El talismán de los espejos.- Juanjo Díaz Tubert

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Reseña El talismán de los espejos.- Juanjo Díaz Tubert

 Sinopsis:

El matrimonio de Julián –hijo de un aviador republicano español refugiado en México–, y con él toda su vida, caminan rumbo a un callejón sin salida, lo que le inspira la decisión de viajar a España para ocuparse de dos tareas, ambas relacionadas con su padre, a las que atribuye trascendental importancia. En primer lugar, se propone cumplir un expreso deseo paternal: que sus cenizas sean vertidas en el Mediterráneo, frente a la costa de Barcelona; en segundo, recuperar «La Bonita», una locomotora de vapor en miniatura construida por el aviador cuando Julián era un niño. Pero al igual que aquella España en cuyos cielos el piloto republicano hubo de jugarse la vida, a bordo de frágiles artefactos, en una batalla perdida de antemano contra milenarios molinos de viento, el país al que llega Julián se encuentra en otra grave crisis, protagonizada por los mismos desiguales factores de antaño, lo que hará que el hijo del aviador se descubra a sí mismo protagonizando una odisea muy distanciada de sus planes iniciales, en la que sus objetivos, en principio tan sencillos, se vean reemplazados por la necesidad de satisfacer inquietudes vitales mucho más profundas.

El autor:

Juanjo Díaz Tubert, nació en Barcelona, España, en 1963. Cursó estudios de humanidades en la universidad a distancia U.O.C. y de cinematografía en la escuela de medios audiovisuales E.M.A.V. Colabora en diversos blogs y talleres literarios y es autor de cuentos y esbozos de guión. A partir de marzo de 2012 publica en Amazon "El jardín hueco", novela distópica con éxito de crítica que le está reportando prestigio en Amazon. Como él dice: "La novela es fruto de una decisión para adentrarse en la escritura literaria, un auténtico reto sin retorno para manejar historias aún más complejas, pues; el cuento se me quedó corto". Su labor profesional abarca la escritura de libretos, la TV y los medios culturales. En abril de 2014 publica su segunda novela "El talismán de los espejos".  

Mi reseña:

No puedo empezar esta reseña sin agradecer a Juanjo Díaz Tubert la confianza depositada en mí al hacerme llegar un ejemplar de su novela El talismán de los espejos para que la leyera y realizara una reseña de la misma. Ha sido todo un placer poder disfrutar de este libro que, pese a estar dividido en tres partes, da la sensanción de leer dos libros dentro de uno sólo, pero hilado con tanta magia que los dos estilos usados por el autor consiguen una obra original y que crea una atmósfera alrededor del lector que parece flotar dentro de sus páginas. 

El talismán de los espejos nos cuenta la historia de Julián, hijo de un español exiliado a México tras la Guerra Civil Española. Tras la muerte de su padre, con el que no mantuvo una muy buena relación, y para poder huir de un matrimonio abocado al fracaso, Julián regresa a España, donde su hijo se encuentra realizando sus estudios, para cumplir la última voluntad de su padre y para poder recuperar una locomotora a escala construida por éste cuando Julián era un niño llamada La Bonita, que ha encontrado en una subasta por la red. Pero en este viaje, en el que Julián se encontrará con una España sumida en un caos prácticamente absoluto debido a una crisis mundial que se alarga irremediablemente en el tiempo y que nadie parece capaz de solucionar, no sólo intentará poder cumplir con sus primeros objetivos, sino que se encontrará por una serie de casualidades, muchas de ellas surrealistas, sumergido en una aventura que le llevará a conocer al hombre que su padre fue y al que él nunca tuvo ocasión de conocer, pero también a esa otra España que se vio abocada a un enfrentamiento fratricida y el sufrimiento de los derrotados, que llegó mucho más allá de las fronteras de nuestra guerra. 

Imagen de la Batalla del Ebro

El talismán de los espejos comienza narrando la historia de Julián, en la primera parte, dentro de una distopía, puesto que nos presenta la realidad de un país sumido en un caos prácticamente absoluto: enfrentamientos, nada funciona como debe, incendios provocados e incontrolados, autoridad sin autoridad, la población dejada a su suerte... todo ello como consecuencia de una crisis mundial (que el autor relaciona con la crisis real que estamos sufriendo en la actualidad) que ningún estamento gubernamental es capaz de solucionar. A esto hay que añadir toques de surrealismo en bastantes situaciones a las que Juanjo Díaz Tubert somete al personaje de Julián, con toques de humor incluidos, por lo que se puede decir que la primera parte de la novela es la más onírica de las tres. 

