Reseña Muertes pequeñas.- Emma Flint
Editorial: Malpaso Edciones
Año de edición: 2018
ISBN: 978-84-17081-47-8
Formato: Papel
Sinopsis:
En Queens, en el mes julio de 1965, las calles arden a causa de una ola de calor. Ruth Malone, una joven madre del barrio, se levanta una mañana y descubre la puerta de la habitación de sus dos hijos pequeños abierta de par en par. Han desaparecido.
No hay peor pesadilla para una madre, pero Ruth Malone no es como las otras. Siempre perfectamente maquillada, vestida de forma provocativa, la policía encuentra botellas vacías de alcohol por todo su apartamento… los detectives que siguen el caso hacen las suposiciones más obvias, ayudados por los cotillas y envidiosos del vecindario.
Pete Wonicke, un periodista inexperto al cargo de cubrir su primer caso importante, no puede evitar llegar a esas mismas conclusiones. Sin embargo, cuanto más tiempo pasa con Ruth, más se da cuenta de que los policías no siempre son los buenos y de que las obsesiones personales de ciertos detectives pueden estar influyendo en la investigación. Ruth Malone es fascinante, un reto y un misterio, pero ¿sería capaz de matar a sus propios hijos? Basada en hechos reales, Muertes pequeñas nos cuenta una historia de amor, moralidad y obsesión, y analiza la capacidad que tiene todo ser humano para el bien y el mal. (Sinopsis extraída de: Malpaso Ediciones).
La autora:
Emma Flint - nació en Newcastle y se graduó en la Universidad de St. Andrews; luego completó un curso de escritura creativa en la Academia Faber. Trabajó en Edimburgo y ahora vive en Londres. Desde la infancia se ha sentido atraída por las historias de crímenes reales, materia sobre la que ha adquirido un conocimiento casi enciclopédico. (Biografía extraída de: Malpaso Ediciones).
Mi reseña:
Hoy os traigo al blog la
reseña de una novela que se ha convertido en un verdadero descubrimiento para
mí y desde luego, una historia que ya considero una de mis lecturas del año. Hoy
os hablo de Muertes pequeñas de Emma
Flint, que nos traslada hasta el Nueva York de los años sesenta, concretamente
hasta el barrio de Queens, que se ve sacudido una noche por la desaparición de
dos niños pequeños, pero que todavía se ve más afectado cuando observa la
reacción de la madre y poco a poco asiste al cerco que la policía va realizando
a su alrededor. ¿Tendrá algo que ver con la desaparición de sus propios hijos?.
Agradezco a Malpaso Ediciones el envío
de un ejemplar para su lectura y reseña.
Queens
Muertes
pequeñas nos traslada a Queens en 1965. Una noche de verano que
parece como cualquier otra en la vida de Ruth Malone cambiará su vida para siempre
cuando descubra que sus dos hijos pequeños han desaparecido de su habitación.
Sin embargo, el comportamiento de Ruth tras la desaparición de los niños, su
vida desordenada y sus múltiples compañías masculinas harán que se convierta en
una de las principales sospechosas de la investigación policial. Solo Pete
Wonicke, un joven periodista que está comenzando su carrera y que está
cubriendo su primer caso importante, confía en la inocencia de Ruth, viendo más
allá de lo que Ruth muestra y observando que las obsesiones personales de
algunos inspectores sesguen la investigación. Sin embargo, ¿será verdad la
intuición de Pete o por el contrario Ruth sería capaz de dañar a sus propios
hijos?.
