Reseña Una casa en Amargura.- Elisa Vázquez de Gey
Editorial: Ediciones B, S. A.
Año de edición: 2015
ISBN: 978-84-666-5709-9
Formato: Papel
Sinopsis:
Cuba, 1882. Una mujer, convertida en esclava, lucha por recuperar sus raíces perdidas. Misterio llega a La Habana en un barco negrero apresado por ingleses cuando ya la trata está prohibida. El Gobierno colonial la alquila a diferentes amos que, uno tras otro, le cambian el nombre, antes de convertirse en liberta de color y cuidadora de una niña blanca en una casona de la calle Amargura. Pero Misterio fallece y sus amigos descubren, atónitos, que les ha dejado un encargo: ella misma exigió la presencia de cinco almas, dos de ellas desconocidas, en la apertura de su testamento y tendrán que localizarlas. La búsqueda de esas personas desvelará secretos más que sorprendentes. Una casa en Amargura nos transporta a una Habana poblada de ricos españoles, damas criollas, gallegos, chinos y esclavos africanos, que bulle entre archivos de copistas, estudios de síndicos y singulares domicilios de escribientes callejeros. Un delicioso paseo por la vida cotidiana de los amos y los siervos en las elegantes mansiones coloniales y un acertado retrato de las mujeres esclavas en la Cuba española. (Sinopsis extraída de: Ediciones B).
La autora:
Elisa Vázquez de Gey (Lugo, 1955), licenciada en Filología Francesa por la Universidad de Santiago de Compostela, comenzó su trayectoria como escritora en la poesía para ir derivando hacia la biografía y la novela histórica. Entre sus títulos más recientes destacan la biografía Anita Delgado, Maharaní de Kapurthala (1998), la novela histórica El sueño de la Maharaní (2005) y la biografía La princesa de Kapurthala (2008). Ahora, en Una casa en Amargura —documentada en fuentes francesas, cubanas y gallegas—, aborda el inexplorado tema de la esclavitud doméstica urbana en la Cuba española. Elisa Vázquez de Gey vive y trabaja en Galicia. (Biografía extraída de: Ediciones B).
Mi reseña:
Hoy la entrada en el blog es para Una casa en Amargura, de Elisa Vázquez de Gey, la última novela que he tenido oportunidad de leer gracias a Ediciones B, y que he disfrutado de principio a fin. Un libro que te atrapa desde la primera página para llevarte hasta una Cuba prácticamente desconocida y hacerte disfrutar hasta el final.
Una casa en Amargura nos cuenta la historia de Misterio, una mujer africana que llega como esclava a Cuba tras haber sido secuestrada en su tierra natal y haber pasado sus primeros años de esclavitud en la isla de Bourbon. Pero será tras el fallecimiento de Misterio cuando, al leerse sus últimas voluntades se comience a conocer su verdadera existencia. Misterio deja como condición para la apertura de su testamento la presencia de cinco personas, pero de dos de ellas no se sabe su paradero, y serán las otras tres, entre las que se encuentra Dulce Elena, la joven hija del Caballero Síndico Procurador General que Misterio cuidó desde niña, las encargadas de dar con las dos personas que faltan; y las claves para ello están en la propia vida de la alegre y franca africana, una existencia que se desvelará llena de secretos, aventuras y desventuras, pero también de enorme dureza y de tristes pérdidas.
La lectura de Una casa en Amargura ha sido un verdadero placer, me ha mantenido pegada a sus páginas en todo momento, y no sólo porque en general suelo disfrutar con este tipo de novelas, sino porque me ha transportado hasta un escenario que me era prácticamente desconocido; no conocía demasiado como era la Cuba colonial desde el punto de vista de la esclavitud, algo que me ha resultado muy interesante. Tendemos a pensar cuando nos hablan sobre este tema, irremediablemente, en Estados Unidos, y se nos escapa que España fue uno de los principales países exportadores de mano de obra esclava desde África hacia América hasta bien entrado el S. XIX, pasaje de la historia sobre el que parece que se ha querido correr un tupido velo, pero que está ahí. Y en esta novela, Elisa Vázquez de Gey lo cuenta muy bien.
