Reseña El asesino del acantilado.- Antonio Manzanera
Editorial: Ediciones B
Año de edición: 2017
ISBN: 978-84-666-6052-5
Formato: Papel
Sinopsis:
Los Ángeles, 1984. Al detective privado Cheney Moore no le sobran los clientes, así que cuando Charlie Wilson llama a su puerta, no rechaza su encargo aunque le sobrarían motivos para hacerlo.
Wilson es el taxista de la cárcel de Oldstock, el hombre que se ocupa de recoger a los presos que son puestos en libertad. Cuando uno de sus «clientes» es asesinado el mismo día en que sale de la prisión, Wilson recurre a Moore con una extraña petición: ¿podrá ayudarlo a encontrar los tres millones de dólares que robó el muerto y que nunca aparecieron?
Así arranca esta monumental novela negra ambientada en Los Ángeles entre 1977 y 1984. Una trama poliédrica y llena de ritmo que combina un dominio del género que recuerda a Raymond Chandler con el universo de True Detective.
Tras cosechar el aplauso de la crítica y los lectores con sus libros anteriores -El informe Müller fue considerado el mejor thriller histórico del año por El Cultural y La Razón-, Antonio Manzanera se sumerge ahora en la esencia más pura del género negro. (Sinopsis extraída de: Ediciones B).
El autor:
Antonio Manzanera nació en Murcia en 1974. Economista de profesión, y un apasionado del emprendimiento, en 2010 publicó en Ediciones Deusto el manual Finanzas para emprendedores que hasta la fecha ha conocido tres ediciones y ha salido en Booket en edición de bolsillo. Su vida profesional ha transcurrido tanto en el sector privado y como en el público, siempre dentro del ámbito económico. Después deTras residir durante varios años en distintos países regresó a España, donde ha publicado las novelas El informe Müller (2013), La suave superficie de la culata (2013), La tercera versión (2014) y Nuestra parte del trato (2015), así como una continuación de su manual sobre emprendimiento titulada Los diez mandamientos del emprendedor. (Biografía extraída de: Ediciones B).
Mi reseña:
Hoy os traigo al blog la
reseña de una novela que acabé hace un par de semanas más o menos y que llegó a
mis manos gracias a su autor Antonio Manzanera y a la editorial Ediciones B, que me proporcionó un ejemplar
para su lectura y reseña. Se trata de El asesino del acantilado, una
historia llena de giros argumentales que no dejan de sorprender al lector,
escrita de una forma realmente original y que mantiene la tensión desde la
primera hasta la última página.
El asesino del acantilado nos
traslada hasta la ciudad de Los Ángeles en 1984. Allí, el detective privado
Cheney Moore, quien no tiene una cartera de clientes muy numerosa, recibe un
encargo que no puede rechazar. Charlie Wilson, el taxista de la prisión de
Oldstock encargado de trasladar a los presos que acaban de quedar en libertad,
le pide que encuentre un botín perdido tras el atraco a un banco. El dinero fue
robado por un preso que Charlie trasladó y que fue asesinado el mismo día que
abandonó la prisión; sin embargo, lo que comienza siendo la búsqueda de un
dinero perdido pronto se desvelará como algo mucho más complejo que llevará al
detective a preguntarse si ha hecho lo correcto al aceptar el encargo.
La lectura de El asesino
del acantilado me ha resultado tremendamente adictiva. Se trata de una
novela con la que no valen las ideas preconcebidas, pues el autor se encarga de
desmontarlas todas; cuando comienzas a leer, crees que la historia va a ir por
unos derroteros, pero no, Antonio Manzanera se encarga, con gran maestría, de
convertir su obra en algo totalmente diferente a lo que, a priori, crees que
vas a leer. No quiero contar demasiado en esta reseña ya que esta novela da
tantos giros que es muy fácil desvelar cosas importantes sin pretenderlo, así
que voy a intentar ser cuidadosa y no contar nada que pueda dar pistas de por
dónde van los tiros. Personalmente, El asesino del acantilado me ha
parecido una apuesta original, una apuesta que en algún momento es arriesgada
ya que el lector buscará algo en la trama que puede no ser tan evidente como a
priori se espera, aunque desde aquí he de avisar que el autor nunca engaña,
solo juega con nosotros, haciendo que debamos estar atentos a detalles que
desvelan dónde está ese algo que nosotros esperamos sea más evidente y que
Antonio Manzanera ha ido escondiendo a lo largo de las tramas. Siento no ser
más clara, pero si lo soy, desvelo cosas que son fundamentales que descubráis
por vosotros mismos.