La lectura de Muertes pequeñas ha superado con creces
las expectativas que tenía, y eso que me había llamado la atención desde que la
editorial me la dio a conocer. Es verdad que la novela negra es uno de mis
géneros favoritos, pero no por ello me gustan todas las que leo; sin embargo,
lo cierto es que esta novela de Emma Flint está muy bien escrita, con una trama
llevada de forma inteligente y resuelta de forma magistral. La autora maneja la
historia con maestría desde el principio hasta el final y va desarrollando los
personajes poco a poco, desvelando sus obsesiones y lo que los atormenta. Muertes pequeñas no es únicamente una
novela sobre la desaparición de dos niños, es mucho más; es la historia de una
mujer que siente que vive una vida vacía junto a un marido que no ama y que
busca llenar ese vacío en otros hombres, que necesita sentirse deseada y que no
consigue sacudirse de encima la frustración que siente; que se muestra ante el
mundo como una mujer insensible y banal, a la que pocas cosas importan, y que
sin embargo, guarda bajo siete llaves un interior frágil que pide a gritos que
la amen. Pero Emma Flint también nos muestra cómo una sociedad se lanza como un
perro de presa cuando huele la debilidad, cómo es el juez más implacable que
existe sobre todo con las mujeres, que no pueden mostrarse ante los demás si no
es como seres perfectos recubiertos de mantos de santidad, y si no es así, se
las juzga como culpables de antemano. Lo que en el hombre es derecho en la mujer es pecado.
Escrita bajo un estilo
directo, en Muertes pequeñas Emma
Flint elige la figura de un narrador omnisciente que, expresándose en tercera
persona, es el encargado de trasladarnos a los lectores toda la información que
afecta a los personajes de la novela, tanto subjetiva como objetiva. La
historia comienza in extrema res, y a
través de los recuerdos de Ruth volvemos al principio de todo, al momento en el
que los niños desaparecen y la vida de Ruth vuela por los aires, para, a partir
de ahí seguir un hilo temporal lineal hasta volver al punto de partida. Se
observan varias analepsis o flashbacks que nos proporcionan información
importante sobre los personajes que van apareciendo a lo largo de las páginas
del libro. Emma Flint nos proporciona una grandes descripciones de los
escenarios donde se van desarrollando las acciones, que se complementan con
unos diálogos tan bien trabajados que nos permiten ir conociendo poco a poco a
los personajes, construyendo unas escenas cargadas de visibilidad, de elementos
llenos de importancia pero al tiempo tan sutiles que nos permiten componer en
nuestra mente, casi sin darnos cuenta, el enorme mosaico que compone la vida de
Ruth Malone, todos sus elementos emocionales y los altibajos por los que va
pasando a lo largo de la novela.
Fotografía de Russell Lee
En Muertes pequeñas, Emma Flint nos muestra un verdadero abanico de
personajes complejos que poco a poco, a lo largo de las páginas de la novela,
van quitándose las capas más superficiales para empezar a mostrar su verdadera
naturaleza. Ruth Malone se muestra como una mujer que, a pesar de haber perdido
a sus hijos, que están desaparecidos, no se puede permitir mostrar su pena al
igual que no puede mostrarse sin arreglar. Tras la desaparición de sus hijos,
su primera parada al salir a la calle es una tienda de ropa donde compra un vestido
nuevo para que todo el mundo la vea cautivadora a pesar del momento que está
pasando. Y esta actitud es la que lleva a los inspectores de policía que llevan
el caso a volver sus miradas hacia esa mujer que no se derrota, que no cae a
pesar de la desgracia. Sin embargo, hay un hombre que observa a Ruth en la
lejanía, Pete Wonicke, un periodista que acaba de conseguir su primer caso
importante, y que puede ver, desde la distancia, lo que quizás nadie es capaz
de ver en Ruth. En Muertes pequeñas
vemos cómo todos los personajes tienen caras ocultas, cómo ninguno muestra ante
los demás esa parte íntima y más frágil que todos escondemos, pero también cómo
las obsesiones y los prejuicios pueden condicionar las vidas de aquellos que
actúan de forma diferente a como supuestamente deben actuar según marca la
sociedad.
Como he comentado al
principio de la reseña, Muertes pequeñas
se ha convertido en una de mis lecturas de este año, y sin duda, Emma Flint ha
pasado a ser una autora a la que seguiré de cerca, pues ya ocupa un puesto en
mi biblioteca.
