Reseña Tres minutos de color.- Pere Cervantes
Editorial: Alrevés Editorial
Año de edición: 2017
ISBN: 978-84-16328-90-1
Formato: Papel
Sinopsis:
Tres minutos de color la estéril lucha contra el tiempo y la muerte cobra un significado muy distinto.
Coque Brox, el protagonista de la historia, es un inspector de policía de mediana edad, separado, parco en palabras, amante de todo aquello que conserve su esencia y acromatópsico, o lo que es lo mismo, percibe la vida en blanco y negro. Herido de por vida tras sufrir una pérdida irreparable, solo le alienta la lucha por recuperar el cariño de su hija adolescente. En una Barcelona en caída libre, cuyos locales de diseño no logran acallar la apremiante nostalgia de sus habitantes, investigará la violenta desaparición de Palma, amigo y compañero de profesión. Durante el tiempo que duren las pesquisas se las verá y deseará para mantener engañado a un suspicaz comisario que no lo quiere en la investigación, sufrirá los persistentes intentos de suicidio de su exmujer, y conocerá muy de cerca qué es una ECM (experiencia cercana a la muerte). Lejos de las clásicas novelas de procedimiento policial, el inspector Coque Brox se verá obligado a visitar un terreno verdaderamente desconocido para él y para el resto de los mortales. Lo que un descreído como él nunca imaginaría es que hay lugares sobrenaturales que albergan la verdad, aunque el camino que conduce a ellos todavía siga siendo un misterio. Y como dijo Jorge Luís Borges: «Lo sobrenatural, si ocurre dos veces, deja de ser aterrador».
Tres minutos de color explora una cuestión para todos inevitable: ¿qué hay después de la muerte? No es una novela escrita solo para que te guste, sí lo es para que te estremezca, te haga dudar y reflexiones.
La densidad psicológica de los distintos personajes que la integran servirán de contrapunto a una trama policial hasta la fecha inédita. (Sinopsis extraída de: Alrevés Editorial).
El autor:
Pere Cervantes nación en Barcelona en 1971.
Diagnosticado por quien bien le conoce como un tipo nostálgico, tozudo por vocación y soñador, lleva casi veinticinco años pateando las calles de este país con una placa en el bolsillo, una pistola en la cintura y una mirada en modo grabación que le sirve, de primera mano, para crear sus novelas. Es lo que se conoce en el argot policial como un miembro de «la pringue». Afirma que se licenció en la carrera errónea, que en esa época no existía la licenciatura de narrador de historias, y que su experiencia de tres años en los Balcanes como observador de paz de la ONU le enseñó que la hostilidad, al margen de etnias y religiones, suele atemperarse con la lectura. Es autor de “Trescientos sesenta y seis lunes”, “La soledad de las ballenas”, “Tranki pap@s” y “Rompeolas”. (Biografía extraída de: http://www.bibliotecanegra.com/autores/cervantes-pere-15089).
Mi reseña:
Hoy vuelvo de vacaciones y
he elegido para la vuelta hacer la reseña de una de las novelas que he leído
durante este período de descanso y que me ha parecido realmente genial, que me
ha mantenido pegada a sus páginas desde el principio hasta el final y cuya
trama me ha parecido muy original. Hoy os hablo de Tres minutos de color de Pere Cervantes, una de las mejores novelas
que leído este año y que nos acerca a las ECM (Experiencias Cercanas a la
Muerte) de una forma original, al mismo tiempo que nos sumerge en una trama
oscura donde lo peor del ser humano sale a la luz.
Tres
minutos de color nos presenta a Coque Brox, un inspector de
policía acromatópsico que, pese a las advertencias de sus superiores, no ceja
en su empeño de investigar la desaparición de Palma, su compañero y amigo, al
tiempo que lucha por recuperar el cariño de su hija adolescente y sanar sus
heridas tras sufrir una pérdida irreparable. A lo largo de su investigación,
Coque se sumergirá en un mundo desconocido, donde se desatan los peores instintos
del ser humano, y conocerá de cerca qué es una ECM (experiencia cercana a la
muerte), lo que le hará replantearse toda su realidad.
