Reseña Último suspiro.- Robert Bryndza
Editorial: Roca EditorialAño de edición: 2020ISBN: 9788417805609Formato: Papel
Sinopsis:
El cuerpo torturado de una joven aparece en un contenedor de basura con los ojos hinchados y su ropa bañada en sangre. La detective Erika Foster será la primera en llegar a la escena del crimen. El problema es que esta vez no es su caso.
Mientras lucha por asegurarse un sitio en el equipo de investigación, Erika no puede evitar involucrarse y enseguida encuentra una pista relacionada que relaciona el caso con el asesinato sin resolver de una mujer, ocurrido cuatro meses atrás. Arrojada en un lugar similar, ambas mujeres tienen heridas muy parecidas: una incisión mortal en la arteria femoral.
Acosando a sus víctimas por internet, el asesino se está aprovechando de mujeres jóvenes y hermosas, utilizando una identidad falsa. ¿Cómo atrapará Erika a un asesino que parece no existir?
Pronto, otra mujer es secuestrada mientras esperaba una cita. Erika y su equipo tendrán que encontrarla antes de que se convierta en otra víctima mortal y enfrentarse por fin, cara a cara, con el terrible y sádico asesino.
Fascinante, llena de tensión e imposible de dejar de leer, Último suspiro te mantendrá en el sofá, en una carrera hacia un dramático final.
Por el autor del best seller internacional Te veré bajo el hielo. (Sinopsis extraída de: Roca Editorial).
El autor:
Robert Bryndza, autor bestseller # 1 en Amazon, en USA Today y en The Wall Street Journal.
Te veré bajo el hielo es su primer thriller. Bryndza es también autor de otras novelas dentro del género de la comedia romántica. Nacido en Inglaterra, actualmente vive en Eslovaquia. (Sinopsis extraída de: Roca Editorial).
Mi reseña:
Hoy os traigo al blog, para
la que es la primera entrada del año, la reseña de una novela que terminé hace
unas semanas y cuya lectura disfruté muchísimo, al igual que las tres que la
preceden, pues se trata de la cuarta entrega de la serie Erika Foster, Último suspiro, donde nos volvemos a
encontrar con la rebelde inspectora que nunca sigue los cauces establecidos
para resolver los casos que le llegan a las manos, aunque ello le pueda costar
la carrera. En esta ocasión Robert Bryndza pondrá a Erika frente a un asesino
en serie que está matando a jóvenes mujeres en Londres y abandonando sus
cadáveres en los contenedores de basura, un caso contra reloj en el que la
inspectora tendrá que poner todos sus sentidos para evitar nuevas muertes.
Agradezco a Roca Editorial
el envío de un ejemplar para su lectura y reseña.
Último
suspiro comienza con la aparición de una joven con el cuerpo totalmente
torturado en el interior de un contenedor de basura. Casi por casualidad, Erika
Foster será la primera en llegar a la escena del crimen, pero el problema es
que el caso es que no le pertenece. Sin embargo, esto no detendrá a Erika, que
luchará por conseguir un hueco en el equipo que lleva el caso; mientras lo
intenta, no podrá evitar involucrarse y esto le llevará a encontrar pistas que
relacionan esta muerte con el asesinato de otra mujer ocurrido cuatro meses
atrás y cuya investigación se encuentra en punto muerto. Poco a poco, Erika irá
descubriendo que su asesino es escurridizo y acecha a sus víctimas por
internet, mujeres jóvenes y hermosas ante las que utiliza una identidad falsa,
por eso, ¿podrá Erika atrapar a un asesino que parece no existir?.