Formato: Papel
Sinopsis:
No hay peor pesadilla para una madre, pero Ruth Malone no es como las otras. Siempre perfectamente maquillada, vestida de forma provocativa, la policía encuentra botellas vacías de alcohol por todo su apartamento… los detectives que siguen el caso hacen las suposiciones más obvias, ayudados por los cotillas y envidiosos del vecindario.
Pete Wonicke, un periodista inexperto al cargo de cubrir su primer caso importante, no puede evitar llegar a esas mismas conclusiones. Sin embargo, cuanto más tiempo pasa con Ruth, más se da cuenta de que los policías no siempre son los buenos y de que las obsesiones personales de ciertos detectives pueden estar influyendo en la investigación. Ruth Malone es fascinante, un reto y un misterio, pero ¿sería capaz de matar a sus propios hijos? Basada en hechos reales, Muertes pequeñas nos cuenta una historia de amor, moralidad y obsesión, y analiza la capacidad que tiene todo ser humano para el bien y el mal. (Sinopsis extraída de: Malpaso Ediciones).
La autora:
Emma Flint - nació en Newcastle y se graduó en la Universidad de St. Andrews; luego completó un curso de escritura creativa en la Academia Faber. Trabajó en Edimburgo y ahora vive en Londres. Desde la infancia se ha sentido atraída por las historias de crímenes reales, materia sobre la que ha adquirido un conocimiento casi enciclopédico. (Biografía extraída de: Malpaso Ediciones).
Mi reseña:
Hoy os traigo al blog la
reseña de una novela que se ha convertido en un verdadero descubrimiento para
mí y desde luego, una historia que ya considero una de mis lecturas del año. Hoy
os hablo de Muertes pequeñas de Emma
Flint, que nos traslada hasta el Nueva York de los años sesenta, concretamente
hasta el barrio de Queens, que se ve sacudido una noche por la desaparición de
dos niños pequeños, pero que todavía se ve más afectado cuando observa la
reacción de la madre y poco a poco asiste al cerco que la policía va realizando
a su alrededor. ¿Tendrá algo que ver con la desaparición de sus propios hijos?.
Agradezco a Malpaso Ediciones el envío
de un ejemplar para su lectura y reseña.
Queens |
Muertes
pequeñas nos traslada a Queens en 1965. Una noche de verano que
parece como cualquier otra en la vida de Ruth Malone cambiará su vida para siempre
cuando descubra que sus dos hijos pequeños han desaparecido de su habitación.
Sin embargo, el comportamiento de Ruth tras la desaparición de los niños, su
vida desordenada y sus múltiples compañías masculinas harán que se convierta en
una de las principales sospechosas de la investigación policial. Solo Pete
Wonicke, un joven periodista que está comenzando su carrera y que está
cubriendo su primer caso importante, confía en la inocencia de Ruth, viendo más
allá de lo que Ruth muestra y observando que las obsesiones personales de
algunos inspectores sesguen la investigación. Sin embargo, ¿será verdad la
intuición de Pete o por el contrario Ruth sería capaz de dañar a sus propios
hijos?.
La lectura de Muertes pequeñas ha superado con creces
las expectativas que tenía, y eso que me había llamado la atención desde que la
editorial me la dio a conocer. Es verdad que la novela negra es uno de mis
géneros favoritos, pero no por ello me gustan todas las que leo; sin embargo,
lo cierto es que esta novela de Emma Flint está muy bien escrita, con una trama
llevada de forma inteligente y resuelta de forma magistral. La autora maneja la
historia con maestría desde el principio hasta el final y va desarrollando los
personajes poco a poco, desvelando sus obsesiones y lo que los atormenta. Muertes pequeñas no es únicamente una
novela sobre la desaparición de dos niños, es mucho más; es la historia de una
mujer que siente que vive una vida vacía junto a un marido que no ama y que
busca llenar ese vacío en otros hombres, que necesita sentirse deseada y que no
consigue sacudirse de encima la frustración que siente; que se muestra ante el
mundo como una mujer insensible y banal, a la que pocas cosas importan, y que
sin embargo, guarda bajo siete llaves un interior frágil que pide a gritos que
la amen. Pero Emma Flint también nos muestra cómo una sociedad se lanza como un
perro de presa cuando huele la debilidad, cómo es el juez más implacable que
existe sobre todo con las mujeres, que no pueden mostrarse ante los demás si no
es como seres perfectos recubiertos de mantos de santidad, y si no es así, se
las juzga como culpables de antemano. Lo que en el hombre es derecho en la mujer es pecado.