En Tres minutos de color, Pere Cervantes hace una apuesta arriesgada,
pero la gana de largo. Nos presenta una novela con una trama original, que nada
tiene que ver con otros libros de género negro o policíaco que haya leído
antes, y en la que poco a poco todas las piezas van encajando hasta crear una
historial magistral con la que no solo disfrutas de una lectura intensa sino
ante la que te descubres reflexionado sobre temas como las ECM, que en ningún
momento Pere Cervantes plantea desde un punto de vista sobrenatural; por eso
inevitablemente te sorprendes reflexionando sobre ciertos aspectos de la vida,
que irremediablemente va unida a la muerte, porque todos nosotros, dejando de
lado si hay creencias religiosas o no, nos hemos preguntado alguna vez que hay
al otro lado, si es que hay algo, porque necesitamos pensar que no todo se
puede acabar aquí, de esta manera, y cuando algunas personas nos cuentan
experiencias similares al haber estado en situaciones de consciencia parecidas,
es imposible que no nos preguntemos si no será esa la respuesta a nuestras
dudas.
Escrita bajo un estilo
directo, Pere Cervantes utiliza en Tres
minutos de color la figura de un narrador omnisciente que se expresa en
tercera persona y que es quien transmite a los lectores toda la información,
tanto objetiva como subjetiva, que afecta a los personajes que aparecen en la
novela. Dividida en tres partes, los giros argumentales y las sorpresas nos van
a mantener en una tensión constante, sin saber por dónde va salir el autor,
cual va a ser el desarrollo real de la trama, lo que consigue mantener vivo el
interés del lector desde el principio hasta el final de la novela. Pere
Cervantes realiza unas descripciones certeras a lo largo de todo el libro, que
nos permiten a los lectores situarnos en cada uno de los escenarios en los que
transcurre la acción, y que acompañadas de unos diálogos muy bien construidos y
que ceden todo el protagonismo a los personajes, crean unas escenas vívidas con
las que los lectores vamos a sentir cómo sienten los personajes, vamos a pasar
por todas y cada una de sus emociones e incertidumbres, de sus miedos y de sus
anhelos, sin poder evitar adentrarnos en un mundo desconocido. Tres minutos de color mantiene, en línea
general, una estructura temporal lineal, aunque contiene flashbacks que revelan
información importante para el lector, sobre todo a partir de la segunda parte
del libro, donde estos saltos temporales comienzan a ser más frecuentes, pero
lo cierto es Pere Cervantes se reserva tantas sorpresas y tan bien entrelazadas
que es imposible resistirse.
En cuanto a los personajes,
en Tres minutos de color Pere
Cervantes nos presenta a un inspector de policía, Coque Brox, que arrastra una
herida emocional de la que no consigue recuperarse y una relación familiar que
no consigue reconstruir, y una secuela física, la acromatopsia (ve todo en
blanco y negro) que lucha por mantener en secreto en el trabajo para no
perderlo. Con todo en contra, se resiste a dejar de investigar la desaparición
de Palma, su compañero y amigo, quien lleva seis meses sin dar señales de vida.
Comparte piso con Oliver, un forense que se mueve como pez en el agua en la
sala de autopsias y en el mundo virtual, pero que tiene serias dificultades
para vencer su timidez; solo es capaz de relacionarse con normalidad con Nadia,
una cirujana que, tras una conversación con un paciente, se interesará por las
ECM. Todos los personajes que vamos encontrando a lo largo de las páginas de Tres minutos de color están
perfectamente dibujados y perfilados, llenos de recovecos, tanto para bien como
para mal, pues a lo largo de las páginas de la novela vemos que el ser humano
es capaz de lo mejor pero también de lo peor, de amar sin condiciones y de
odiar hasta el extremo, de sacrificarse por el prójimo o de destruirlo sin
contemplaciones.
La lectura de Tres minutos de color, que descubrí
gracias a la recomendación del escritor Juanjo Braulio y su mujer Yolanda en un
club de lectura al que acudí de una de sus novelas, me ha descubierto no solo
una novela negra magnífica, sino también un tema sobre el que iba reflexionando
al tiempo que avanzaba en su lectura, las ECM. Pere Cervantes nos brinda una
novela original y redonda, uno de esos libros que no se deben dejar escapar.