Como he comentado al
principio de la reseña, hoy os hablo de esta cuarta entrega que tiene como
protagonista a Erika Foster y que nos vuelve a atrapar como lo lleva haciendo desde
la primera. Desde que leí Te veré bajo el
hielo (cuya reseña podéis leer aquí)
supe que había encontrado otra serie que quería continuar, aunque con todas las
lecturas que tengo pendientes la tenía aparcada, pero cuando Roca Editorial me envió
este ejemplar, no dudé en leerme las dos que me faltaban, y lo cierto es que me
enganché tanto que leí los tres seguidos y me duraron un suspiro. En este
cuarto, Erika no solo se tiene que enfrentar a un asesino que se escuda tras
las redes sociales para localizar a sus víctimas y convertirse casi en una
sombra, también se enfrenta a las consecuencias laborales que sus actos pasados
le han traído, en un nuevo destino que no la llena y que para ella es monótono
y sin emoción, algo a lo que ella no se resigna; y también tendrá que enfrentar
los dramas que la asolaron años atrás y que tendrá que empezar a plantearse
dejarlos marchar para poder avanzar en su vida. Conoceremos a una Erika más
humana, que se dejará ver más ante las personas que la rodean, que no se
muestra tan hermética y que poco a poco va perdiendo el miedo a ser feliz de
nuevo, que sabe que también se merece que la quieran y volver a querer.
Escrita bajo un estilo
directo, en Último suspiro Robert
Bryndza utiliza la figura de un narrador externo omnisciente que se expresa en
tercera persona y que es conocedor de toda la información que afecta a los
personajes, tanto objetiva como subjetiva, proporcionando a los lectores una
visión global de todo lo que acontece. Con un ritmo rápido en casi toda la
lectura, en ocasiones tendremos la sensación de que la lectura se vuelve casi
cinematográfica, gracias a unas descripciones que nos permiten adentrarnos de
lleno en cada una de las escenas en las que transcurre la acción y unos
diálogos ágiles y bien llevados por el autor, donde el narrador desaparece para
dejar el protagonismo absoluto a los personajes, logrando unas escenas llenas
de visibilidad. Último suspiro sigue
un hilo temporal lineal, y contiene pocos saltos temporales a lo largo de la
novela. La verdad es que siendo la cuarte entrega no tengo la sensación de que
esto le pase factura a la serie, no he tenido, de momento, la sensación de que
un libro esté por debajo de otro, todos han ido manteniendo el nivel del
primero, que la verdad es que dejó el listón muy alto, y mantienen las ganas de
que el siguiente llegue a nuestras librerías.
En cuanto a los personajes,
volvemos a encontrarnos con Erika Foster, que en esta novela, aunque mantiene
su esencia rebelde y las ganas de ir contra las normas establecidas, ha tenido
una importante evolución emocional, ya que poco a poco vuelve a sentir que
tiene derecho a ser feliz de nuevo, que no pasa nada por establecer relaciones
afectivas con aquellos que nos rodean; nadie puede mantenerse ajeno a quienes
les rodean ni ser inmune a los afectos. También seremos testigos de cómo Peterson,
el compañero de Erika, irá adquiriendo más protagonismo en la trama,
desvelándose como un tipo divertido y atento, que al mismo tiempo se enfunda en
su traje de policía sin ningún tipo de problema, sabiendo separar su vida
personal y profesional. Personalmente, me gusta mucho el retrato que nos brinda
Robert Bryndza dentro de la novela del asesino, ya que los lectores iremos
conociendo su identidad y su personalidad al mismo tiempo que la investigación
policial va teniendo lugar.
Último
suspiro es, hasta la fecha, la última novela que ha llegado a
nuestras librerías de la serie Erika Foster, pero sabemos que todavía quedan
algunas por traducir que están ya publicadas, así que, sabiendo que voy a
seguir con esta serie hasta la última aventura de la inspectora, os recomiendo
que no le perdáis la pista.
Hoy os traigo al blog, para
la que es la primera entrada del año, la reseña de una novela que terminé hace
unas semanas y cuya lectura disfruté muchísimo, al igual que las tres que la
preceden, pues se trata de la cuarta entrega de la serie Erika Foster, Último suspiro, donde nos volvemos a
encontrar con la rebelde inspectora que nunca sigue los cauces establecidos
para resolver los casos que le llegan a las manos, aunque ello le pueda costar
la carrera. En esta ocasión Robert Bryndza pondrá a Erika frente a un asesino
en serie que está matando a jóvenes mujeres en Londres y abandonando sus
cadáveres en los contenedores de basura, un caso contra reloj en el que la
inspectora tendrá que poner todos sus sentidos para evitar nuevas muertes.
