Las cartas de Esther.- Cécile Pivot

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Reseña Las cartas de Esther.- Cécile Pivot

Editorial: Contraluz Editorial

Año de edición: 2021

ISBN: 978-84-18184-23-9

Formato: Papel

Sinopsis:

Una novela sobre el poder de las cartas para transformar vidas «El taller era su bote salvavidas. Iba a salvarlos de la incomprensión, de un duelo no resuelto, de una vida en punto muerto, de un amor en peligro. Cuando me di cuenta, era demasiado tarde, ya estaba inmersa en la intimidad y la historia de cada uno de ellos.» En memoria de su padre, Esther, una librera del norte de Francia, abre un taller de escritura epistolar. Sus cinco alumnos forman un grupo heterogéneo: una anciana aislada, una pareja que se enfrenta a una severa depresión posparto, un hombre de negocios que busca dar sentido a su vida y un adolescente perdido. A través de sus cartas se tejen lazos, se abren los corazones. El ejercicio literario se transforma poco a poco en una lección de vida de la que todos los participantes saldrán transformados. Novela iniciática, impregnada de ternura y humanidad, "Las cartas de Esther" es una oda al poder de las palabras. (Sinopsis extraída de: Contraluz Editorial).

La autora:

Cécile Pivot es periodista. "Comme d'habitude" es su primer relato, seguido de "Lire!", un ensayo a cuatro manos. "Battements de coeur", su primera novela publicada por Calmann-Lévy en 2010, obtuvo el aplauso de la crítica. (Biografía extraída de: Contraluz Editorial).

Mi reseña:

Hoy os traigo al blog la reseña de una bonita novela epistolar que nos presenta a una serie de personajes que no están atravesando el mejor momento de sus vidas; sin embargo, el comienzo de un intercambio de cartas entre ellos gracias a la iniciativa de Esther, una librera del norte de Francia, que se empeña en abrir un taller de escritura epistolar, poco a poco irán cambiando su historia. Hoy os cuento mis impresiones sobre Las cartas de Esther.  Agradezco a Contraluz Editorial el envío de un ejemplar para su lectura y reseña.

 

Las cartas de Esther nos traslada al norte de Francia, donde Esther, la dueña de una librería, acaba de perder a su padre. En pleno duelo decide que la mejor manera de honrarle es abrir un taller de escritura epistolar. Sus alumnos formarán un variopinto grupo que intercambiará cartas donde se irán contando sus vidas, abriendo poco a poco sus corazones y tejiendo unos lazos que cada vez se harán más fuertes. Una anciana que se siente aislada, una pareja que se enfrenta al momento más difícil de su relación, un hombre de negocios que no encuentra sentido a su vida y un adolescente perdido se darán cuenta de que a veces es más fácil comunicar tus miedos y anhelos ante un desconocido y que lo que comienza siendo un ejercicio literario se transformará poco a poco en una lección de vida.

En Las cartas de Esther Cécile Pivot nos habla fundamentalmente de sentimientos, de los lazos que se crean entre las personas aunque no se conozcan. La soledad y los miedos es algo que nos acechan a todos y muchas veces necesitamos que alguien nos tienda una mano, saber que nos escuchan (en este caso, que nos leen) y que nos entienden sin ser juzgados. Cuando Esther, tras la pérdida de su padre, y a modo de homenaje, decide montar un taller de escritura epistolar, rememorando las cartas que ellos intercambiaban, lo último que puede imaginar es que terminará cambiando la vida a los cinco desconocidos que se convertirán en sus alumnos y que intercambiarán cartas entre ellos de forma aleatoria, incluida la propia Esther, que también participará en el taller. A través de esta correspondencia iremos conociendo a Jeanne, una anciana que vive rodeada de viñedos y que se niega a que ese lugar de ensueño que la rodea termine convertido en una zona llena de ladrillo y hormigón; a Juliette, metida de lleno en una depresión postparto y en una crisis matrimonial con Nicolas, que también participa en el taller. Jean es un hombre de negocios de éxito que no termina de encontrar su lugar en el mundo y Samuel es un adolescente que, tras una pérdida familiar irreparable se encuentra perdido.

Las cartas de Esther es una novela epistolar, donde fundamentalmente todo lo que acontece nos llega a los lectores a través de las cartas que los personajes se irán intercambiando, así que la información nos llega de una forma más subjetiva, pues cada uno de los personajes, en primera persona, nos irán narrando todo lo que acontece en sus vidas y todo lo que quieren transmitir al interlocutor, utilizando así la figura de un narrador interno protagonista. Aunque en algunos momentos  de la novela encontraremos la intervención de un narrador externo omnisciente que nos proporcionará información más objetiva. Al tratarse de una narración basada en cartas, no seguiremos un hilo temporal lineal, sino que iremos recibiendo la información de la vida de los personajes de una forma más irregular. En este caso, las descripciones, aunque nos permiten adentrarnos en los escenarios, son algo más secundario en la narración, pues sirven para que los personajes nos adentren en sus vidas y en sus sentimientos, que es lo que de verdad irán desgranando en las cartas y lo que nos harán conocerlos. No hay diálogos como tal, pero Cécile Pivot irá haciendo que poco a poco cada uno de ellos se vayan dando a conocer.

En cuanto a los personajes, Las cartas de Esther es, fundamentalmente una novela de personajes, de sentimientos. Y como tal, Cécile Pivot nos hace partícipes de lo que cada uno de ellos siente y de cómo van cambiando según se van sucediendo las cartas. Personalmente me ha conquistado Jeanne, la mujer que vive rodeada de viñedos y que se niega a que nada cambie a su alrededor. Ha luchado por vivir una vejez tranquila, rodeada de naturaleza, animales y sus recuerdos y no está dispuesta a que el hormigón y el ladrillo se lo arrebate; pero al mismo tiempo, y conforme avancen las cartas, veremos que la soledad también hacen mella en ella. Además, me encantan los consejos que vierte en sus cartas hacia los más jóvenes, como los guía sin imponer sus criterios y sin pensar que por tener más vida a sus espaldas es más sabia que el resto. He sentido mucha empatía por Juliette, una mujer que se ve sobrepasada por la maternidad y por lo que se espera de ella, por lo que se espera que debe ser una mujer hoy, una madre que puede con todo y siempre con una sonrisa, sin permitirse malos momentos. Y Samuel, que al principio parece el típico adolescente pasota, nos demuestra que siempre hay rascar un poco en la superficie para ver que el comportamiento de las personas arrastra motivos ocultos. Y por supuesto, como nexo común a todos ellos, Esther, una mujer optimista que necesita tanto como sus alumnos el taller de escritura.

Las cartas de Esther es una novela de sentimientos, de humanidad y de relaciones entre personas desconocidas que tienden puentes entre sí.