Reseña Las fuentes del silencio.- Ruta Sepetys
Editorial: Ediciones MaevaAño de edición: 2020ISBN: 978-84-17708-64-1Formato: Papel
Sinopsis:
Desenterrar fragmentos del pasado puede ser doloroso, pero conocer nuestra historia nos ayudará a sanar las cicatrices.
En plena época del colaboracionismo con Estados Unidos, España recibe una multitud de turistas y empresarios extranjeros que llegan al país tras la reciente apertura económica. Entre ellos se encuentra el joven Daniel Matheson, hijo de un magnate del petróleo de Texas que llega a Madrid junto a sus padres. El destino de Daniel, que aspira a convertirse en fotoperiodista, se cruza con el de Ana, una doncella del hotel Castellana Hilton que proviene de una familia devastada por la Guerra Civil. Las fotografías de Daniel revelan el rostro oscuro de la posguerra, despiertan en él preguntas incómodas y lo condicionan a la hora de tomar decisiones difíciles para proteger a las personas que ama.Ruta Sepetys vuelve a poner el foco en uno de los rincones más oscuros de la Historia con esta novela épica sobre el miedo, la identidad, los amores que no se olvidan y la voz oculta del silencio. (Sinopsis extraída de: Ediciones Maeva).
La autora:
Ruta Sepetys es una escritora de prestigio internacional y autora de superventas que han llegado a ser número uno en las listas de The New York Times y que se han publicado en más de sesenta países y cuarenta idiomas. Ha publicado novelas tan relevantes como Entre tonos de gris, El color de los sueños y Lágrimas en el mar, y sus libros se consideran una perfecta lectura crossover, ya que resultan igual de atractivos para adolescentes y adultos de todo el mundo.
Merecedora de la Carnegie Medal en 2017, sus novelas han resultado finalistas o ganadoras de más de cuarenta galardones, entre los que destacan los premios Goodreads e Indies Choice, y están incluidas en más de sesenta listas de premios literarios en Estados Unidos. Su novela Entre tonos de gris ha sido adaptada al cine, y otras novelas suyas están en proceso de desarrollo para convertirse en proyectos para la pequeña y la gran pantalla. Nacida en Michigan donde también se crio, actualmente vive con su familia en Nashville, Tennessee. La autora es una firme y apasionada defensora del poder de la Historia para fomentar el diálogo global y la conexión entre los países. (Biografía extraída de: Ediciones Maeva).
Mi reseña:
Hoy en el blog os hablo de
la primera novela que leo Ruta Sepetys, Las
fuentes del silencio, y desde ya os digo que no será la última, pues ha
sido una lectura que me ha encantado y que he disfrutado muchísimo. Un libro
que me ha emocionado y con el que me he transportado a una época en la que el
miedo era el compañero de vida de muchísimos españoles, qué siguieron sufriendo
las consecuencias de estar en el bando perdedor de una guerra fratricida que no
entendió de perdón. Quiero agradecer a Ediciones
Maeva el envío de un ejemplar para su lectura y reseña.
Las
fuentes del silencio nos traslada a Madrid en 1957, en plena época
del colaboracionismo entre España y Estados Unidos. España recibe multitud de
turistas y empresarios que llegan al país aprovechando la apertura económica.
Entre ellos se encuentra el joven Daniel Matheson, hijo de un magnate del
petróleo de Texas y que desea convertirse en fotoperiodista. En el hotel donde
se aloja conoce a Ana Torres, que procede de una familia humilde que vivió el
horror de la Guerra Civil. Poco a poco, los destinos de Ana y Daniel se van
uniendo a través de las fotografías de este, que desvelan el lado oscuro de la
guerra y despiertan en el joven preguntas incómodas.