Formato: Papel
Sinopsis:
Tres minutos de color la estéril lucha contra el tiempo y la muerte cobra un significado muy distinto.
Coque Brox, el protagonista de la historia, es un inspector de policía de mediana edad, separado, parco en palabras, amante de todo aquello que conserve su esencia y acromatópsico, o lo que es lo mismo, percibe la vida en blanco y negro. Herido de por vida tras sufrir una pérdida irreparable, solo le alienta la lucha por recuperar el cariño de su hija adolescente. En una Barcelona en caída libre, cuyos locales de diseño no logran acallar la apremiante nostalgia de sus habitantes, investigará la violenta desaparición de Palma, amigo y compañero de profesión. Durante el tiempo que duren las pesquisas se las verá y deseará para mantener engañado a un suspicaz comisario que no lo quiere en la investigación, sufrirá los persistentes intentos de suicidio de su exmujer, y conocerá muy de cerca qué es una ECM (experiencia cercana a la muerte). Lejos de las clásicas novelas de procedimiento policial, el inspector Coque Brox se verá obligado a visitar un terreno verdaderamente desconocido para él y para el resto de los mortales. Lo que un descreído como él nunca imaginaría es que hay lugares sobrenaturales que albergan la verdad, aunque el camino que conduce a ellos todavía siga siendo un misterio. Y como dijo Jorge Luís Borges: «Lo sobrenatural, si ocurre dos veces, deja de ser aterrador».
Tres minutos de color explora una cuestión para todos inevitable: ¿qué hay después de la muerte? No es una novela escrita solo para que te guste, sí lo es para que te estremezca, te haga dudar y reflexiones.
La densidad psicológica de los distintos personajes que la integran servirán de contrapunto a una trama policial hasta la fecha inédita. (Sinopsis extraída de: Alrevés Editorial).
El autor:
Pere Cervantes nación en Barcelona en 1971.
Diagnosticado por quien bien le conoce como un tipo nostálgico, tozudo por vocación y soñador, lleva casi veinticinco años pateando las calles de este país con una placa en el bolsillo, una pistola en la cintura y una mirada en modo grabación que le sirve, de primera mano, para crear sus novelas. Es lo que se conoce en el argot policial como un miembro de «la pringue». Afirma que se licenció en la carrera errónea, que en esa época no existía la licenciatura de narrador de historias, y que su experiencia de tres años en los Balcanes como observador de paz de la ONU le enseñó que la hostilidad, al margen de etnias y religiones, suele atemperarse con la lectura. Es autor de “Trescientos sesenta y seis lunes”, “La soledad de las ballenas”, “Tranki pap@s” y “Rompeolas”. (Biografía extraída de: http://www.bibliotecanegra.com/autores/cervantes-pere-15089).
Mi reseña:
Hoy vuelvo de vacaciones y
he elegido para la vuelta hacer la reseña de una de las novelas que he leído
durante este período de descanso y que me ha parecido realmente genial, que me
ha mantenido pegada a sus páginas desde el principio hasta el final y cuya
trama me ha parecido muy original. Hoy os hablo de Tres minutos de color de Pere Cervantes, una de las mejores novelas
que leído este año y que nos acerca a las ECM (Experiencias Cercanas a la
Muerte) de una forma original, al mismo tiempo que nos sumerge en una trama
oscura donde lo peor del ser humano sale a la luz.
Tres
minutos de color nos presenta a Coque Brox, un inspector de
policía acromatópsico que, pese a las advertencias de sus superiores, no ceja
en su empeño de investigar la desaparición de Palma, su compañero y amigo, al
tiempo que lucha por recuperar el cariño de su hija adolescente y sanar sus
heridas tras sufrir una pérdida irreparable. A lo largo de su investigación,
Coque se sumergirá en un mundo desconocido, donde se desatan los peores instintos
del ser humano, y conocerá de cerca qué es una ECM (experiencia cercana a la
muerte), lo que le hará replantearse toda su realidad.