Escrita con un estilo ágil y evocador, Elisa Vázquez de Gey hace un uso de la prosa fresco a la par que cuidado, utilizando con gran acierto los modismos o cubanismos propios de la isla, adaptando también el lenguaje a los personajes. En Una casa en Amargura nos vamos a encontrar con varias figuras narrativas, pues comienza con un narrador omnisciente para enseguida pasar a un narrador que oscila entre el protagonista y el testigo a través de la figura de Dulce Elena, pues será esta quien nos hable durante toda la novela, contándonos su vida pero también la de Misterio y la de aquellos que la rodean. Sin embargo, hay momentos en los que Dulce Elena se limita a "reproducir" lo que Misterio ha dejado escrito, y por lo tanto en este momento estamos ante la figura de un narrador editor. La trama principal de la novela sigue un hilo temporal lineal, aunque la novela comienza in extrema res, por el final de la historia para después volver sobre sus pasos e ir desgranando todas las tramas; sin embargo es frecuente que sean varias las veces que Eliza Vázquez de Gey recurra a la analepsis o flashback para hacernos conocedores de situaciones que sucedieron en el pasado pero que afectan a los protagonistas en el presente, o la propia historia de Misterio, que también contiene saltos temporales. Con unas descripciones que transportan al lector a las calles de La Habana, Una casa en Amargura permite a quien tiene la novela entre sus manos "vivir" cada una de sus escenas tanto a través de estas descripciones como de los grandes diálogos que la autora construye entre los personajes pero también es de recibo mencionar los buenísimos monólogos que realiza Misterio al dictar su vida al escribiente. En Una casa en Amargura se detecta una laboriosa labor de documentación realizada por parte de Elisa Vázquez de Gey, que enriquece sobre manera la novela.
En cuanto a los personajes, Elisa Vázquez de Gey ha sabido crear en Una casa en Amargura una serie de personajes de los que se van pegando a la piel del lector, van haciendo mella en él casi sin que uno se dé cuenta, y llega un momento en el que te descubres pensando en ellos casi como si les conocieras desde siempre. Cercanos, cargados de realidad y de verdad, te acompañan en una novela en la que hay momentos para la risa, para la emoción y para el llanto. Misterio es un personaje fuerte a la par que tierno, con una vida muy dura a sus espaldas pero que sin embargo no ha llegado a perder del todo la inocencia, lo que la convierte en alguien entrañable. Dulce Elena es una mujer independiente que ama la literatura y adora a su "muleque" Ulises Horacio, con el que se ha criado desde niña y con el que mantiene una relación de hermanos. Ambos conforman una parte fundamental de la novela y consiguen que el lector empatice por completo con ambos y se sienta en ocasiones como uno más entre ellos, participando de sus momentos cómplices. Pero además de estos, vamos a encontrar toda una amalgama de personajes, entre los que vamos a encontrar también algunos personajes históricos reales, que conformarán el crisol tan variopinto e inolvidable que conviven en Amargura.
Por todo esto, es fácil deducir que mi recomendación sobre si hay que leer Una casa en Amargura es por descontado que sí, tanto para los aficionados a las novelas landscape como a la histórica, así como a los aficionados a las buenas historias, sin más etiquetas.
Formato: Papel
Sinopsis:
Cuba, 1882. Una mujer, convertida en esclava, lucha por recuperar sus raíces perdidas. Misterio llega a La Habana en un barco negrero apresado por ingleses cuando ya la trata está prohibida. El Gobierno colonial la alquila a diferentes amos que, uno tras otro, le cambian el nombre, antes de convertirse en liberta de color y cuidadora de una niña blanca en una casona de la calle Amargura. Pero Misterio fallece y sus amigos descubren, atónitos, que les ha dejado un encargo: ella misma exigió la presencia de cinco almas, dos de ellas desconocidas, en la apertura de su testamento y tendrán que localizarlas. La búsqueda de esas personas desvelará secretos más que sorprendentes. Una casa en Amargura nos transporta a una Habana poblada de ricos españoles, damas criollas, gallegos, chinos y esclavos africanos, que bulle entre archivos de copistas, estudios de síndicos y singulares domicilios de escribientes callejeros. Un delicioso paseo por la vida cotidiana de los amos y los siervos en las elegantes mansiones coloniales y un acertado retrato de las mujeres esclavas en la Cuba española. (Sinopsis extraída de: Ediciones B).
La autora:
Elisa Vázquez de Gey (Lugo, 1955), licenciada en Filología Francesa por la Universidad de Santiago de Compostela, comenzó su trayectoria como escritora en la poesía para ir derivando hacia la biografía y la novela histórica. Entre sus títulos más recientes destacan la biografía Anita Delgado, Maharaní de Kapurthala (1998), la novela histórica El sueño de la Maharaní (2005) y la biografía La princesa de Kapurthala (2008). Ahora, en Una casa en Amargura —documentada en fuentes francesas, cubanas y gallegas—, aborda el inexplorado tema de la esclavitud doméstica urbana en la Cuba española. Elisa Vázquez de Gey vive y trabaja en Galicia. (Biografía extraída de: Ediciones B).
Mi reseña:
Hoy la entrada en el blog es para Una casa en Amargura, de Elisa Vázquez de Gey, la última novela que he tenido oportunidad de leer gracias a Ediciones B, y que he disfrutado de principio a fin. Un libro que te atrapa desde la primera página para llevarte hasta una Cuba prácticamente desconocida y hacerte disfrutar hasta el final.