Como os he comentado al
principio de la reseña, este es el primer libro que leo de Ruta Sepetys, pero
después de leer Las fuentes del silencio,
repetiré seguro, pues me ha conquistado con esta historia. Soy una gran
aficionada a las novelas históricas y si se ambientan en la época de la Guerra
Civil o las Grandes Guerras, me suelen apasionar, y en este caso, la autora,
nos traslada a la posguerra, al momento en el que España comienza su apertura
económica al extranjero, a un colaboracionismo con Estados Unidos que le puede
reportar volver a colocarse en el mundo, volver a vivir de cara al resto de
países que hasta ese momento le habían dado la espalda totalmente. España
seguía viviendo con casi veinte años de retraso, en un inmovilismo que siguió
arrastrando hasta el final de la dictadura franquista, pero que en ese momento
era aún mayor. Una pobreza extrema que se extendía entre su población, de la
que solo se libraban los acólitos del régimen, que se habían enriquecido
gracias a la desgracia ajena; un país que seguía desangrándose a través de unas
grietas que parecían imposibles de cerrar, con sus gentes adheridas al terror
de no saber si serían denunciadas por algo que no habían hecho, con unas
autoridades que tenían pleno poder sobre la vida y la muerte. Era el contraste
entre esos americanos que llegaban de un país libre, con su dinero, y con esa
ingenuidad que a veces demuestran cuando creen que el sueño americano es
posible, dentro y fuera de sus fronteras, sin pensar que ni siquiera ellos
mismos lo viven.
Escrito bajo un estilo
directo, en Las fuentes del silencio
Ruta Sepetys utiliza la figura de un narrador externo omnisciente que se
expresa en tercera persona y que es el encargado de trasladar al lector toda la
información que afecta a los personajes, tanto objetiva como subjetiva, proporcionando
así una visión más global y objetiva de todo lo que acontece en la novela. Las fuentes del silencio mantiene un
hilo temporal lineal a lo largo de todo la historia, aunque encontramos analepsis o flashbacks que nos
proporcionan información esencial para comprender la situación actual de los
personajes y acontecimientos que ocurrieron en su pasado y que han marcado sus
vidas. También hacia el final encontraremos una prolepsis que nos llevará hacia
adelante en el tiempo, aunque aquí no os revelaré más. Ruta Sepetys nos brinda
una narración llena de visibilidad, que nos permite adentrarnos de lleno en una
historia cargada de sentimientos, de dureza y de sensibilidad, gracias a unas
escenas que viviremos al mismo tiempo que sus personajes, compuestas de unas
descripciones que nos permiten adentrarnos en cada uno de los escenarios donde
se desarrolla la acción junto a unos diálogos muy bien trabajados por la
autora, donde los personajes adquieren el control y se nos dan a conocer. Cabe
destacar que la autora nos proporciona una serie de documentos descalificados
que ciertas autoridades americanas escribieron sobre la situación española
durante la década de los cincuenta que resultan bastante esclarecedores.
En cuanto a los personajes,
contamos con dos claros protagonistas: Daniel y Ana. El primero es un joven
americano procedente de una adinerada familia texana que se ve abocado a seguir
los pasos de su padre en el mundo del petróleo aunque su deseo es convertirse
en fotoperiodista y por ello, llega a España acompañado de su cámara de fotos.
Y será en el hotel donde se aloja junto a sus padres donde conoce a Ana, que
trabaja como doncella y que intentará que la estancia de la familia sea lo más
agradable posible. Aunque al principio Ana intenta evitar a Daniel, poco a poco
su amistad comienza a crecer, así como el interés de Ana por las fotografías
que Daniel va obteniendo en la capital. La presencia del joven americano será
cada vez mayor en la vida de Ana, y esto le llevará a conocer a Rafa y Fuga, el
hermano de Ana y el mejor amigo de éste, y así conocer los sueños y anhelos de
ambos en un país que no permite soñar. Personalmente, creo que los personajes
de Las fuentes del silencio son un
acierto, están bien perfilados dentro de la novela, y consiguen que los
lectores lleguemos a sentirlos y a empatizar con ellos, a creer en ellos.
Las
fuentes del silencio me ha parecido una de esas novelas que lees
casi sin darte cuenta, en las que entras y de las que ya no quieres salir
porque te envuelve. Ruta Sepetys me ha ganado ya entre sus lectores.
Las fuentes del silencio nos traslada a Madrid en 1957, en plena época del colaboracionismo entre España y Estados Unidos. España recibe multitud de turistas y empresarios que llegan al país aprovechando la apertura económica. Entre ellos se encuentra el joven Daniel Matheson, hijo de un magnate del petróleo de Texas y que desea convertirse en fotoperiodista. En el hotel donde se aloja conoce a Ana Torres, que procede de una familia humilde que vivió el horror de la Guerra Civil. Poco a poco, los destinos de Ana y Daniel se van uniendo a través de las fotografías de este, que desvelan el lado oscuro de la guerra y despiertan en el joven preguntas incómodas.