Escrita bajo un estilo
directo, en Muertes pequeñas Emma
Flint elige la figura de un narrador omnisciente que, expresándose en tercera
persona, es el encargado de trasladarnos a los lectores toda la información que
afecta a los personajes de la novela, tanto subjetiva como objetiva. La
historia comienza in extrema res, y a
través de los recuerdos de Ruth volvemos al principio de todo, al momento en el
que los niños desaparecen y la vida de Ruth vuela por los aires, para, a partir
de ahí seguir un hilo temporal lineal hasta volver al punto de partida. Se
observan varias analepsis o flashbacks que nos proporcionan información
importante sobre los personajes que van apareciendo a lo largo de las páginas
del libro. Emma Flint nos proporciona una grandes descripciones de los
escenarios donde se van desarrollando las acciones, que se complementan con
unos diálogos tan bien trabajados que nos permiten ir conociendo poco a poco a
los personajes, construyendo unas escenas cargadas de visibilidad, de elementos
llenos de importancia pero al tiempo tan sutiles que nos permiten componer en
nuestra mente, casi sin darnos cuenta, el enorme mosaico que compone la vida de
Ruth Malone, todos sus elementos emocionales y los altibajos por los que va
pasando a lo largo de la novela.
Fotografía de Russell Lee |
En Muertes pequeñas, Emma Flint nos muestra un verdadero abanico de
personajes complejos que poco a poco, a lo largo de las páginas de la novela,
van quitándose las capas más superficiales para empezar a mostrar su verdadera
naturaleza. Ruth Malone se muestra como una mujer que, a pesar de haber perdido
a sus hijos, que están desaparecidos, no se puede permitir mostrar su pena al
igual que no puede mostrarse sin arreglar. Tras la desaparición de sus hijos,
su primera parada al salir a la calle es una tienda de ropa donde compra un vestido
nuevo para que todo el mundo la vea cautivadora a pesar del momento que está
pasando. Y esta actitud es la que lleva a los inspectores de policía que llevan
el caso a volver sus miradas hacia esa mujer que no se derrota, que no cae a
pesar de la desgracia. Sin embargo, hay un hombre que observa a Ruth en la
lejanía, Pete Wonicke, un periodista que acaba de conseguir su primer caso
importante, y que puede ver, desde la distancia, lo que quizás nadie es capaz
de ver en Ruth. En Muertes pequeñas
vemos cómo todos los personajes tienen caras ocultas, cómo ninguno muestra ante
los demás esa parte íntima y más frágil que todos escondemos, pero también cómo
las obsesiones y los prejuicios pueden condicionar las vidas de aquellos que
actúan de forma diferente a como supuestamente deben actuar según marca la
sociedad.
Como he comentado al
principio de la reseña, Muertes pequeñas
se ha convertido en una de mis lecturas de este año, y sin duda, Emma Flint ha
pasado a ser una autora a la que seguiré de cerca, pues ya ocupa un puesto en
mi biblioteca.
Bueno bueno bueno, recién regreso de mis vacaciones y me encuentro con una novela tan prometedora, chica, que quería relajarme un poco y no acumular lecturas tan pronto, pero nada, me lo has puesto difícil...
ResponderEliminarBesitos cielo.
Te prometo que esta vale la pena meterla en la lista de pendientes porque seguro que no te defrauda ;)
EliminarBesitos!!
Hola!espectacular reseña.propuesta muy a lo buhas.como nos gustan!!Y esas imágenes vienen justas!!Gracias. Saludosbuhos
ResponderEliminarMuchas gracias!. Seguro que la disfrutáis ;)
EliminarSaludos!
Que buena pinta,apuntadísima.
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