Reseña El idioma de los recuerdos.- Antonio Gómez Rufo
Editorial: Ediciones B
Año de edición: 2019
ISBN: 9788466663502
Formato: Papel
Sinopsis:
«Madrid tenía que volver a ser eterna, y a ello se entregaron todos los madrileños supervivientes; y a los que permitieron sobrevivir. Madrid, siempre épica, se convirtió en una ciudad vencida; y, tras la derrota, muchos madrileños lloraron de rabia y de impotencia. Era el tiempo del final de la guerra y los inicios de mi amor por Elena.»
Un hombre en el ocaso de su vida pasa un último verano frente al mar. Durante esos días de soledad, recuerda aquel otro verano en que su vida cambió para siempre: el de 1939. Fue en los meses siguientes a la entrada de las tropas nacionales en Madrid, en una ciudad derrotada que luchaba desesperadamente por abrirse de nuevo a la vida, cuando el protagonista -entonces un adolescente hermano de un alto cargo de Falange- se enamoró de la hija de un anarquista fusilado... (Sinopsis extraída de: Megustaleer).
El autor:
Antonio Gómez Rufo nació en Madrid, donde reside. Autor de las novelas La camarera de Bach; La abadía de los crímenes; La noche del tamarindo; El secreto del rey cautivo (premio Fernando Lara); Adiós a los hombres; Los mares del miedo; El alma de los peces; La leyenda del falso traidor; Balada triste en Madrid; Las lágrimas de Henan y Si tú supieras, entre otras, su obra ha sido traducida al alemán, italiano, holandés, francés, rumano, portugués, griego, serbio, polaco y búlgaro.
Guionista de Berlanga y autor teatral, ha sido galardonado con diversos premios literarios y periodísticos. Licenciado en Derecho, fue asesor de la Filmoteca Española y director del Centro Cultural de la Villa de Madrid. (Biografía extraída de: Megustaleer).
Mi reseña:
Hoy os traigo al blog la
reseña de una novela que terminé hace unas semanas y con las que tengo
sensaciones encontradas. Hoy os hablo de El
idioma de los recuerdos de Antonio Gómez Rufo, primera obra que leo del
autor, y con el que repetiré. En este libro, nos trasladamos, a través de los
recuerdos de su protagonista, al Madrid de 1939, justo al final de la Guerra
Civil, cuando luchaba por volver a la vida, soportar ser hermano de un alto
cago de Falange y despertar al amor con la hija de un anarquista fusilado.
Agradezco a Ediciones
B el envío de un ejemplar para su lectura y reseña.
Madrid, 1939
El
idioma de los recuerdos nos presenta a Vicente, que ya en el
ocaso de su vida, y frente al mar, recuerda otro verano que cambió su vida para
siempre. Fue el de 1939, recién terminada la Guerra, con la entrada de las
tropas nacionales en Madrid. En ese momento, siendo solo un adolescente,
Vicente se tiene que enfrentar a la vuelta de su hermano, convertido en un alto
cargo de Falange, quien sigue siendo el mismo hombre arrogante y violento que
era antes de marchar al frente. Pero también será el verano en el que el joven
descubrirá el amor junto a Elena, la hija de un anarquista fusilado durante la
Guerra.
Puerto Banús
Como he comentado al
principio de esta reseña, he tenido sensaciones encontradas con esta novela; al
estar narrada en dos hilos temporales, he conectado muy bien con la parte que se
desarrolla en 1939, ha conseguido despertar mis emociones y que conectara con
ella y con los personajes, tanto para bien como para mal; sin embargo, la parte
que transcurre en la actualidad me ha parecido más monótona y no he conseguido
llegar a conectar, me ha resultado incluso repetitiva. El personaje de Vicente
joven, aún con sus inseguridades y sus miedos, resulta conmovedor y llega a ser
valiente, no duda en luchar por aquello que ama, sin embargo, el hombre mayor
que conocemos en la actualidad solo da vueltas a la misma idea, obsesionado con
su propio final. También es verdad que quizás la ausencia de más personajes más
allá del pensamiento de Vicente hacen más tediosa esta parte. Sin embargo, no se
puede obviar que El idioma de los
recuerdos también nos habla de cómo los vencedores del conflicto español no
fueron capaces de soltar la presa aunque se supieran ganadores, cómo siguieron
persiguiendo a los vencidos y desencadenando auténticas oleadas de detenciones
y denuncias contra aquellos que no pensaban como el régimen establecido. Pero El idioma de los recuerdos también es
metaliteratura, es amor incondicional por los libros, que se nos muestra a
través de la pasión que siente Vicente por la lectura, por estar rodeado de
libros.