Escrita bajo un estilo
directo que Antonio Manzanera acompaña de una prosa adecuada al contexto en el
que se desarrolla la historia, en El asesino del acantilado
encontramos una figura narrativa que, aunque en un principio parece un narrador
externo omnisciente, al avanzar en la lectura descubrimos que es en realidad un
narrador interno protagonista que se expresa a través de la voz de uno de los
personajes en primera persona. Sin embargo, este personaje no aparece desde el
principio de la novela como tal, por eso ese cambio de narrador que no se
percibe hasta la aparición de este personaje. Escrita in extrema res, la historia está dividida en tres partes sin
capítulos que las subdividan, y que van desde 1984 a 1977, última parte de la
historia y que marca el origen de toda la trama. Con unas descripciones
realmente buenas, que consiguen que el lector pueda caminar por las calles de
Los Ángeles, sentir la opresión de la prisión, o pensar que va sentado en los
asientos traseros de los coches de los personajes; a esto hay que añadir unos
diálogos ágiles y bien resueltos, donde los personajes adquieren todo el
protagonismo, y que conforman unas escenas que el lector puede disfrutar y vivir
junto a sus protagonistas.
En cuanto a los personajes, El
asesino del acantilado es una novela con personajes que están llenos de
recovecos, que no son lo que parecen. Cheney Moore no es el típico detective
privado atormentado y castigado por la vida, más bien es un hombre que intenta
ganarse la vida como puede, aceptando casos que puede resolver rápidamente y
sin complicarse demasiado, que de repente ve como todo se le complica cuando
Charlie Wilson entra por su puerta. El gran error de Cheney será sobrestimar a
Charlie, quien aparenta ser un inocente taxista pero que esconde un lado oscuro.
Por otra parte, Ralph Sanders, el preso asesinado al salir de prisión, irá
mostrando que había más tras una supuesta condena impuesta tras un trato con la
fiscalía tras colaborar en el atraco a un banco. Y Frank Madison, el
propietario de una empresa privada de seguridad, que tendrá en jaque a Cheney
tras la entrevista que este mantiene con una de sus clientes, y cuyo interés en
la investigación puede no ser el que ha trasladado al investigador.
Formato: Papel
Sinopsis:
Los Ángeles, 1984. Al detective privado Cheney Moore no le sobran los clientes, así que cuando Charlie Wilson llama a su puerta, no rechaza su encargo aunque le sobrarían motivos para hacerlo.
Wilson es el taxista de la cárcel de Oldstock, el hombre que se ocupa de recoger a los presos que son puestos en libertad. Cuando uno de sus «clientes» es asesinado el mismo día en que sale de la prisión, Wilson recurre a Moore con una extraña petición: ¿podrá ayudarlo a encontrar los tres millones de dólares que robó el muerto y que nunca aparecieron?
Así arranca esta monumental novela negra ambientada en Los Ángeles entre 1977 y 1984. Una trama poliédrica y llena de ritmo que combina un dominio del género que recuerda a Raymond Chandler con el universo de True Detective.
Tras cosechar el aplauso de la crítica y los lectores con sus libros anteriores -El informe Müller fue considerado el mejor thriller histórico del año por El Cultural y La Razón-, Antonio Manzanera se sumerge ahora en la esencia más pura del género negro. (Sinopsis extraída de: Ediciones B).
El autor:
Antonio Manzanera nació en Murcia en 1974. Economista de profesión, y un apasionado del emprendimiento, en 2010 publicó en Ediciones Deusto el manual Finanzas para emprendedores que hasta la fecha ha conocido tres ediciones y ha salido en Booket en edición de bolsillo. Su vida profesional ha transcurrido tanto en el sector privado y como en el público, siempre dentro del ámbito económico. Después deTras residir durante varios años en distintos países regresó a España, donde ha publicado las novelas El informe Müller (2013), La suave superficie de la culata (2013), La tercera versión (2014) y Nuestra parte del trato (2015), así como una continuación de su manual sobre emprendimiento titulada Los diez mandamientos del emprendedor. (Biografía extraída de: Ediciones B).
Mi reseña:
Hoy os traigo al blog la
reseña de una novela que acabé hace un par de semanas más o menos y que llegó a
mis manos gracias a su autor Antonio Manzanera y a la editorial Ediciones B, que me proporcionó un ejemplar
para su lectura y reseña. Se trata de El asesino del acantilado, una
historia llena de giros argumentales que no dejan de sorprender al lector,
escrita de una forma realmente original y que mantiene la tensión desde la
primera hasta la última página.
