Reseña Lo que no bailamos.- Maivo Suárez
Editorial: Autopublicado
Año de edición: 2016
ASIN: B01MZ226EQ
Formato: Ebook
Año de edición: 2016
ASIN: B01MZ226EQ
Formato: Ebook
Sinopsis:
Colección de diez relatos que nos presentan con gran originalidad diversas facetas de la sociedad chilena, protagonizados todos ellos por personajes inseguros, llenos de dudas, arrepentimientos, decepciones o nostalgia. Individuos que quisieron bailar y no pudieron, o no les dejaron. Trabajadores sociales frustrados, adolescentes embarazadas, parejas con problemas de dinero, amantes asediados por sentimientos de culpa son algunos de los protagonistas de estas historias. (Sinopsis extraída de: Amazon).
La autora:
Maivo Suárez (Talcahuano, 1964). Pasó su niñez y juventud en Argentina, donde estudió Trabajo Social en la Universidad de Buenos Aires. Regresó a Chile en 1988. Paralelo a su desempeño profesional participó en los talleres literarios de los escritores Carolina Rivas, Pía Barros y Pablo Azócar, entre otros. En 2013 realizó el Diplomado en Edición y Publicaciones, de la Universidad Católica.
Algunos de sus cuentos han recibido diversas distinciones: Ariel, primer lugar Concurso de cuentos policiales organizado por la PDI (2013), Las pintoras de flores, primer lugar Concurso de cuentos Municipalidad de La Pintana (2014), Mi primer viaje con Lady Di, primer lugar Concurso Cuento Km (2015), organizado por Espacio Creamundos. También ha sido finalista en Santiago en 100 Palabras.
En el año 2016 obtiene la beca de creación del Consejo del Libro en el género novela. Vive en Santiago.
Lo que no bailamos, es su primer libro de cuentos. (Biografía extraída de: Letras de Chile).
Mi reseña:
Hoy os traigo al blog la
tercera reseña de las cinco que forman la categoría de relato del Concurso
Guillermo de Baskerville de la web literaria Libros Prohibidos, y
corresponde al libro con el que hace su debut literario Maivo Suárez, una autora chilena a la que pretendo no perderle la
pista. Hoy os traigo mis impresiones sobre los cuentos que componen Lo
que no bailamos, una antología
de diez cuentos que, transcurriendo
dentro de lo cotidiano, golpean al lector con su dureza y su realidad.
Cabañas en Vilcún
Lo que no bailamos no
traslada al lector a ningún mundo que no conozca, pues el Chile en el que transcurren sus cuentos es en realidad cualquier
país del mundo; cualquier realidad de cualquier hogar en el que un
matrimonio intenta navegar y no naufragar; la de cualquier trabajador que
intenta mantener sus ideales frente a un sistema que cosifica a las personas y
que convierte a aquellos que conforman su engranaje en máquinas que firman
solicitudes sin preguntarse qué historias hay detrás de esos montones de
papeles; la realidad de una adolescente que siente que jamás llega a cumplir
las expectativas de aquellos que la rodean. Diez cuentos que consiguen que los lectores nos identifiquemos con los
personajes, que veamos que nuestra propia vida no difiere tanto de la de
aquellos que nos rodean o de la de aquellos que están a un océano de distancia.
Leer Lo que no bailamos es ir descubriendo en cada uno de los relatos
un pedacito de la vida, aunque no sea de la propia porque Maivo Suárez nos hable de situaciones
por las que nosotros mismos no hayamos pasado; seguro que, de alguna forma, son
situaciones que nos resultan familiares, pues conocemos a alguien que sí las ha
vivido, que nos ha contado ciertas cosas que le estaban sucediendo en su vida. Con cada uno de los relatos he sentido algo
diferente, aunque no siempre el protagonista es quien ha llegado a
gustarme, pues en alguna ocasión este no es quien consigue empatizar con el
lector, por ejemplo y sin desvelar más allá de lo que creo que puedo desvelar,
en VDM,
la protagonista no llegó a caerme del
todo bien, y no porque sea una mala persona, nada más lejos de la realidad,
sino más bien por su falta de decisión,
por su inactividad a la hora de tomar decisiones y cuyas consecuencias
llegan más lejos de lo que ella misma puede imaginar. También en La
Gorda nos vamos a encontrar con un protagonista que va a despertar la
antipatía del lector, un relato muy duro
sobre un tema como la violencia machista que cada vez sacude con más dureza
a toda la sociedad. Si algo me ha gustado en Lo que no bailamos es la naturalidad con la que Maivo Suárez trata
todos los temas que se tocan en cada uno de los relatos, en algunos de ellos temas realmente duros,
y en los que los lectores observamos que la
autora no se empeña en adornarlos ni en añadir golpes de efecto, simplemente
nos los muestra.
