Reseña El ganso salvaje.- Mori Õgai
Sinopsis:
La bella Otama se ve obligada a convertirse en la mantenida de un prestamista para proporcionar sustento a su anciano padre. La monotonía y resignación con que la muchacha deja pasar los días se ve rota por el cortés saludo que con su sombrero le dedica el apuesto Okada en sus habituales paseos… hasta que un insospechado incidente propicia que entre ambos se intercambien las primeras palabras. Dos vidas que se cruzan sin apenas rozarse, dos destinos que se truncan cuando la fatalidad, materializada en un ganso salvaje, hace acto de presencia. Una elegante historia que nos retrata con exquisitez la desventura de un amor apasionado. (Sinopsis extraída de: http://chidoribooks.com).
El autor:
Mori Ōgai (1862-1922) es el seudónimo literario de Mori Rintarō, médico militar, traductor, crítico literario y novelista japonés del periodo Meiji. Está considerado uno de los principales autores de dicha etapa, junto a figuras como Natsume Sōseki. Su familia, originaria de la provincia de Iwami (actual prefectura de Shimane), se trasladó a Tokio en 1872. En sus primeros años, Ōgai Mori recibió la educación tradicional basada en los clásicos japoneses y chinos. Licenciado en medicina a los 19 años, recibió una beca del gobierno japonés para estudiar en Alemania durante cuatro años (1884-1888), donde entró en contacto con la literatura occidental. Se le compara con su coetáneo Natsume Sōseki, educado en Inglaterra, que era humanista, lírico, íntimo, frente al austero, distante y luminoso que fue Mori. Participó en la Primera guerra sino-japonesa (1894-1895) y en la Guerra Ruso-Japonesa (1904-1905) como médico militar, carrera que mantuvo a lo largo de toda su trayectoria profesional. Como fundador y editor de revistas literarias, introdujo en Japón las ideas estéticas que se estaban desarrollando en occidente, ayudando a establecer una concepción moderna de la crítica literaria. Fue traductor de clásicos de distintas lenguas, Rousseau y Daudet, Shakespeare (Macbeth), Byron e Irving, Turgueniev y Tolstoi, Calderón; Hans Christian Andersen, Strindberg, Henrik Ibsen. y sobre todo de alemanes como Hoffmann, Goethe (Faust), Schiller, Lenau, Heine, Rilke, y Schnitzler. En 1890, publicó una revista literaria en la que se opuso a las ideas antiguas del Naturalismo (en el sentido japonés del término): con Subaru; y publica en lenguaje moderno hasta 1912 numerosos relatos: Hannichi, Vita sexualis, Seinen, Fushinshū, Hanako, Gan. Pero una vez más Ōgai Mori se ve amenazado por la política de censura del gobierno hacia las ideas occidentales, que serían a su juicio causa de los males del Japón. Las organizaciones socialistas nacientes se verán reprimidas. Ōgai Mori defenderá la libertad de pensamiento, así con Chinmoku no tō (La torre del silencio, 1910). Entre sus obras destacan la novela corta Maihime (1890, La bailarina), así como su obra más célebre Vita sekusuarisu (1909, Vita sexualis), donde une sus conocimientos médicos a una visión literaria libre. Además están Seinen (1910, El joven) y Gan (1911–13, El ganso salvaje), y los cuentos recogidos bajo el título El intendente Sansho, el primero de los cuales dio origen a la gran película de Kenji Mizoguchi, y en los cuales resuenan a veces elementos del cuento tradicional sajón. A partir de 1910, sus escritos son filosóficos e históricos: Mōsō, 1910, Ka no yō ni (1911), Okitsu Yagoemon no isho (1912), Kanzan Jittoku. Y termina una serie histórica: Shibue Chūsai, Isawa Ranken, Hōjō Katei, donde pone de relieve la ética del mundo intelectual en el periodo Edo. (Biografía extraída de: http://es.wikipedia.org).