El asesino del acantilado nos
traslada hasta la ciudad de Los Ángeles en 1984. Allí, el detective privado
Cheney Moore, quien no tiene una cartera de clientes muy numerosa, recibe un
encargo que no puede rechazar. Charlie Wilson, el taxista de la prisión de
Oldstock encargado de trasladar a los presos que acaban de quedar en libertad,
le pide que encuentre un botín perdido tras el atraco a un banco. El dinero fue
robado por un preso que Charlie trasladó y que fue asesinado el mismo día que
abandonó la prisión; sin embargo, lo que comienza siendo la búsqueda de un
dinero perdido pronto se desvelará como algo mucho más complejo que llevará al
detective a preguntarse si ha hecho lo correcto al aceptar el encargo.
La lectura de El asesino
del acantilado me ha resultado tremendamente adictiva. Se trata de una
novela con la que no valen las ideas preconcebidas, pues el autor se encarga de
desmontarlas todas; cuando comienzas a leer, crees que la historia va a ir por
unos derroteros, pero no, Antonio Manzanera se encarga, con gran maestría, de
convertir su obra en algo totalmente diferente a lo que, a priori, crees que
vas a leer. No quiero contar demasiado en esta reseña ya que esta novela da
tantos giros que es muy fácil desvelar cosas importantes sin pretenderlo, así
que voy a intentar ser cuidadosa y no contar nada que pueda dar pistas de por
dónde van los tiros. Personalmente, El asesino del acantilado me ha
parecido una apuesta original, una apuesta que en algún momento es arriesgada
ya que el lector buscará algo en la trama que puede no ser tan evidente como a
priori se espera, aunque desde aquí he de avisar que el autor nunca engaña,
solo juega con nosotros, haciendo que debamos estar atentos a detalles que
desvelan dónde está ese algo que nosotros esperamos sea más evidente y que
Antonio Manzanera ha ido escondiendo a lo largo de las tramas. Siento no ser
más clara, pero si lo soy, desvelo cosas que son fundamentales que descubráis
por vosotros mismos.
Escrita bajo un estilo
directo que Antonio Manzanera acompaña de una prosa adecuada al contexto en el
que se desarrolla la historia, en El asesino del acantilado
encontramos una figura narrativa que, aunque en un principio parece un narrador
externo omnisciente, al avanzar en la lectura descubrimos que es en realidad un
narrador interno protagonista que se expresa a través de la voz de uno de los
personajes en primera persona. Sin embargo, este personaje no aparece desde el
principio de la novela como tal, por eso ese cambio de narrador que no se
percibe hasta la aparición de este personaje. Escrita in extrema res, la historia está dividida en tres partes sin
capítulos que las subdividan, y que van desde 1984 a 1977, última parte de la
historia y que marca el origen de toda la trama. Con unas descripciones
realmente buenas, que consiguen que el lector pueda caminar por las calles de
Los Ángeles, sentir la opresión de la prisión, o pensar que va sentado en los
asientos traseros de los coches de los personajes; a esto hay que añadir unos
diálogos ágiles y bien resueltos, donde los personajes adquieren todo el
protagonismo, y que conforman unas escenas que el lector puede disfrutar y vivir
junto a sus protagonistas.
En cuanto a los personajes, El
asesino del acantilado es una novela con personajes que están llenos de
recovecos, que no son lo que parecen. Cheney Moore no es el típico detective
privado atormentado y castigado por la vida, más bien es un hombre que intenta
ganarse la vida como puede, aceptando casos que puede resolver rápidamente y
sin complicarse demasiado, que de repente ve como todo se le complica cuando
Charlie Wilson entra por su puerta. El gran error de Cheney será sobrestimar a
Charlie, quien aparenta ser un inocente taxista pero que esconde un lado oscuro.
Por otra parte, Ralph Sanders, el preso asesinado al salir de prisión, irá
mostrando que había más tras una supuesta condena impuesta tras un trato con la
fiscalía tras colaborar en el atraco a un banco. Y Frank Madison, el
propietario de una empresa privada de seguridad, que tendrá en jaque a Cheney
tras la entrevista que este mantiene con una de sus clientes, y cuyo interés en
la investigación puede no ser el que ha trasladado al investigador.
La tengo en casa y espero hacerle un hueco muy pronto porque que tenga tantos giros me atrae mucho.
ResponderEliminarA mí me ha encantado, lo leí rapidísimo porque me enganché desde la primera página y no lo podía soltar
EliminarApetece muchíííísimo
ResponderEliminarEn cuanto lo empieces, no lo podrás soltar
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