Escrita bajo un estilo
directo, en El idioma de los recuerdos
Antonio Gómez Rufo utiliza la figura de un narrador interno protagonista que
utiliza la voz de Vicente, el protagonista, para llegar hasta el lector, y así
proporcionar su propia visión de todo lo que acontece en la novela, siendo esta
una visión más subjetiva, pues todo lo conoceremos a través de sus ojos, tanto
los hechos como al resto de personajes que aparecen. La novela transcurre en
dos hilos temporales diferentes, uno que transcurre en la actualidad y otro que
transcurre en 1939, y que aparece en forma de recuerdos de Vicente mientras
pasa un verano en Puerto Banús; ambos tiempos se diferencian en la novela en diferentes
capítulos que nos permiten situarnos en cada uno de los momentos en los que nos
encontramos. Con unas descripciones que nos permiten adentrarnos junto a los
personajes en cada uno de los escenarios en los que transcurren las acciones,
sentir la destrucción de Madrid tras el asedio, la necesidad de sus gentes de
volver a la vida tras el conflicto; y unos diálogos bien llevados por el autor,
en los que conocemos a los personajes a través de sí mismos, encontramos unas
escenas con una buena visibilidad.
En cuanto a los personajes,
en El idioma de los recuerdos encontramos
un claro protagonista en Vicente, quien siendo un anciano recuerda el verano
que le cambió la vida para siempre. En 1939, siendo solo un adolescente que ya
ha sufrido una guerra terrible, se enfrenta a la vuelta de su hermano mayor,
Julián, un hombre cruel e irascible que ocupa un alto cargo en Falange, y que
no duda en destruir la vida de cualquiera que no piense como él o que
simplemente se oponga a sus planes. Pero también será el verano en el que
Vicente conozca el amor de la mano de Elena, la hija de un anarquista fusilado
durante la contienda sobre la que Julián pronto pondrá sus miras. Personalmente
he de confesar que me he pasado casi toda la novela odiando el personaje de
Julián, pero además de manera intensa, cada vez que aparecía en escena me
asaltaba un sensación de rechazo tremenda y eso es algo que hay que poner en
valor hacia el autor, pues crear antagonistas que despierten tanto rechazo también
es un gran trabajo. Por otra parte, también me gustaría destacar el personaje
de Calatrava, amigo de Julián durante la guerra y que luego también se
convierte en amigo de Vicente y que consiguió tenerme despistada hasta el final
del libro. Y no puedo dejar de alabar a Elena, la joven que enamora a Vicente,
y que no se deja amedrentar por nadie, pese a las amenazas que se ciernen sobre
ella.
Lisboa
El
idioma de los recuerdos es una novela histórica que nos muestra
cómo los vencidos y los vencedores no pudieron retomar sus vidas en las mismas
condiciones. Los primeros no volvieron a vivir sin mirar continuamente atrás
mientras que los segundos vivían vidas regaladas mientras perseguían a aquellos
que no pensaban tal y como se suponía que debían pensar.
Formato: Papel
Sinopsis:
Un hombre en el ocaso de su vida pasa un último verano frente al mar. Durante esos días de soledad, recuerda aquel otro verano en que su vida cambió para siempre: el de 1939. Fue en los meses siguientes a la entrada de las tropas nacionales en Madrid, en una ciudad derrotada que luchaba desesperadamente por abrirse de nuevo a la vida, cuando el protagonista -entonces un adolescente hermano de un alto cargo de Falange- se enamoró de la hija de un anarquista fusilado... (Sinopsis extraída de: Megustaleer).
El autor:
Antonio Gómez Rufo nació en Madrid, donde reside. Autor de las novelas La camarera de Bach; La abadía de los crímenes; La noche del tamarindo; El secreto del rey cautivo (premio Fernando Lara); Adiós a los hombres; Los mares del miedo; El alma de los peces; La leyenda del falso traidor; Balada triste en Madrid; Las lágrimas de Henan y Si tú supieras, entre otras, su obra ha sido traducida al alemán, italiano, holandés, francés, rumano, portugués, griego, serbio, polaco y búlgaro.
Guionista de Berlanga y autor teatral, ha sido galardonado con diversos premios literarios y periodísticos. Licenciado en Derecho, fue asesor de la Filmoteca Española y director del Centro Cultural de la Villa de Madrid. (Biografía extraída de: Megustaleer).
Mi reseña:
Hoy os traigo al blog la
reseña de una novela que terminé hace unas semanas y con las que tengo
sensaciones encontradas. Hoy os hablo de El
idioma de los recuerdos de Antonio Gómez Rufo, primera obra que leo del
autor, y con el que repetiré. En este libro, nos trasladamos, a través de los
recuerdos de su protagonista, al Madrid de 1939, justo al final de la Guerra
Civil, cuando luchaba por volver a la vida, soportar ser hermano de un alto
cago de Falange y despertar al amor con la hija de un anarquista fusilado.
Agradezco a Ediciones
B el envío de un ejemplar para su lectura y reseña.
Madrid, 1939 |
El
idioma de los recuerdos nos presenta a Vicente, que ya en el
ocaso de su vida, y frente al mar, recuerda otro verano que cambió su vida para
siempre. Fue el de 1939, recién terminada la Guerra, con la entrada de las
tropas nacionales en Madrid. En ese momento, siendo solo un adolescente,
Vicente se tiene que enfrentar a la vuelta de su hermano, convertido en un alto
cargo de Falange, quien sigue siendo el mismo hombre arrogante y violento que
era antes de marchar al frente. Pero también será el verano en el que el joven
descubrirá el amor junto a Elena, la hija de un anarquista fusilado durante la
Guerra.