La Habana (Samuel Hazard) |
La lectura de Una casa en Amargura ha sido un verdadero placer, me ha mantenido pegada a sus páginas en todo momento, y no sólo porque en general suelo disfrutar con este tipo de novelas, sino porque me ha transportado hasta un escenario que me era prácticamente desconocido; no conocía demasiado como era la Cuba colonial desde el punto de vista de la esclavitud, algo que me ha resultado muy interesante. Tendemos a pensar cuando nos hablan sobre este tema, irremediablemente, en Estados Unidos, y se nos escapa que España fue uno de los principales países exportadores de mano de obra esclava desde África hacia América hasta bien entrado el S. XIX, pasaje de la historia sobre el que parece que se ha querido correr un tupido velo, pero que está ahí. Y en esta novela, Elisa Vázquez de Gey lo cuenta muy bien.
Escrita con un estilo ágil y evocador, Elisa Vázquez de Gey hace un uso de la prosa fresco a la par que cuidado, utilizando con gran acierto los modismos o cubanismos propios de la isla, adaptando también el lenguaje a los personajes. En Una casa en Amargura nos vamos a encontrar con varias figuras narrativas, pues comienza con un narrador omnisciente para enseguida pasar a un narrador que oscila entre el protagonista y el testigo a través de la figura de Dulce Elena, pues será esta quien nos hable durante toda la novela, contándonos su vida pero también la de Misterio y la de aquellos que la rodean. Sin embargo, hay momentos en los que Dulce Elena se limita a "reproducir" lo que Misterio ha dejado escrito, y por lo tanto en este momento estamos ante la figura de un narrador editor. La trama principal de la novela sigue un hilo temporal lineal, aunque la novela comienza in extrema res, por el final de la historia para después volver sobre sus pasos e ir desgranando todas las tramas; sin embargo es frecuente que sean varias las veces que Eliza Vázquez de Gey recurra a la analepsis o flashback para hacernos conocedores de situaciones que sucedieron en el pasado pero que afectan a los protagonistas en el presente, o la propia historia de Misterio, que también contiene saltos temporales. Con unas descripciones que transportan al lector a las calles de La Habana, Una casa en Amargura permite a quien tiene la novela entre sus manos "vivir" cada una de sus escenas tanto a través de estas descripciones como de los grandes diálogos que la autora construye entre los personajes pero también es de recibo mencionar los buenísimos monólogos que realiza Misterio al dictar su vida al escribiente. En Una casa en Amargura se detecta una laboriosa labor de documentación realizada por parte de Elisa Vázquez de Gey, que enriquece sobre manera la novela.
Busto de Xavier Monnet en Isla Bourbon |
"Los negros curros" (Víctor Patricio Landaluze- 1881) |
Antonio Bachiller y Morales |
Por todo esto, es fácil deducir que mi recomendación sobre si hay que leer Una casa en Amargura es por descontado que sí, tanto para los aficionados a las novelas landscape como a la histórica, así como a los aficionados a las buenas historias, sin más etiquetas.
(Casa Gil- Lemes, La Habana) |
Sin dudarlo me lo apunto
ResponderEliminarGracias miles
De nada!!, a mi me ha dado hasta penita terminarlo :)
EliminarBesos!
No sé si alegrarme o echarme a llorar. Creía que este libro no estaba muy bien...jajajajaja..me lo llevo anotado!
ResponderEliminarBesos.
Jajajajaja, otro más para la lista que te llevas ;)
EliminarBesos!!
Dánae, me ha gustado mucho esta reseña. ¡¡ Hasta buscado las fotos de los personajes históricos que aparecen en la novela!! Muy interesante ¿Por cierto sabes que el libro tiene su propia web ? La anoto porque de verdad impresiona: http;//www.unacasaenamargura.com
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario y por compartir el enlace de la página de la novela, seguro que habrá contenido muy interesante. Me alegra que te haya gustado la reseña!.
EliminarUn saludo!
Me ha gustado. Me ha introducido en un mundo que desconocía y super interesante donde la autora tira de documentación rigurosa que hace la historia creíble, interesante y que a su vez deja zozobra por la realidad del tiempo que toca vivir. Lo recomiendo y a su autora mi más sincera ENHORABUENA..
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo contigo. Me alegra que hayamos coincidido en la opinión sobre este libro.
EliminarUn saludo!
Hola!!! no conocia el libro, pero parece muy interesante, me gustan mucho esta clase de libros, y despues de leer tu reseña me has convencido del todo, asi que me lo apunto. Gracias por la reseña
ResponderEliminarUn abrazo
A mi también me gustan mucho estos libros, y este me ha encantado. A ver si coincidimos en nuestras impresiones ;)
EliminarUn abrazo!!.
Madre mía, pues a mi que me encanta leer y es como mi droga, se me está haciendo pesadisimo. Voy a seguir x darle una oportunidad pero entre los vocablos que se utilizan y lo revisada que es la trama.... Madre mía que esfuerzo x no abandonarlo pero ya. No dejo nada a medias así que le voy a dar un voto de confianza y voy a seguir, aunque me resulte pesadisimo.
ResponderEliminarNo todos los lectores vamos a coincidir en nuestros gustos, pero creo que si le das una oportunidad, te valdrá la pena.
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