Combinando en
los distintos cuentos los estilos
directo e indirecto y utilizando en todos ellos una prosa cuidada pero directa, Maivo
Suárez utiliza en Lo que no bailamos diversas figuras narrativas, ya que
encontramos desde el narrador en segunda
persona pero que esconde a un narrador protagonista que está presente en Manual para señoritas, y que se expresa
en segunda persona; a un narrador
protagonista que se expresa en primera persona en Operación Alum o Lo que no
bailamos o un narrador omnisciente
que se expresa en tercera persona en Un
pedazo de cerro y una punta de sol. Estos
cambios de narrador también condicionan la forma en la que la información nos
va a llegar a los lectores, pues cuando el narrador es protagonista,
quienes estamos al otro lado de la página solo recibimos su visión de la
historia, conocemos al resto de personajes a través de sus ojos, mientras que
cuando el narrador es omnisciente, este posee toda la información, tanto
subjetiva como objetiva y es quien la transmite al lector. Con unas descripciones sutiles pero certeras y efectivas,
que nos muestran los escenarios y nos permiten meternos de lleno en cada uno de
los relatos, Maivo Suárez es capaz
de crear escenas llenas de fuerza en
sus relatos, ya que nos va guiando con hilos invisibles dentro de sus cuentos,
hasta el final de unas historias que es imposible que te dejen impasible, que
no te remuevan por dentro, que no reconozcas y en las que te reconozcas, de una
u otra forma. Creo que en el caso de Lo que no bailamos no puedo deciros
que me quedo con un relato por encima de otro, ya que con todos he disfrutado y
de todos me he quedado algo.
En cuanto a los personajes, Maivo Suárez también nos ofrece a los
lectores de Lo que no bailamos un verdadero
crisol de personalidades diferentes que representan lo que nos vamos
encontrando en la vida misma. Personas con las que nos vamos a sentir
identificadas o que nos van a recordar a alguien que conocemos. Personajes llenos de matices que no
podemos catalogar como buenos o malos, pues en la vida real, en la mayoría de
las ocasiones, todos somos buenos y malos dependiendo de quién nos esté
juzgando, de cómo haya sido nuestro comportamiento con quién tenemos enfrente.
Personalmente, creo que no puedo dudar cuando digo que es el protagonista de La Gorda quien se encuentra más alejado
de mí, quién más ha despertado mi rechazo, pero también he comentado antes que
la protagonista de VDM tampoco ha
logrado empatizar conmigo, aunque por motivos muy diferentes. Sin embargo, me
ha dado la sensación de que Maivo Suárez
no busca empatizar con el lector cuando crea a sus personajes; lo que busca es despertar sensaciones en
aquel que está leyendo sus cuentos, pero no le preocupa que vayan a caer
bien o mal. Mi sensación es que busca
humanizar a sus protagonistas y que de esta forma puedan remover a los lectores,
para así enfrentarlos a su propia realidad.
Por todo esto, Lo
que no bailamos ha supuesto un
verdadero descubrimiento para mí, y Maivo
Suárez una autora a la quiero seguir la pista de cerca y tener noticias
sobre sus siguientes obras. Por cosas
como esta es por lo que me encanta ser jurado de los Premios
Guillermo de Baskerville, por la oportunidad que me brindan de
descubrir estos grandes talentos que hay que sacar a la luz.
Sinopsis:
Colección de diez relatos que nos presentan con gran originalidad diversas facetas de la sociedad chilena, protagonizados todos ellos por personajes inseguros, llenos de dudas, arrepentimientos, decepciones o nostalgia. Individuos que quisieron bailar y no pudieron, o no les dejaron. Trabajadores sociales frustrados, adolescentes embarazadas, parejas con problemas de dinero, amantes asediados por sentimientos de culpa son algunos de los protagonistas de estas historias. (Sinopsis extraída de: Amazon).
La autora:
Maivo Suárez (Talcahuano, 1964). Pasó su niñez y juventud en Argentina, donde estudió Trabajo Social en la Universidad de Buenos Aires. Regresó a Chile en 1988. Paralelo a su desempeño profesional participó en los talleres literarios de los escritores Carolina Rivas, Pía Barros y Pablo Azócar, entre otros. En 2013 realizó el Diplomado en Edición y Publicaciones, de la Universidad Católica.
Algunos de sus cuentos han recibido diversas distinciones: Ariel, primer lugar Concurso de cuentos policiales organizado por la PDI (2013), Las pintoras de flores, primer lugar Concurso de cuentos Municipalidad de La Pintana (2014), Mi primer viaje con Lady Di, primer lugar Concurso Cuento Km (2015), organizado por Espacio Creamundos. También ha sido finalista en Santiago en 100 Palabras.
En el año 2016 obtiene la beca de creación del Consejo del Libro en el género novela. Vive en Santiago.
Lo que no bailamos, es su primer libro de cuentos. (Biografía extraída de: Letras de Chile).
Mi reseña:
Hoy os traigo al blog la
tercera reseña de las cinco que forman la categoría de relato del Concurso
Guillermo de Baskerville de la web literaria Libros Prohibidos, y
corresponde al libro con el que hace su debut literario Maivo Suárez, una autora chilena a la que pretendo no perderle la
pista. Hoy os traigo mis impresiones sobre los cuentos que componen Lo
que no bailamos, una antología
de diez cuentos que, transcurriendo
dentro de lo cotidiano, golpean al lector con su dureza y su realidad.