Agradezco a Roca Editorial
el envío de un ejemplar para su lectura y reseña.
Último suspiro comienza con la aparición de una joven con el cuerpo totalmente torturado en el interior de un contenedor de basura. Casi por casualidad, Erika Foster será la primera en llegar a la escena del crimen, pero el problema es que el caso es que no le pertenece. Sin embargo, esto no detendrá a Erika, que luchará por conseguir un hueco en el equipo que lleva el caso; mientras lo intenta, no podrá evitar involucrarse y esto le llevará a encontrar pistas que relacionan esta muerte con el asesinato de otra mujer ocurrido cuatro meses atrás y cuya investigación se encuentra en punto muerto. Poco a poco, Erika irá descubriendo que su asesino es escurridizo y acecha a sus víctimas por internet, mujeres jóvenes y hermosas ante las que utiliza una identidad falsa, por eso, ¿podrá Erika atrapar a un asesino que parece no existir?.
Como he comentado al
principio de la reseña, hoy os hablo de esta cuarta entrega que tiene como
protagonista a Erika Foster y que nos vuelve a atrapar como lo lleva haciendo desde
la primera. Desde que leí Te veré bajo el
hielo (cuya reseña podéis leer aquí)
supe que había encontrado otra serie que quería continuar, aunque con todas las
lecturas que tengo pendientes la tenía aparcada, pero cuando Roca Editorial me envió
este ejemplar, no dudé en leerme las dos que me faltaban, y lo cierto es que me
enganché tanto que leí los tres seguidos y me duraron un suspiro. En este
cuarto, Erika no solo se tiene que enfrentar a un asesino que se escuda tras
las redes sociales para localizar a sus víctimas y convertirse casi en una
sombra, también se enfrenta a las consecuencias laborales que sus actos pasados
le han traído, en un nuevo destino que no la llena y que para ella es monótono
y sin emoción, algo a lo que ella no se resigna; y también tendrá que enfrentar
los dramas que la asolaron años atrás y que tendrá que empezar a plantearse
dejarlos marchar para poder avanzar en su vida. Conoceremos a una Erika más
humana, que se dejará ver más ante las personas que la rodean, que no se
muestra tan hermética y que poco a poco va perdiendo el miedo a ser feliz de
nuevo, que sabe que también se merece que la quieran y volver a querer.
En cuanto a los personajes, volvemos a encontrarnos con Erika Foster, que en esta novela, aunque mantiene su esencia rebelde y las ganas de ir contra las normas establecidas, ha tenido una importante evolución emocional, ya que poco a poco vuelve a sentir que tiene derecho a ser feliz de nuevo, que no pasa nada por establecer relaciones afectivas con aquellos que nos rodean; nadie puede mantenerse ajeno a quienes les rodean ni ser inmune a los afectos. También seremos testigos de cómo Peterson, el compañero de Erika, irá adquiriendo más protagonismo en la trama, desvelándose como un tipo divertido y atento, que al mismo tiempo se enfunda en su traje de policía sin ningún tipo de problema, sabiendo separar su vida personal y profesional. Personalmente, me gusta mucho el retrato que nos brinda Robert Bryndza dentro de la novela del asesino, ya que los lectores iremos conociendo su identidad y su personalidad al mismo tiempo que la investigación policial va teniendo lugar.
Último suspiro es, hasta la fecha, la última novela que ha llegado a nuestras librerías de la serie Erika Foster, pero sabemos que todavía quedan algunas por traducir que están ya publicadas, así que, sabiendo que voy a seguir con esta serie hasta la última aventura de la inspectora, os recomiendo que no le perdáis la pista.
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