Puerto Banús |
Como he comentado al
principio de esta reseña, he tenido sensaciones encontradas con esta novela; al
estar narrada en dos hilos temporales, he conectado muy bien con la parte que se
desarrolla en 1939, ha conseguido despertar mis emociones y que conectara con
ella y con los personajes, tanto para bien como para mal; sin embargo, la parte
que transcurre en la actualidad me ha parecido más monótona y no he conseguido
llegar a conectar, me ha resultado incluso repetitiva. El personaje de Vicente
joven, aún con sus inseguridades y sus miedos, resulta conmovedor y llega a ser
valiente, no duda en luchar por aquello que ama, sin embargo, el hombre mayor
que conocemos en la actualidad solo da vueltas a la misma idea, obsesionado con
su propio final. También es verdad que quizás la ausencia de más personajes más
allá del pensamiento de Vicente hacen más tediosa esta parte. Sin embargo, no se
puede obviar que El idioma de los
recuerdos también nos habla de cómo los vencedores del conflicto español no
fueron capaces de soltar la presa aunque se supieran ganadores, cómo siguieron
persiguiendo a los vencidos y desencadenando auténticas oleadas de detenciones
y denuncias contra aquellos que no pensaban como el régimen establecido. Pero El idioma de los recuerdos también es
metaliteratura, es amor incondicional por los libros, que se nos muestra a
través de la pasión que siente Vicente por la lectura, por estar rodeado de
libros.
Escrita bajo un estilo
directo, en El idioma de los recuerdos
Antonio Gómez Rufo utiliza la figura de un narrador interno protagonista que
utiliza la voz de Vicente, el protagonista, para llegar hasta el lector, y así
proporcionar su propia visión de todo lo que acontece en la novela, siendo esta
una visión más subjetiva, pues todo lo conoceremos a través de sus ojos, tanto
los hechos como al resto de personajes que aparecen. La novela transcurre en
dos hilos temporales diferentes, uno que transcurre en la actualidad y otro que
transcurre en 1939, y que aparece en forma de recuerdos de Vicente mientras
pasa un verano en Puerto Banús; ambos tiempos se diferencian en la novela en diferentes
capítulos que nos permiten situarnos en cada uno de los momentos en los que nos
encontramos. Con unas descripciones que nos permiten adentrarnos junto a los
personajes en cada uno de los escenarios en los que transcurren las acciones,
sentir la destrucción de Madrid tras el asedio, la necesidad de sus gentes de
volver a la vida tras el conflicto; y unos diálogos bien llevados por el autor,
en los que conocemos a los personajes a través de sí mismos, encontramos unas
escenas con una buena visibilidad.
En cuanto a los personajes,
en El idioma de los recuerdos encontramos
un claro protagonista en Vicente, quien siendo un anciano recuerda el verano
que le cambió la vida para siempre. En 1939, siendo solo un adolescente que ya
ha sufrido una guerra terrible, se enfrenta a la vuelta de su hermano mayor,
Julián, un hombre cruel e irascible que ocupa un alto cargo en Falange, y que
no duda en destruir la vida de cualquiera que no piense como él o que
simplemente se oponga a sus planes. Pero también será el verano en el que
Vicente conozca el amor de la mano de Elena, la hija de un anarquista fusilado
durante la contienda sobre la que Julián pronto pondrá sus miras. Personalmente
he de confesar que me he pasado casi toda la novela odiando el personaje de
Julián, pero además de manera intensa, cada vez que aparecía en escena me
asaltaba un sensación de rechazo tremenda y eso es algo que hay que poner en
valor hacia el autor, pues crear antagonistas que despierten tanto rechazo también
es un gran trabajo. Por otra parte, también me gustaría destacar el personaje
de Calatrava, amigo de Julián durante la guerra y que luego también se
convierte en amigo de Vicente y que consiguió tenerme despistada hasta el final
del libro. Y no puedo dejar de alabar a Elena, la joven que enamora a Vicente,
y que no se deja amedrentar por nadie, pese a las amenazas que se ciernen sobre
ella.
Lisboa |
El
idioma de los recuerdos es una novela histórica que nos muestra
cómo los vencidos y los vencedores no pudieron retomar sus vidas en las mismas
condiciones. Los primeros no volvieron a vivir sin mirar continuamente atrás
mientras que los segundos vivían vidas regaladas mientras perseguían a aquellos
que no pensaban tal y como se suponía que debían pensar.
La temática siempre me gusta y no he leído nada de este autor todavía.
ResponderEliminarUn beso ;)
Seguro que lo disfrutas ;)
EliminarUn beso!
No me podían gustar más la época y la trama, me lo llevo 🤗🥰💋
ResponderEliminarSiempre coincidimos cuando se trata de esta época ;).
EliminarBesotes!
De este autor tengo apuntado su libro "Madrid, la novela". Porque leí buenísimas opiniones. Y en general hablais muy bien de sus novelas.
ResponderEliminarCon una u otra me estrenaré en algún momento.
Un abrazo
Yo también tengo ese apuntado en la lista de pendientes, que cada día es más laarga ;)
EliminarUn abrazo!