita bajo un estilo directo, en La terrible música de los cristales rotos Javier Lacomba Tamarit utiliza la figura de un narrador externo omnisciente que, expresándose en tercera persona, es el encargado de proporcionar a los lectores toda la información, tanto subjetiva como objetiva que afecta a los personajes de la novela. Manteniendo un hilo temporal lineal a lo largo de toda la novela, que transcurre en un futuro cercano, encontramos pocas analepsis o flashbacks que nos revelan información sobre el pasado de la vida de algunos de los personajes. Con unas escenas que mantienen una muy buena visibilidad, nos adentramos en unos escenarios que nos permiten vivir junto a los personajes cada una de las situaciones por las que van pasando a lo largo de la novela, pasear por las calles de Valencia y de San Sebastián sintiendo el acecho del asesino y el desasosiego de Laura o la desesperación de Iñaki. Además, vemos unos diálogos bien desarrollados, que nos permiten conocer mejor a cada uno de los personajes, saber cómo son. Me ha gustado mucho encontrar giros inesperados a lo largo de toda la novela, sorpresas que hacían que mi interés no decayera en ningún momento, que me han llevado hasta un final sorprendente pero no por ello inesperado.
En cuanto a los personajes, he de reconocer que, en ocasiones tanto Laura como Iñaki me han puesto un poco de los nervios, por culpa de ese orgullo mal entendido que les lleva a no hablar entre ellos de todo lo que les separa. Como he comentado antes, Laura, que arrastra muchas cicatrices emocionales, no termina de encontrar su lugar, parece que muchas veces se mueve por inercia, sin preguntarse si realmente su vida le llena o solo se deja llevar. Por otra parte encontramos a Iñaki, que acaba de recuperar su libertar tras ser condenado por un delito relacionado con la colaboración con ETA, y necesita recuperar su vida, aunque no puede perder de vista que desea vengarse de aquellos que le arrebataron todo lo que era suyo y le llevaron a cumplir condena. Personalmente, he de reconocer que el personaje de Sara, la mejor amiga de Laura, me ha conquistado; esta abogada donostiarra alocada y llena de energía me ha parecido una maravilla, el contrapunto perfecto al personaje de Laura, que es más serio y no se deja tanto llevar. Creo que sería una protagonista maravillosa para otra novela, daría muchísimo juego (ahí lo dejo, por si acaso). Y también quiero comentaros, sin desvelaros mucho, que el personaje de Mª Carmen, la madre de Laura, también os sorprenderá mucho a lo largo de la novela.
La terrible música de los cristales rotos es una de esas novelas que te hacen disfrutar de la lectura, de las que no puedes salir una vez dentro. Javier Lacomba Tamarit es un escritor que crea tramas inteligentes de las que llevan al lector a querer averiguar más.
Q buena reseña
ResponderEliminarMuchas gracias!! ;)
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