Los buenos suicidas.- Toni Hill

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Reseña Los buenos suicidas.- Toni Hill

Sinopsis:

Hace poco terminó Navidad. Sumida en plena crisis económica. Barcelona es ahora una ciudad más fría y lluviosa. La desaparición de Ruth, su ex mujer, obsesiona a Héctor Salgado y quizá el caso que le acaban de asignar pueda hacerle olvidar por momentos su caída en desgracia.El director financiero de una compañía de cosméticos mata a su esposa y luego se suicida. Lo que parece un caso de violencia doméstica, se revela como algo más complejo al hallarse indicios que lo relacionan con otra muerte. Mientras, encerrada en casa por una prematura baja médica, Leire Castro, la pareja de investigación de Héctor, sigue la pista perdida de Ruth y no sospecha que puede destapar peligros que nadie había imaginado.

El autor:

Toni Hill (Barcelona, 1966) es licenciado en psicología. Lleva más de diez años dedicado a la traducción literaria y a la colaboración editorial en distintos ámbitos. Entre los autores traducidos por él se encuentran David Sedaris, Jonathan Safran Foer, Glenway Wescott, Rosie Alison, Peter May, Rabbih Alameddine y A. L. Kennedy. En julio de 2011 se publicó su primera novela, El verano de los juguetes muertos, vendida a una veintena de países y con un gran éxito de crítica y ventas. En junio de 2012 apareció la segunda novela de esta serie policíaca ambientada en Barcelona: Los buenos suicidas. (Biografía extraída de la página web oficial del autor: http://tonihill.es/sitio_oficial/).

Mi reseña:

En esta reseña os voy a hablar de la segunda novela de Toni Hill, Los buenos suicidas, que trata el segundo caso de la pareja formada por los inspectores Héctor Salgado y Leire Castro. Yo recomiendo que la lectura de esta novela se haga después de haber leído previamente "El verano de los juguetes muertos", ya que la trama que ésta dejó abierta en su final se continúa en esta novela, y por lo tanto, para entenderlo bien y además no fastidiar la lectura del primer libro, lo mejor es leerlos por orden. 

En Los buenos suicidas volvemos a encontrarnos con Héctor Salgado, que vuelve a pasar por momentos muy difíciles, pero esta vez por motivos completamente diferentes. También la vida de su compañera Leire Castro está patas arriba, pues está alejada del cuerpo de Mossos d´ Escuadra por motivos personales. Pero mientras la vida de estos dos compañeros está pasando por momentos convulsos, la vida en comisaría sigue, y lo hace de la peor manera posible: Una mujer salta a las vías del metro de Barcelona en lo que parece claramente un suicidio. Pero al encontrar una misteriosa foto en el móvil de la víctima, Héctor decidirá seguir investigando el caso pues algo le hace sospechar que el aparente suicidio no es tal. Al identificar a la víctima, se descubrirá que es una trabajadora de una fábrica de cosméticos en la que, sospechosamente ya ocurrió un terrible suceso cuando otro compañero también se suicidó, pero cometiendo antes un acto atroz contra su propia familia. Esta sospechosa coincidencia hará que Héctor piense que tras estos aparentes "suicidas" hay una trama que va mucho más allá y que si no la detienen a tiempo, no saben cuantas víctimas podrá llegar a cobrarse. Por otra parte, Leire, en casa, intentará ayudar a Héctor a localizar a una persona fundamental en su vida que ha desaparecido sin dejar rastro, sin saber que esa investigación esconde peligros que pueden resultar fatales. 

Todos conocemos la famosa frase de "segundas partes nunca fueron buenas"; pues bien, en esta novela no la podemos aplicar, puesto que ambos libros resultan igual de adictivos e interesantes, e incluso me atrevería a decir que en esta segunda novela se supera. Nos encontramos con dos novelas que conforman una serie que yo, y creo que muchos de los que ya las hemos leído esperamos que continúe, puesto que nos hemos quedado con ganas de tener entre las manos más casos del inspector Salgado. Se trata de una novela negra en la que Toni Hill, como ya logró en "El verano de los juguetes muertos" consigue mantener el interés durante toda la novela, logrando que el lector se mantenga en vilo, queriendo saber que vendrá a continuación. El hilo argumental que sirve de final en la primera novela y que se desarrolla en esta se convierte en una subtrama que acompaña al caso principal de investigación de asesinatos, pero que en lugar de distraer al lector, lo único que consigue es que éste se interese por ambos hilos argumentales por igual, convirtiéndose en un complemento perfecto para una lectura que no deja un momento de respiro. 

Narrada con un estilo trepidante, rápido y que atrapa al lector desde la primera página; en cuanto comienzas a leer, ya no podrás parar. Se trata de una novela de las que se convierten en adictivas porque en cada página descubres algo, pasa algo. Unas tramas que se van desgranado capa a capa, y que consiguen sorprender al lector, conforme avanza en la lectura pero de una forma verosímil, sin que las resoluciones lleguen como caídas del cielo. Todo está bien hilado y argumentado, contando al mismo tiempo con una gran ambientación, que el autor logra a través de unas descripciones geniales, logrando que el lector se meta de lleno en la lectura para vivir, junto a todos los personajes de la novela, cada una de las situaciones en las que se van encontrando. Una historia narrada en tercera persona por un narrador omnisciente, que nos permite situarnos a los lectores de forma que podemos ser testigos de excepción de todo lo que acontece en las dos tramas principales que se desarrollan en la novela, algo que por otra parte no es fácil de mantener, puesto que ambos hilos argumentales mantienen su parcela de protagonismo en la novela sin decaer en ningún momento. 

En cuanto a los personajes, aunque los protagonistas de mayor calado son, como en la anterior novela Héctor Salgado y Leire Castro, no podemos olvidar que hay personajes que vienen de la anterior y que también aparecen en esta entrega, en la que también contamos con nuevas incorporaciones. Además, hay personajes cuya aparición está relacionada sólo con el caso que se investiga. Lo bueno de los personajes que nos brinda Toni Hill es que describe personajes completamente reales, con fuerza y muy humanos; capaces de los mayores aciertos, pero también de los mayores errores. El personaje de Héctor Salgado es tremendamente complejo, pues es un policía con problemas de agresividad que tiene que tratar con un profesional pero al mismo tiempo de una humanidad tremenda, y eso hace que el lector pueda, de alguna manera empatizar más con él, puesto que conoce sus demonios internos y puede llegar a entenderlo, ya que algo que el autor hace muy bien es la descripción psicológica de sus personajes; mención también merece el personaje de Leire, que en esta novela se tiene que enfrentar a una situación completamente nueva y que le hará replantearse su existencia de arriba a abajo. Un gran trabajo de caracterización para unos personajes perfectamente dibujados dentro de una novela con una trama que consigue que el lector la perciba como real, y sobre todo bien escrita. 

Los buenos suicidas viene a confirmar lo que ya habíamos visto aquellos que leímos "El verano de los juguetes muertos", y es que Toni Hill es un gran autor de novela negra, y que los que le seguimos, no solo ya le dimos la bienvenida con esa primera novela, sino que celebramos que continúe con su serie de Héctor Salgado, ese tipo argentino que volvió de unas vacaciones forzosas en su Argentina natal y lo hizo para quedarse.