Mi reseña:
Hoy os traigo la reseña de una novela, que recién terminada, me ha dejado muy buenas sensaciones. Una novela corta de un escritor considerado, junto a Natsume Sõseki, uno de los mayores exponentes de la literatura japonesa del período Meiji: Mori Õgai y su obra "El ganso salvaje". Gracias a la editorial Chidori Books por facilitarme el ejemplar digital de la novela y por su confianza.
El joven Okada es un estudiante que vive en la Residencia de Estudiantes de Kamijõ, donde casi todos los residentes son estudiantes de medicina. Okada es apuesto, educado y siempre correcto. En uno de sus habituales paseos, su mirada se cruzará con la de una misteriosa joven semi oculta tras una ventana, Otama, la amante de Suezõ, un famoso prestamista de la ciudad, que ha tenido que acatar este cruel destino para poder cuidar de un padre anciano y asegurar un futuro para ambos que de cualquier otra forma, se presentaba incierto. Este primer encuentro, aparentemente inofensivo, plantará la semilla de un amor que se sustentará en miradas, educados saludos y apenas unas pocas palabras cruzadas; un amor apasionado al que parece que el azar no está dispuesto a repartirle buenos naipes.
Leer "El ganso salvaje" es sumergirte en un Japón en plena transformación, que todavía se debate entre dos mundos, la tradición más arraigada frente a la necesidad de apertura a otros países y culturas. Es meterte de lleno en un mundo donde el pasado y el futuro chocan en un presente que necesita adaptarse, donde algunos hombres siguen aferrados a su cultura mientras otros abren horizontes y luchan por el cambio. Y sin embargo, la mujer sigue atrapada, sin poder decidir cual es su futuro, teniendo que anteponer las responsabilidades y los deberes. Pero en esta obra de Mori Õgai también subyace la influencia del destino, de las casualidades, y de cómo estas hacen que por muy firmes que sean las decisiones que se hayan tomado, siempre hay un punto en el que la suerte o el destino también han de jugar a favor para que todo se dé de la mejor manera posible, y que si esto no ocurre, por muy firmes que sean nuestros propósitos, si el destino se confabula en nuestra contra, nada será como hemos planeado.
Escrita con un estilo elegante, en "El ganso salvaje" Mori Õgai utiliza una prosa cuidada en la que ya podemos observar una pequeña influencia del francés, signo de la apertura de la sociedad japonesa a otras culturas en ese momento. Esta obra, a caballo entre novela y nouvelle por su extensión, es capaz de condensar en pocas páginas todo un crisol de sentimientos y sensaciones; no sólo refleja ese cambio cultural que he nombrado unas líneas más arriba, también refleja el cambio interno que se produce en los personajes y su evolución. Contada a través de un narrador testigo, este cambia el uso de la primera persona a la tercera según va contando la historia, ya que en algunos momentos él mismo aparece como un personaje más y se incluye en la narración; narración que comienza in extrema res, como un recuerdo del narrador, que hace partícipe de los hechos acontecidos en el pasado al lector. Con una trama que se va deslizando poco a poco, la historia de amor entre Okada y Otama subyace bajo lo que iremos conociendo de sus vidas, un amor que se irá construyendo poco a poco, día a día y mirada a mirada. Con unas descripciones que son más bien pinceladas que el autor nos regala, es más que suficiente para que nos metamos de lleno en cada uno de los escenarios donde transcurre la acción, pues es a través de pequeños detalles como Mori Õgai nos ambienta la obra, no recurre a largas descripciones.