Cabañas en Vilcún |
Leer Lo que no bailamos es ir descubriendo en cada uno de los relatos
un pedacito de la vida, aunque no sea de la propia porque Maivo Suárez nos hable de situaciones
por las que nosotros mismos no hayamos pasado; seguro que, de alguna forma, son
situaciones que nos resultan familiares, pues conocemos a alguien que sí las ha
vivido, que nos ha contado ciertas cosas que le estaban sucediendo en su vida. Con cada uno de los relatos he sentido algo
diferente, aunque no siempre el protagonista es quien ha llegado a
gustarme, pues en alguna ocasión este no es quien consigue empatizar con el
lector, por ejemplo y sin desvelar más allá de lo que creo que puedo desvelar,
en VDM,
la protagonista no llegó a caerme del
todo bien, y no porque sea una mala persona, nada más lejos de la realidad,
sino más bien por su falta de decisión,
por su inactividad a la hora de tomar decisiones y cuyas consecuencias
llegan más lejos de lo que ella misma puede imaginar. También en La
Gorda nos vamos a encontrar con un protagonista que va a despertar la
antipatía del lector, un relato muy duro
sobre un tema como la violencia machista que cada vez sacude con más dureza
a toda la sociedad. Si algo me ha gustado en Lo que no bailamos es la naturalidad con la que Maivo Suárez trata
todos los temas que se tocan en cada uno de los relatos, en algunos de ellos temas realmente duros,
y en los que los lectores observamos que la
autora no se empeña en adornarlos ni en añadir golpes de efecto, simplemente
nos los muestra.
Combinando en
los distintos cuentos los estilos
directo e indirecto y utilizando en todos ellos una prosa cuidada pero directa, Maivo
Suárez utiliza en Lo que no bailamos diversas figuras narrativas, ya que
encontramos desde el narrador en segunda
persona pero que esconde a un narrador protagonista que está presente en Manual para señoritas, y que se expresa
en segunda persona; a un narrador
protagonista que se expresa en primera persona en Operación Alum o Lo que no
bailamos o un narrador omnisciente
que se expresa en tercera persona en Un
pedazo de cerro y una punta de sol. Estos
cambios de narrador también condicionan la forma en la que la información nos
va a llegar a los lectores, pues cuando el narrador es protagonista,
quienes estamos al otro lado de la página solo recibimos su visión de la
historia, conocemos al resto de personajes a través de sus ojos, mientras que
cuando el narrador es omnisciente, este posee toda la información, tanto
subjetiva como objetiva y es quien la transmite al lector. Con unas descripciones sutiles pero certeras y efectivas,
que nos muestran los escenarios y nos permiten meternos de lleno en cada uno de
los relatos, Maivo Suárez es capaz
de crear escenas llenas de fuerza en
sus relatos, ya que nos va guiando con hilos invisibles dentro de sus cuentos,
hasta el final de unas historias que es imposible que te dejen impasible, que
no te remuevan por dentro, que no reconozcas y en las que te reconozcas, de una
u otra forma. Creo que en el caso de Lo que no bailamos no puedo deciros
que me quedo con un relato por encima de otro, ya que con todos he disfrutado y
de todos me he quedado algo.
En cuanto a los personajes, Maivo Suárez también nos ofrece a los
lectores de Lo que no bailamos un verdadero
crisol de personalidades diferentes que representan lo que nos vamos
encontrando en la vida misma. Personas con las que nos vamos a sentir
identificadas o que nos van a recordar a alguien que conocemos. Personajes llenos de matices que no
podemos catalogar como buenos o malos, pues en la vida real, en la mayoría de
las ocasiones, todos somos buenos y malos dependiendo de quién nos esté
juzgando, de cómo haya sido nuestro comportamiento con quién tenemos enfrente.
Personalmente, creo que no puedo dudar cuando digo que es el protagonista de La Gorda quien se encuentra más alejado
de mí, quién más ha despertado mi rechazo, pero también he comentado antes que
la protagonista de VDM tampoco ha
logrado empatizar conmigo, aunque por motivos muy diferentes. Sin embargo, me
ha dado la sensación de que Maivo Suárez
no busca empatizar con el lector cuando crea a sus personajes; lo que busca es despertar sensaciones en
aquel que está leyendo sus cuentos, pero no le preocupa que vayan a caer
bien o mal. Mi sensación es que busca
humanizar a sus protagonistas y que de esta forma puedan remover a los lectores,
para así enfrentarlos a su propia realidad.
Por todo esto, Lo
que no bailamos ha supuesto un
verdadero descubrimiento para mí, y Maivo
Suárez una autora a la quiero seguir la pista de cerca y tener noticias
sobre sus siguientes obras. Por cosas
como esta es por lo que me encanta ser jurado de los Premios
Guillermo de Baskerville, por la oportunidad que me brindan de
descubrir estos grandes talentos que hay que sacar a la luz.
Esta vez no me llama demasiado. Un beso ;)
ResponderEliminarA ver los próximos ;). Un besote!
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