Como os he comentado al
principio de la reseña, este es el primer libro que leo de Ruta Sepetys, pero
después de leer Las fuentes del silencio,
repetiré seguro, pues me ha conquistado con esta historia. Soy una gran
aficionada a las novelas históricas y si se ambientan en la época de la Guerra
Civil o las Grandes Guerras, me suelen apasionar, y en este caso, la autora,
nos traslada a la posguerra, al momento en el que España comienza su apertura
económica al extranjero, a un colaboracionismo con Estados Unidos que le puede
reportar volver a colocarse en el mundo, volver a vivir de cara al resto de
países que hasta ese momento le habían dado la espalda totalmente. España
seguía viviendo con casi veinte años de retraso, en un inmovilismo que siguió
arrastrando hasta el final de la dictadura franquista, pero que en ese momento
era aún mayor. Una pobreza extrema que se extendía entre su población, de la
que solo se libraban los acólitos del régimen, que se habían enriquecido
gracias a la desgracia ajena; un país que seguía desangrándose a través de unas
grietas que parecían imposibles de cerrar, con sus gentes adheridas al terror
de no saber si serían denunciadas por algo que no habían hecho, con unas
autoridades que tenían pleno poder sobre la vida y la muerte. Era el contraste
entre esos americanos que llegaban de un país libre, con su dinero, y con esa
ingenuidad que a veces demuestran cuando creen que el sueño americano es
posible, dentro y fuera de sus fronteras, sin pensar que ni siquiera ellos
mismos lo viven.
Escrito bajo un estilo directo, en Las fuentes del silencio Ruta Sepetys utiliza la figura de un narrador externo omnisciente que se expresa en tercera persona y que es el encargado de trasladar al lector toda la información que afecta a los personajes, tanto objetiva como subjetiva, proporcionando así una visión más global y objetiva de todo lo que acontece en la novela. Las fuentes del silencio mantiene un hilo temporal lineal a lo largo de todo la historia, aunque encontramos analepsis o flashbacks que nos proporcionan información esencial para comprender la situación actual de los personajes y acontecimientos que ocurrieron en su pasado y que han marcado sus vidas. También hacia el final encontraremos una prolepsis que nos llevará hacia adelante en el tiempo, aunque aquí no os revelaré más. Ruta Sepetys nos brinda una narración llena de visibilidad, que nos permite adentrarnos de lleno en una historia cargada de sentimientos, de dureza y de sensibilidad, gracias a unas escenas que viviremos al mismo tiempo que sus personajes, compuestas de unas descripciones que nos permiten adentrarnos en cada uno de los escenarios donde se desarrolla la acción junto a unos diálogos muy bien trabajados por la autora, donde los personajes adquieren el control y se nos dan a conocer. Cabe destacar que la autora nos proporciona una serie de documentos descalificados que ciertas autoridades americanas escribieron sobre la situación española durante la década de los cincuenta que resultan bastante esclarecedores.
En cuanto a los personajes, contamos con dos claros protagonistas: Daniel y Ana. El primero es un joven americano procedente de una adinerada familia texana que se ve abocado a seguir los pasos de su padre en el mundo del petróleo aunque su deseo es convertirse en fotoperiodista y por ello, llega a España acompañado de su cámara de fotos. Y será en el hotel donde se aloja junto a sus padres donde conoce a Ana, que trabaja como doncella y que intentará que la estancia de la familia sea lo más agradable posible. Aunque al principio Ana intenta evitar a Daniel, poco a poco su amistad comienza a crecer, así como el interés de Ana por las fotografías que Daniel va obteniendo en la capital. La presencia del joven americano será cada vez mayor en la vida de Ana, y esto le llevará a conocer a Rafa y Fuga, el hermano de Ana y el mejor amigo de éste, y así conocer los sueños y anhelos de ambos en un país que no permite soñar. Personalmente, creo que los personajes de Las fuentes del silencio son un acierto, están bien perfilados dentro de la novela, y consiguen que los lectores lleguemos a sentirlos y a empatizar con ellos, a creer en ellos.
Las
fuentes del silencio me ha parecido una de esas novelas que lees
casi sin darte cuenta, en las que entras y de las que ya no quieres salir
porque te envuelve. Ruta Sepetys me ha ganado ya entre sus lectores.
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