Sin embargo, los personajes sí están perfectamente definidos, son los que llevan el peso de la historia, son ellos y el azar que les acompaña los que marcan el devenir de la novela. Además, si algo está claramente marcado en "El ganso salvaje" es el papel que cada uno de los personajes va a cumplir en la trama de la historia; mientras que Okada representa esa apertura hacia otras culturas y hacia un futuro que irremediablemente va a llegar al país, tenemos a un antagonista, Suezõ el prestamista y amante de Otama, quién se encuentra anclado a las tradiciones y se niega a avanzar, intentando mantener una posición a toda costa sin importarle las personas que le rodean. Y en medio de estos dos hombres completamente diferentes, se encuentra Otama, que siendo mujer sigue ocupando una posición de desventaja, no puede elegir ni puede imponer su voluntad, ha de sacrificar su vida por su familia, su felicidad siempre está supeditada a lo que es mejor para los demás, aunque en su interior Otama no está dispuesta a renunciar a su propia vida, a que los que la rodean decidan por ella. La radiografía psicológica que nos ofrece Mori Õgai de sus personajes en su obra es realmente magnífica, nos los desnuda mentalmente: sus dudas, sus dobles caras, la necesidad de amar sin condiciones que se ve refrenada por el cumplimiento del deber...
"El ganso salvaje" es una lectura deliciosa, que demuestra como el azar y el destino pueden decidir por nosotros en ocasiones, como la indecisión y la falta de empuje puede llevarnos a que, en el momento de la verdad, en el momento en el que nos atrevemos a dar ese salto al vacío, el destino ya ha decidido que la oportunidad ya ha pasado, y el infortunio se puede presentar de múltiples maneras, incluso como un inofensivo ganso salvaje.
Hoy os traigo la reseña de una novela, que recién terminada, me ha dejado muy buenas sensaciones. Una novela corta de un escritor considerado, junto a Natsume Sõseki, uno de los mayores exponentes de la literatura japonesa del período Meiji: Mori Õgai y su obra "El ganso salvaje". Gracias a la editorial Chidori Books por facilitarme el ejemplar digital de la novela y por su confianza.
El joven Okada es un estudiante que vive en la Residencia de Estudiantes de Kamijõ, donde casi todos los residentes son estudiantes de medicina. Okada es apuesto, educado y siempre correcto. En uno de sus habituales paseos, su mirada se cruzará con la de una misteriosa joven semi oculta tras una ventana, Otama, la amante de Suezõ, un famoso prestamista de la ciudad, que ha tenido que acatar este cruel destino para poder cuidar de un padre anciano y asegurar un futuro para ambos que de cualquier otra forma, se presentaba incierto. Este primer encuentro, aparentemente inofensivo, plantará la semilla de un amor que se sustentará en miradas, educados saludos y apenas unas pocas palabras cruzadas; un amor apasionado al que parece que el azar no está dispuesto a repartirle buenos naipes.
Leer "El ganso salvaje" es sumergirte en un Japón en plena transformación, que todavía se debate entre dos mundos, la tradición más arraigada frente a la necesidad de apertura a otros países y culturas. Es meterte de lleno en un mundo donde el pasado y el futuro chocan en un presente que necesita adaptarse, donde algunos hombres siguen aferrados a su cultura mientras otros abren horizontes y luchan por el cambio. Y sin embargo, la mujer sigue atrapada, sin poder decidir cual es su futuro, teniendo que anteponer las responsabilidades y los deberes. Pero en esta obra de Mori Õgai también subyace la influencia del destino, de las casualidades, y de cómo estas hacen que por muy firmes que sean las decisiones que se hayan tomado, siempre hay un punto en el que la suerte o el destino también han de jugar a favor para que todo se dé de la mejor manera posible, y que si esto no ocurre, por muy firmes que sean nuestros propósitos, si el destino se confabula en nuestra contra, nada será como hemos planeado.