En Tres minutos de color, Pere Cervantes hace una apuesta arriesgada,
pero la gana de largo. Nos presenta una novela con una trama original, que nada
tiene que ver con otros libros de género negro o policíaco que haya leído
antes, y en la que poco a poco todas las piezas van encajando hasta crear una
historial magistral con la que no solo disfrutas de una lectura intensa sino
ante la que te descubres reflexionado sobre temas como las ECM, que en ningún
momento Pere Cervantes plantea desde un punto de vista sobrenatural; por eso
inevitablemente te sorprendes reflexionando sobre ciertos aspectos de la vida,
que irremediablemente va unida a la muerte, porque todos nosotros, dejando de
lado si hay creencias religiosas o no, nos hemos preguntado alguna vez que hay
al otro lado, si es que hay algo, porque necesitamos pensar que no todo se
puede acabar aquí, de esta manera, y cuando algunas personas nos cuentan
experiencias similares al haber estado en situaciones de consciencia parecidas,
es imposible que no nos preguntemos si no será esa la respuesta a nuestras
dudas.
Escrita bajo un estilo
directo, Pere Cervantes utiliza en Tres
minutos de color la figura de un narrador omnisciente que se expresa en
tercera persona y que es quien transmite a los lectores toda la información,
tanto objetiva como subjetiva, que afecta a los personajes que aparecen en la
novela. Dividida en tres partes, los giros argumentales y las sorpresas nos van
a mantener en una tensión constante, sin saber por dónde va salir el autor,
cual va a ser el desarrollo real de la trama, lo que consigue mantener vivo el
interés del lector desde el principio hasta el final de la novela. Pere
Cervantes realiza unas descripciones certeras a lo largo de todo el libro, que
nos permiten a los lectores situarnos en cada uno de los escenarios en los que
transcurre la acción, y que acompañadas de unos diálogos muy bien construidos y
que ceden todo el protagonismo a los personajes, crean unas escenas vívidas con
las que los lectores vamos a sentir cómo sienten los personajes, vamos a pasar
por todas y cada una de sus emociones e incertidumbres, de sus miedos y de sus
anhelos, sin poder evitar adentrarnos en un mundo desconocido. Tres minutos de color mantiene, en línea
general, una estructura temporal lineal, aunque contiene flashbacks que revelan
información importante para el lector, sobre todo a partir de la segunda parte
del libro, donde estos saltos temporales comienzan a ser más frecuentes, pero
lo cierto es Pere Cervantes se reserva tantas sorpresas y tan bien entrelazadas
que es imposible resistirse.
En cuanto a los personajes,
en Tres minutos de color Pere
Cervantes nos presenta a un inspector de policía, Coque Brox, que arrastra una
herida emocional de la que no consigue recuperarse y una relación familiar que
no consigue reconstruir, y una secuela física, la acromatopsia (ve todo en
blanco y negro) que lucha por mantener en secreto en el trabajo para no
perderlo. Con todo en contra, se resiste a dejar de investigar la desaparición
de Palma, su compañero y amigo, quien lleva seis meses sin dar señales de vida.
Comparte piso con Oliver, un forense que se mueve como pez en el agua en la
sala de autopsias y en el mundo virtual, pero que tiene serias dificultades
para vencer su timidez; solo es capaz de relacionarse con normalidad con Nadia,
una cirujana que, tras una conversación con un paciente, se interesará por las
ECM. Todos los personajes que vamos encontrando a lo largo de las páginas de Tres minutos de color están
perfectamente dibujados y perfilados, llenos de recovecos, tanto para bien como
para mal, pues a lo largo de las páginas de la novela vemos que el ser humano
es capaz de lo mejor pero también de lo peor, de amar sin condiciones y de
odiar hasta el extremo, de sacrificarse por el prójimo o de destruirlo sin
contemplaciones.
La lectura de Tres minutos de color, que descubrí
gracias a la recomendación del escritor Juanjo Braulio y su mujer Yolanda en un
club de lectura al que acudí de una de sus novelas, me ha descubierto no solo
una novela negra magnífica, sino también un tema sobre el que iba reflexionando
al tiempo que avanzaba en su lectura, las ECM. Pere Cervantes nos brinda una
novela original y redonda, uno de esos libros que no se deben dejar escapar.
¡Hola carinyet!
ResponderEliminarSe ve original, diferente, interesante, y me gusta leer cosas poco habituales, así que queda anotado, has despertado mi curiosidad.
Besitos.
Es muy muy bueno, seguro que lo disfrutas ;)
EliminarBesitos!