Grupo de aviadores de La República 

Sin embargo, en la segunda parte de la novela, "Los restos de la memoria", cuyo título ya es bastante revelador, aunque no pierde ese toque onírico que nos acompaña en toda la lectura, hace que el lector ponga más "los pies en la tierra", puesto que es aquí donde vamos a conocer al padre de Julián como combatiente republicano en la Guerra Civil, pero en la Fuerza Aérea Republicana, y junto a él, el lector conocerá una parte de la guerra casi desconocida; los combates que se llevaron a cabo en el aire, donde también miles de hombres perdieron la vida, pero de los que casi nunca se habla; parece que nuestra guerra solo lo fue de trincheras, y se nos olvida que también se luchó en el aire, con pilotos que eran casi niños sin formación y a los que se mandaba casi sólo con billete de ida... El autor rinde un homenaje más que merecido a esos hombres que se enfrentaron con una exigua formación pero gran valor a pilotos expertos de la luftwaffe alemana o fascistas italianos. La tercera parte de la novela crea un equilibrio entre esa distopía de la primera y ese reencuentro con la historia de la segunda, ya que pasado y futuro se encuentran para cerrar los capítulos de vida que quedaban abiertos y cerrar el círculo que quedó inconcluso con el exilio a México en un barco, contra la voluntad de uno mismo, pero al mismo tiempo, con el deseo ferviente de poner cuantos más kilómetros por medio mejor entre la patria que ya no se reconocía y que ya no lo reconocía a uno. 

Modelo I-16, apodado "Mosca", uno de los modelos de
avión de combate, monoplaza, usados por el bando
republicano durante la Guerra Civil

Escrita con un estilo narrativo muy particular, Juanjo Díaz Tubert recurre a la distopía, al surrealismo, al humor en muchas ocasiones, pero también a la historia, y cuando nos sumerge en ella, utiliza un lenguaje directo y certero; nos habla por bocas ancianas, que vivieron aquello y que lo cuentan con la crudeza de quien lo ha visto con sus propios ojos, de quien ha vivido tal horror que no puede poner adornos a aquello que es realidad descarnada. Pero también habla por boca de quien lo está viviendo en su presente, en forma de cartas, y ahí no hay cortapisas, es horror en estado puro, indignidad con mayúsculas y a eso no se le pueden poner florituras. El autor nos lo cuenta como debe ser, directamente. Una historia bien construida y con una gran originalidad que, en un principio puede resultar desconcertante pero que conforme te vas adentrando en sus páginas, atrapa sin remedio. 

En cuanto a los personajes, podríamos decir que el que más cumple los cánones de "normalidad" es Julián, ya que él mismo, como personaje es un hombre normal, pero dentro de unas situaciones completamente anormales; después nos encontraremos una serie de personajes a lo largo de la novela, como el marqués excéntrico que resultan fascinantes por lo surrealistas que son, o Miguel (tío de Julián), un anciano de 100 años pero con una fortaleza increíble... Junto a ellos, encontraremos otros personajes geniales que ayudarán a Julián a reconstruir la historia de su padre y por lo tanto, reconstruir en parte su propio pasado. Son personajes que no vamos a encontrar excesivamente dibujados dentro de la historia pero que a medida que vamos leyendo, los propios lectores podemos construir con la lectura, se van construyendo poco a poco con la historia, crecen a medida que ésta se desarrolla. 

El talismán de los espejos es una novela que para mí ha resultado un grato descubrimiento, por ser una apuesta original por parte del autor, y también por el homenaje que brinda a una parte de hombres que también lucharon y a los que muchas veces se deja en el olvido. Leer esta novela resulta, muchas veces como entrar en esas habitaciones donde los espejos desdibujan la realidad, para deformar lo que ves y crear imágenes extrañas a tu alrededor, pero en la que de repente, te ves frente a un espejo donde la visión es realidad pura, y de la más cruda. 

"Castillo de aire" de Peter Haimerl

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