Escrita con un estilo elegante, en "El ganso salvaje" Mori Õgai utiliza una prosa cuidada en la que ya podemos observar una pequeña influencia del francés, signo de la apertura de la sociedad japonesa a otras culturas en ese momento. Esta obra, a caballo entre novela y nouvelle por su extensión, es capaz de condensar en pocas páginas todo un crisol de sentimientos y sensaciones; no sólo refleja ese cambio cultural que he nombrado unas líneas más arriba, también refleja el cambio interno que se produce en los personajes y su evolución. Contada a través de un narrador testigo, este cambia el uso de la primera persona a la tercera según va contando la historia, ya que en algunos momentos él mismo aparece como un personaje más y se incluye en la narración; narración que comienza in extrema res, como un recuerdo del narrador, que hace partícipe de los hechos acontecidos en el pasado al lector. Con una trama que se va deslizando poco a poco, la historia de amor entre Okada y Otama subyace bajo lo que iremos conociendo de sus vidas, un amor que se irá construyendo poco a poco, día a día y mirada a mirada. Con unas descripciones que son más bien pinceladas que el autor nos regala, es más que suficiente para que nos metamos de lleno en cada uno de los escenarios donde transcurre la acción, pues es a través de pequeños detalles como Mori Õgai nos ambienta la obra, no recurre a largas descripciones.
Bengalí Rojo |
Sin embargo, los personajes sí están perfectamente definidos, son los que llevan el peso de la historia, son ellos y el azar que les acompaña los que marcan el devenir de la novela. Además, si algo está claramente marcado en "El ganso salvaje" es el papel que cada uno de los personajes va a cumplir en la trama de la historia; mientras que Okada representa esa apertura hacia otras culturas y hacia un futuro que irremediablemente va a llegar al país, tenemos a un antagonista, Suezõ el prestamista y amante de Otama, quién se encuentra anclado a las tradiciones y se niega a avanzar, intentando mantener una posición a toda costa sin importarle las personas que le rodean. Y en medio de estos dos hombres completamente diferentes, se encuentra Otama, que siendo mujer sigue ocupando una posición de desventaja, no puede elegir ni puede imponer su voluntad, ha de sacrificar su vida por su familia, su felicidad siempre está supeditada a lo que es mejor para los demás, aunque en su interior Otama no está dispuesta a renunciar a su propia vida, a que los que la rodean decidan por ella. La radiografía psicológica que nos ofrece Mori Õgai de sus personajes en su obra es realmente magnífica, nos los desnuda mentalmente: sus dudas, sus dobles caras, la necesidad de amar sin condiciones que se ve refrenada por el cumplimiento del deber...
"El ganso salvaje" es una lectura deliciosa, que demuestra como el azar y el destino pueden decidir por nosotros en ocasiones, como la indecisión y la falta de empuje puede llevarnos a que, en el momento de la verdad, en el momento en el que nos atrevemos a dar ese salto al vacío, el destino ya ha decidido que la oportunidad ya ha pasado, y el infortunio se puede presentar de múltiples maneras, incluso como un inofensivo ganso salvaje.
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Yo también creo en el destino... y este libro no lo conocía pero me ha llamado la atención lo que cuentas de él. Me gustan los buenos personajes en los libros y no puedo dejar pasar una lectura deliciosa... Me lo llevo, gracias.
ResponderEliminarUn saludo
Hola!!, es una lectura realmente deliciosa, cada vez me estoy aficionando más a la literatura nipona ;)
EliminarA ver si coincidimos :)
Un saludo!!
Pues yo últimamente ando también cogiéndole el punto a la literatura de allá y este título me ha dejado enamoradita. No había oído hablar de él antes, pero creo que voy a buscar un ejemplar.
ResponderEliminarBesos.
Pues espero que lo disfrutes tanto como yo. Yo lo he leído en un suspiro ;). Es muy muy bonito
EliminarBesos!!
Me recuerda a alguna de las historias de corte oriental que he leído a veces, suelen gustarme, así que tomo nota. Besos.
ResponderEliminarA ver si coincidimos en nuestras impresiones ;)
EliminarBesotes!!
Suelo leer de vez en cuando literatura de autores japoneses. Como siempre, no tanta como uno quisiera. Me ha llamado mucho la atención este libro y esta magnífica reseña que cautiva. Tomo nota y subrayo :-)
ResponderEliminarSaludos.
¡Muchas gracias!. Es una lectura realmente magnífica, espero que la disfrutes, aunque creo que eso lo tienes garantizado ;-)
EliminarSaludos!